Alpha y Omega.

35

Tony se dejó caer en el sofá. Miró insistente los resultados en su mano y suspiro apuntó de llorar.

—Tony... —Steve se sentó a su lado y lo miró con preocupación— ¿pasa algo?

El Omega negó sin verlo a los ojos. Rogers aún así lo abrazo quitándole la hoja de las manos y esparciendo su aroma.

Anthony aspiro sintiendo como la testosterona del rubio calmaba su creciente ansiedad.

"Eres un Omega, lo único que hacen bien los Omegas es tener hijos de Alphas de élite". Recordó las duras palabras de Howard y se sintió inferior.

Miró la hoja en la mesa y sintió las lágrimas bajar de sus mejillas. Era estéril.

Todo había salido de maravilla, el médico que lo atendió había estado sumamente sorprendido por la marca reemplazada y había expresado su estado de sorpresa al ver que su cuerpo se había adaptado perfectamente al de su nuevo Alpha.

No sabian si era por mera coincidencia o porque eran destinados, tal como Steve se lo había dicho (aunque ciertamente Tony lo tomó como palabrería cursi de su tonto soldado). Sin embargo, no todo podía ser perfecto. Su cuerpo tenía secuelas de su primer embarazo; un Omega preñado y lejos de su Alpha traía duras consecuencias, como abortos espontáneos, depresión post parto o la muerte.

"—Su cuerpo ahora reciente todo ese mal estar que alguna vez pasó y usted reprimió como un instinto de sobrevivencia hacia su cachorro.

—¿Esta diciendo que es mi culpa? —Preguntó triste el castaño.

—Por supuesto que no. —Abraham miró al joven—. El que seas Omega no te hace culpable de todo lo que te pase.

—Pero...

—Deberias estar orgulloso de ser un Omega increíblemente fuerte. Cualquiera en tu lugar hubiera abortado a ese bebé y hubiera muerto hace mucho. Hay veces que los Omegas se convencen de que sin un Alpha no son nada. Este no fue tu caso. "

—Tony, por favor, dime que es lo que piensas. —El soldado lo hizo mirarlo a los ojos—. Me asusta cuando callas.

El castaño sorbio la nariz importandole poco como se veía en ese momento (a Steve se le hacía adorable).

—... No podré darte cachorros. —El joven se tallo los ojos—. Siempre quisiste una familia y yo... No puedo dártela... Steve, soy un Omega inútil. —Tony sollozo—. No quiero que me dejes, no lo soportaría...

—Amor, eso no va a pasar. Nunca. —Sentenció el soldado con una sonrisa amorosa—. Tony, tú ya me has dado una familia.

—¿Qué?

—Tú y Peter son mi familia. —Rogers limpio las lágrimas del castaño—. Peter es mi cachorro y tú mi Omega. No necesito más en esta vida.

El Omega lo miró con ojos incrédulos.

—Pero...

—Aún sino tuviéramos hijos, Tony, tú eres mi mundo entero. —El Alpha beso su frente—. El que me des cachorro o no, no te hace menos especial.

Tony bajo la mirada, pero Steve no permitió que apartará la mirada.

—¿No quieres tener hijos?

—Ya tengo uno sumamente precioso.

—Steve, no hablo de...

—Te quiero a ti. —Rogers le sonrió enamorado.

El castaño dejó de llorar para dar paso a una tímida sonrisa.

—Gracias, Steve.

El Alpha negó con cariño. El más agradecido en esa habitación era él.

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Técnicamente no sabía cómo escribir esta parte ya que el Tony Stark que conocemos carece mucho de esto; quise que se notará lo dañado que estaba Tony, la desconfianza que guardo por años, lo asustado e inmaduro que aún es.

Recuerden que las personas que él más quería le dieron la espalda causando que su carácter fuera inseguro. Técnicamente Tony aún es un chico que se desacredita mucho por ser Omega.