Alpha y Omega.

15

Steve tomo la copa ignorando que fuera licor.

—Vaya. —Bucky miró la suya—. Prefiero conservar mi garganta.

Rogera suspiro ignorando la mirada insistente de su amigo. Recordó el motivo que lo mantenía tomando como si el licor fuera pura y cristalina agua.

Del gran paso que habían avanzado, retrocedieron dos.

Había llegado su RUT y justo como lo pensó, Tony lo evitó, huyó y pidió disculpas para después comportarse, de nueva cuenta, distante.

No le dolió el rechazo de Tony, le dolía no ser lo suficiente como para borrar ese maldita marca.

Tony se estaba lastimando y él no era capaz de hacer algo.

Se maldijo.

—Oye, basta. —Bucky le quito la botella—. Vamos, Steve, comienzo a deprimirme.

—No puedo borrarla. —Steve soltó un suspiro más—. Tony solo se lastima estando conmigo.

James guardo silencio por unos segundos; sabía que la única manera de marcar a un Omega era que ambos entrarán en celo. Steve, al no tener una pareja enlazada, continuaba con sus ciclos, pero Tony no.

Tony ya no podía sentir ese estímulo en la testosterona de Steve.

—Muchos dicen que es una locura... —James se sirvió una copa más sin dejar el vino al alcance de Steve—, incluso algunos se espantan ante la posibilidad.

—¿De qué hablas? —Preguntó agotado el rubio.

—Tony fue mordido. —Dijo de manera obvia el sargento.

—Eso lo sé, Bucky. —Contestó irritado el soldado.

—¿Y si terminas todo desde la raíz? —Bucky siguió tentando el terreno.

Rogera lo miró con molestia. No estaba para acertijos.

—A lo que me refiero... —James hizo una mueca de disgusto—, dicen que una manera de borrar las marcas es arrancando los colmillos del Alpha que la hizo.

Steve lo miró asombrado e incrédulo.

—¿No estarás diciendo qué...?

—¡Oye, no me veas así! —Bucky se encogió de hombros—. Estas desesperado, ¿no? Yo solo digo lo que sé.

—Ni siquiera lo he visto. —Steve negó con la cabeza.

—Pero tienes su nombre. —James sonrió para sí—. Y a la mejor espía como amiga.