Han pasado cerca de dos meses. Dos meses en los que me comencé a dar cuenta que reprimir mis sentimientos hacia Nikolai no serviría de nada, más que volverme loca siempre que él mencionaba la palabra amor.
Aproveche esta última semana, que mi amado se fue a un viaje de negocios, para preparar algo especial y así declararme ante él.
Vivir una semana sin Nikolai fue una tortura, despertar sola, dormir sola, hacer todo sola. Convivir con su perfume del otro lado de la cama no es lo mismo si él no me abraza. Las pesadillas son mucho más recurrentes, y muchas tratan de mis noches oscuras en el orfanato, con frío y soledad.
A principios de semana me la pase en la casa de Mila y la ayude con algunas cosas, como el planeamiento del baby shower para revelar el sexo de los bebés. Ella explícitamente me pidió que sea yo la primera en saber y en organizar todo, lo que me pone muy nerviosa ya que soy demasiado perfeccionista. También pasé algunas tardes con Alina, quien está muy embarazada y sensible por todo. Un poco de té se salió de su taza y se puso a llorar porque le daba pena decirle a sus empleadas, supongo que es algo que no pueden controlar.
Todo el comedor estaba ambientado sólo con velas, arreglé especialmente la mesa con bajillas delicadas en donde puse un sobre. Pedí su comida favorita y me puse un vestido que él va a querer arrancarme en cuanto me vea.
Escucho el ruido de un auto llegando a la entrada de la casa, me empiezan a sudar las manos y el revoloteo en el estómago es imparable. Acomodo todo en la mesa como por sexta o séptima vez, por si se desacomodan por mirarlos, y camino hacia la puerta de entrada. Esta se abre y lo primero que veo es a Nikolai, tan perfecto y hermoso como siempre lo ha sido, en uno de sus trajes a medida y con su cabello perfectamente peinado, después veo en sus brazos una bola de pelos y arrugas. Recuerdo que hace unos días le comenté por llamada si le gustaría tener un perrito, pero jamás pensé que se lo tomaría como una petición y me lo traería tan rápido.
Corro hasta donde está él y primero tomo al bebé peludito, tiene los ojos muy azules y es de color blanco. Me quedo embobada con el pequeño animal, pero aún así siento como la mirada de mi esposo quiere comerme en este momento. Provocarlo es algo que últimamente se me ha dado bien y el castigo el muchísimo mejor.
- Es muy lindo - chillo de emoción - ¿Cómo se llama? ¿Cuánto tiempo tiene? ¿Dónde lo conseguiste? - lo acribillo de preguntas, pero él sólo sonríe y se cruza de brazos en silencio, me doy cuenta que olvidé saludarlo - lo siento, hola - le sonrío infantil. Él me toma de la cintura, acerca nuestros rostros, mira cada facción de mi cara y luego me besa desesperadamente. Le sigo el beso, jugando con nuestras lenguas olvidando si el nuevo integrante está siendo aplastado o no.
- Hola mi gran amor - habla luego de separarnos - extrañe tus besos - mis mejillas se sonrojan - respecto al integrante perruno, no tiene nombre y lo adopté en una organización de perritos abandonados - hago una mueca con mis labios y miro al bebé.
- ¿Quién abandonaría este malvavisco tan hermoso? - pregunto retóricamente.
- Alguien muy malo - me responde él - ¿Qué nombre le vamos a poner? - me encojo de hombros.
- ¿Qué tal si lo pensamos en la cena?
- ¿Me preparaste la cena? - pregunta ilusionado, yo asiento y le hago señas para que me siga hasta la mesa - ¿Otra cena de preguntas? - cuestiona y toma asiento, yo me quedo en silencio jugando con el bebé perruno - creo que ya nos conocemos lo suficiente, ya nos vimos desnudos e hicimos muchas cosas y me gustarías repetirlas justo ahora - me atraganto con mi propia saliva y lo miro dejando al cachorro en el piso, tomo asiento a su lado.
- No es eso, es algo más importante - hablo tranquila - al menos para mí - aclaro, y él asiente disponiéndose a leer mi carta en la que le declaro mi amor hacía el.
Sus ojos se cristalizan y creo que va a comenzar a llorar, pero él se levanta de su silla y me abraza fuertemente. Un abrazo que nadie nunca me dio, un abrazo lleno de amor y emoción.
- Es lo más hermoso que leí, me encanta poder hacerte sentir así - besa mis labios con ternura y lento.
- Gracias por ayudarme a despertar cosas en mí que no sabía que existían - tomo su mano y lo vuelvo a abrazar.
Cenamos en una nube rosa, hablando de cosas totalmente triviales. Me encantaba verlo hablar de cosas que yo no entendía para nada sobre la empresa, y él me veía de una manera muy tierna cuando yo le hablaba de mis estudios.
- ¿Qué tal si le ponemos Sirio? - le pregunto a Nikolai cuando estamos arreglando la cocina, los empleados no venían hasta el lunes así que queríamos facilitarles el trabajo.
- Me gusta - dice dejando el último plato en la encimera. El pequeño estaba arriba de un tapete en la entrada de la cocina, durmiendo muy tiernamente - pero va a dormir aquí abajo - habla firme y yo le hago una mueca - es que sino no podremos darle un hermanito humano - se queja como un niño pequeño, esa faceta me da mucha ternura.
- Pero todavía es temprano para darle un hermanito - comento y junto mis manos - sólo por esta noche, es muy bebé para dormir solito - hago otra mueca para que lo deje, pero al ver que se hará difícil recurro a uno de mis trucos infalibles - haré lo que me pidas - canturreo y juego con mis cejas. Él parece pensarlo, pero es obvio que ya lo convencí.
- ¿Cualquier cosa? - pregunta y yo comienzo a arrepentirme, pero asiento de todas formas - De acuerdo, amigo peludo nos vamos a dormir - toma a Sirio en sus manos y suben las escaleras juntos. Yo voy tras ellos con el tapete en las manos, que Dios me ayude esta noche en la que claramente no voy a dormir.
//Carta de Samantha//
No sé como empezar esto, nunca hice una carta de amor y creo que claramente no se me dan bien. Así que comenzaré diciendo lo mucho me que encanta despertar en la mañana a tu lado, acompañarte en el desayuno es de mis cosas favoritas, nuestros baños de relajación no los cambiaría por nada en el mundo. Escucharte hablar de cualquier cosa es sorprendente para mí, y me encanta como me miras cuando yo estoy distraída. Es un verdadero honor estar casada contigo, siento que todos los días que paso a tu lado aprendo algo nuevo de la vida, así como cuando no estuviste en los últimos días sufrí mucho. Jamás imaginé que en tan poco tiempo yo tuviera la vida que ahora tengo y creo que nunca lo terminaré de entender.
La primera vez que lo dijiste, pensé que estabas confundido y que en realidad lo decías por compromiso. Luego de la cuarta o la quinta ya me ponía los pelos de punta, el saber que sentías algo tan genuino como estar enamorado de mí me era realmente una inquietud. Así que después de mucho tiempo de pensarlo y analizarlo, al fin puedo que yo también te amo, también estoy completamente enamorada de ti señor Volkov y espero que nunca nadie nos separe.
siempre tuya, Samantha.
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young and beautiful - Lana del Rey
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La esposa de un Volkov
Novela JuvenilSamantha vive en uno de los peores suburbios, es huérfana, y cuando pudo escapar del orfanato para vivir sola aparecen hombres con máscaras y capuchas que la meten en un auto y le inyectan algo que la adormece en segundos.