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Steve admiro el rostro sorprendido del pequeño. Sonrió cuando este grito de emoción para después correr por todos lados.

—¡Peter! —Tony miró avergonzado al soldado—. Lo siento, es solo que...

—Esta ahora es su casa. —Steve se sobo la nuca apenado—. Deja que la conozca.

—Steve, no tienes que...

—Me dejaste ser parte de tu familia. —Aclaro el rubio—. Entonces por supuesto que voy a darle lo mejor a mi familia. Empezando por un techo. —El Alpha vio a su alrededor—. No es tan grande como la casa de Howard pero....

—No, Steve... —Tony miró a su hijo brincar de aquí para allá—. Muchas gracias por esto, en realidad, es más de lo que imagine, nosotros...

—Se merecen más. —Steve se puso enfrente del joven y tomó sus manos—. Tú te mereces lo mejor.

El corazón de Anthony se aceleró. Había olvidado lo perfecto y maravilloso que era Steve.

—... Gracias, Steve. —El castaño le sonrió.

Rogers le regresó la sonrisa. Ambos miraron al pequeño jugar de aquí para allá, sorprendiendose por cualquier cosa que veía.

—De verdad se parece mucho a ti. —El Alpha se notaba encantado con el cachorro.

Tony no podía evitar el asombro. Pocos Alphas toleraban los cachorros de alguien más, por eso, muchas veces los Omega que eran abandonados quedaban completamente solos.

—¡Mami! —Su pequeño corrió hasta él. Tony se hinco para quedar a su altura— ¿Nos vamos a quedar aquí?

—Si, eso parece. —Contestó tímidamente el castaño.

A su lado, Steve asintió entusiasmado, tal como un niño.

—¡SI! —Peter salto lleno de energía.

Tony se sentía que un peso sobre sus hombros desaparecía. Quería pensar que finalmente tenía la familia que tanto deseo para su cachorro.

Alpha y Omega. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora