12. La carta

1.2K 115 10
                                    

✨Capítulo dedicado a esta hermosura que le está dando tanto amor al libro @Nick_De_FREY_812✨

✨Capítulo dedicado a esta hermosura que le está dando tanto amor al libro @Nick_De_FREY_812✨

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ya no puedo más—digo frotándome el rostro con brusquedad—, necesito que se detenga.

—¿Estás segura de que quieres hacerlo?, no deberías llamar a ese idiota—me cuestiona Celeste desde mi pantalla.

Quizás tiene razón. No debería de haberlo desbloqueado y mucho menos debería responder a sus llamadas. Y quizás hoy me he levantado con un cortocircuito incontrolable en la cabeza.

—¿Sabes cuántas llamadas, mensajes, emails y cuentas falsas he ignorado?—numero con los dedos—. Durante un año, amiga.

Ella junta los labios en una fina línea mientras esa tenue luz azul se hace presente y mi corazón se encoge de la misma manera.

—Son pruebas suficientes para denunciarlo.

Lo son pero no sería justo. Y yo no sería capaz de arrebatarle su libertad, es lo único que le queda. Supongo que en algún momento, logrará perdonarme, en un futuro lejano. De la misma manera que yo lo perdoné a él.

—Él también puede denunciarme a mí.

Mi amiga pone los ojos en blanco y hace un gesto de negación con la cabeza. —Te puede hacer daño.

—No creo que sea capaz.

«Al menos eso espero».

—¡Joder, Dally!, es un puto psicopata—suelta entre dientes con el rojo invadiendo su luz.

—Celeste....— suspiro, abrazando mis piernas y apoyo el mento sobre mis rodillas—, tal vez es su mecánico de defensa. No es fácil pasar por lo que él pasó.

—Tampoco fue fácil para ti y no veo que lo estés aterrorizado.

Me rindo. Porque sé que nunca va a entender lo que le estoy explicando. Nunca va a entender como me siento sobre lo que ocurrió, y la culpa que me consume cuando lo recuerdo.

—No es la misma situación—trago el nudo enorme que se está formando en mi garganta.

—¿Cómo sabe dónde vives y qué ha mandado en esa carta?—pregunta, pellizcándose la punta de la nariz.

—Supongo que indagó en la web de la universidad.

No es tan complicado, unos cuántos clicks y listo. O por lo menos eso es exactamente lo que hice para encontrar el edificio y número de piso de Rainstar.

—¿Qué clase de seguridad tiene tu universidad?

Encojo mis hombros preguntándome lo mismo.

—Necesito que me enseñes las fotos esas.

Vuelvo a desordenar las fotos sobre la cama. Cada una de ellas es más perturbadora que la anterior. Pero todas tienen algo en común, mi rostro está destrozado. Tachones rojos y perforaciones. No puedo mostrarle esto a ella.

Between starsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora