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Steve había notado la distancia que había impuesto el castaño con él. Trató de no tomarlo personal y ser comprensible.

—Se durmió, Peter. —Resalto lo obvio el Omega disimulando los nervios.

Rogers noto el temblor en las manos del Stark. Suspiro triste.

—Tony, no haré nada que no quieras. —El rubio beso los cabellos del Omega y le regalo una sonría tierna—. Si aun no te sientes cómodo, podemos volver a dormir separados. —El Alpha se encogió de hombros mostrándose tímido—. Lamento lo de la última vez.

Steve había tenido su RUT no hace muchos días. Fue una situación incomoda para ambos. Rogers quería tomar al Omega pero Tony, como era de esperar, no reacciono a la testosterona de Steve. Stark se había mostrado receloso.

El Alpha trató de no sentirse mal por tal reacción y entender el motivo. Aunque era difícil y doloroso.

Los ojos azules se dirigieron a la marca.

—¡No! —Tony tomó las manos de Steve y las apretó con desesperación—. Yo... De verdad quiero estar contigo, de verdad lo anhelo, pero...

—No puedes. —Aseguró con una sonrisa comprensiva el rubio—. Lo sé.

—Steve. —El Omega se abrazo al rubio—. Pasemos tu siguiente celo juntos.

—¿Qué? —El rubio se aparto—. No, Tony, apenas soportas que te bese.

—Si quieres que sea tu Omega, tendrás que marcarme. —Dictamino el castaño.

—Pero...

—Por favor. —El joven trago con dificultad—. Quiero ser tu Omega.

Steve abrazo el cuerpo tembloroso de Tony tratando de calmar otro ataque de ansiedad.

Alpha y Omega. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora