La esposa de un Volkov

Capítulo 16

Su mano toma la mía para dirigirme al auto, pero me suelto y doy un paso alejándome de él.

- Prefiero caminar - hablo bajo y sin mirar sus ojos - es una noche demasiado hermosa - comento y me atrevo a mirar sus ojos, están con un pisca de enojo pero luego de una profunda respiración le hace una seña al chófer de que caminaremos. 

- De acuerdo - asiente y me toma de la cintura guiándome lento al camino del hotel - caminemos. 

Hago un sutil movimiento que hace que él quita su mano, no sé como decirle que mañana es mí cumpleaños número legal. 

¿Por qué de repente se puso tan frío conmigo? Esa actitud me hace querer alejarme, puede sonar un poco egoísta pero me gusta la atención entera para mí, y que me traten como un bebé. 

- Mañana es mi cumpleaños - suelto en un tono casi inaudible, rezando que no me escuche. 

- Número 18, ¿o no? - pregunta en el mismo tono, aunque su voz no le permite ser muy discreto. 

- Así es - asiento y dejo que me tome la mano sin exaltarme - oficialmente legal - bromeo y suelto una risita, Nikolai para su caminata y suelta mi mano.

- Dime la verdad ¿Te arrepientes de esto? - mi respiración se corta, y el calor sube a mis mejillas, de repente un flashback de todo lo que hicimos en la tarde me llega. 

- Sabes que si - contesto segura - al principio si - esa mínima frase hace que sus hombros se relajen - digo no es algo que hubiese hecho sino hubiese sido como una obligación - me acerco a tomar sus manos - y probablemente no es una relación ideal, pero comienzo a no me arrepentirme de esto, sin dudas es algo que me gusta lo que tenemos - tiro de él para seguir nuestra caminata - no es fácil tener una relación de casados de un día al otro, ya vamos a aprender y mejorar. 

- Claro que sí - seguimos caminando con la mente en una marea de pensamientos - ¿Pero no quieres esta con otros hombres, o si? - pregunta en tono preocupado, ahora si me da la atención que yo necesito. 

- No lo sé, ¿quiero? - juego con él. 

- No mientras yo esté vivo - contesta celoso. 

- Igual para ti, si me entero de que al menos miras a otra - comienzo mi amenaza y le apunto con el dedo - te quedaras sin testículos para reproducirte - él ríe pensando que es una broma, pero es muy real para mí.

(...)

Podría decir que hay pocas cosas que me hacen feliz, mi vida es una constante hoja en blanco, o al menos lo era ya que desde que estoy con Nikolai puedo contar cosas más interesante. No tener a mis padres conmigo es algo que las personas ven como raro, pero para mí es algo común. 

Podría decir que hay pocas cosas que me hacen feliz, pero despertar el día de mi cumpleaños con besos en mi cara, un desayuno enorme y al hombre que me genera cosas que aún no defino, podría encabezar la lista. 

- ¡Felices dieciocho, princesa! - me felicita con su voz ronca, sus suaves labios tocan los míos y aunque me resista no puedo negar lo que le pasa a mi cuerpo cada vez que toca el suyo. Mis manos temblorosas se posan en su nuca y lo atraigo a mi, quizás el sexo mañanero esté en el segundo puesto de cosas que me hacen feliz. - Debemos desayunar - me frena en mi acción de intentar quitarle los pantalones. 

- Te quiero desayunar a ti - le respondo haciendo una mueca con mis labios, Niko frunce el ceño.

- Preparé un día estupendo para ti - habla intentando cambiar de tema, pero yo siempre consigo lo que quiero así que vuelvo a tomar sus labios pero esta vez me subo sobre él, logrando mi objetivo de despertar a su amigo. 

- ¿Tu grandioso día puede esperar una media hora? - pregunto besando su cuello y pasando mi lengua. 

- Supongo que sí - responde con su voz gruesa y me toma el trasero para quedar sobre mí. Hambrientos y desesperados nos deshacemos de nuestra ropa interior y en menos de lo esperado ya somos uno solo, la habitación se llena de gemidos por parte de ambos y cuando siento que estoy a punto de llegar a mi liberación grito su nombre de manera que no puedo controlar, sale de mí como si lo hubiese contenido por mucho tiempo. 

- Ahora sí quiero desayunar - hablo agitada, con mi pecho subiendo y bajando debajo de la cabeza de Nikolai, quien sonríe ante mi comentario y sale de mí dejándome una sensación de vacío. - Primero iré al baño - aviso y salgo corriendo, no me gusta esta sensación que se me forma en el pecho. 

Luego del desayuno fuimos a la playa, donde nos esperaba un gran barco para ir a una isla hermosa en la que estuvimos todo el día, sólo él y yo. Sacamos fotos hermosas, tomamos el sol, jugamos, nadamos, hicimos una competencia de castillos de arena y cuando él ganó yo destruí su castillo. De repente llegó la puesta de sol y sacamos aún más hermosas fotos, después nos sentamos en la arena a disfrutar el hermoso paisaje hasta que la luna apareció y volvimos a la playa del hotel. 

- Estoy muy cansada - hablo tirándome a la cama, pero me levanto enseguida al sentir el ardor en mi cuerpo, es leve pero aún así duele - ¡Auch! Creo que olvidé el protector solar - hablo caminando al espejo y mirando mi piel rojiza, Nikolai se posa detrás de mí y puedo ver que está igual de rojo, eso me causa risa. - Somos la pareja tomate - él suelta una risa maravillosa y eso me hace revoltijos en el abdomen haciendo que me ponga seria en el acto. 

- ¿Te siente bien? - asiento, quizás si le digo que me pasa él me ayude a entender. 

- Es solo que siempre que sonríes o haces algo, cualquier cosa, - aclaro dándome vuelta para mirarlo a los ojos- siento algo aquí - señalo mi estómago - es como si me hicieran cosquillas en la parte de adentro, ¿Crees que estaré enferma o algo? - él frunce su ceño y luego suelta una carcajada muy alta. 

- ¿Es que nunca te has enamorado? - yo niego con mi cabeza, no, esto no me puede pasar, imposible. 

- Imposible, nadie se puede enamorar en tan poco tiempo, seguro estoy mal del estómago o es el sol de aquí, si, seguro es el sol de aquí, es demasiado fuerte y hace que sientas cosas raras - hablo rápido y camino al baño, yo no puedo enamorarme. 

- ¡Ay, cariño! Estas peor que yo - me habla en un tono alto Nikolai, yo cierro la puerta y me meto bajo la ducha, eso no lo aleja de mis pensamientos, pero sí de mi cuerpo.

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Sufjan Stevens - mystery of love