Nota de la autora: Hola, ¿qué tal? Estamos cerca de las 1k lecturas :3. Es la primera vez que escribo algo que me enamora de verdad, tanto los personajes como la trama. Y no puedo esperar a llegar a muchas más personitas, no te olvides de votar y comentar para que sea posible.
¡Toma tus palomitas y a leer!
-Yaira Q.Estoy a punto de tirarme por una ventana y no justamente para probar si soy capaz de volar. Porque quien en su sano juicio acumula tantas cosas.
—¿Sabes?, deberías de salir en ese programa de acumuladores compulsivos— riñe mi hermano respirando entrecortado mientras sube mi última maleta al coche y asiento dándole la razón.
Creo que llevo cuatro maletas grandes para los nueve meses que pasaré en la residencia de
Estudiantes y seguí la regla de solo llevarme lo que vaya a utilizar. Además, si no me llevo mis cosas mi madre empezará a regalarlas como la vez que le dio mi peluche favorito a mi prima pequeña. Todavía sigo sin perdonarla.Maniobro para encontrar sitio entre mis peluches antes de que el coche arranque y empecemos el largo viaje al campus.
—¿Sabes lo que les hacen a los nuevos estudiantes?
—No, y tampoco quiero saberlo.
Aunque su pregunta despierta mi curiosidad no quiero ponerme más nerviosa de lo que ya estoy, si es que eso es posible.Como siempre, no significa sí y sí es sí. Según el diccionario de mi pequeño hermanito.
—Novatadas—murmura en tono cómplice—. Desde baños en huevo hasta abandonarte en el medio de la nada. Una vez escuche que alguien terminó con la cara en una mofeta.
Entonces mi luz se torna jade y un escalofrío me recorre. Soy propensa a ser víctima de bromas pesadas.
¿Será mi cara que dice, ven ven hazme sufrir? ¿o llevo un cartel que dice "aquí estoy" y aún no me he dado cuenta?
—No puede ser tan malo—digo jugueteando con el lazo de mi vestido.
—Siempre puedes engañarte a ti misma. Por cierto ¿Has hablado con Celeste ?
Examino a mi hermano por unos segundos por el retrovisor, desde aquí soy incapaz de ver el destello que debe estar palpitando en su pecho ahora mismo. Su entrecejo está arrugado y sus manos aprietan el volante con fuerza como si estuviese esperando a que le de una de las peores noticias de su vida.
—Sí, justo me ha dado algunos consejos sobre las residencias.
Dereck suspira y la decepción es palpable en el ambiente—Ah, vale.
—¿Por qué lo preguntas?
—Lleva una semana sin responder mis llamadas.
—Estará ocupada—deberían de llamarme la reina de las excusas baratas. Ni siquiera yo sé que está exactamente ocurriendo entre ellos dos.
—No, discutimos y no me ha vuelto a hablar.
En ese momento caigo en que mi amiga, lleva un tiempo sin hablarme de lo maravilloso que es mi hermano.
—¿De qué?
Mi hermano duda en responder. —Cosas de pareja que tú no entenderías.
No debería de reírme pero las carcajadas salen sin control de mis labios—Tus relaciones no duran más de una semana.
Y no estoy exagerando, es como si espantara a todas las chicas que se le acercan. Según él, solo es selectivo con quién se relaciona. Tal granjero con su ganado
—Las tuyas ni siquiera empiezan.
Me llevo una mano al corazón indignada. Es cierto pero no hace falta recordármelo. A veces esas cosas hay que dejarlas profundamente enterradas y no debajo del océano, es mejor llevarlas a la luna y enterrarlas en la caja de la vergüenza.
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Between stars
RomanceTienes un secreto que podría arruinarte la vida. Empiezas a calcular tus pasos, acciones, palabras y la gente que se acerca a ti. Algo se te sale de las manos, terminas conociendo a la versión andante de una radio sin botón de apagar. La odias, la d...