Alpha y Omega.

24

Anthony no cedió, retrocedió en el piso conforme Strange avanzaba.

La testosterona se había vuelto pesada e imposible de ignorar; Stephen no estaba dispuesto a darle tregua.

—Aléjate... —Tony se cubrió la nariz y la boca—, no.

Chocó con la pared.

—Será más fácil si no pones resistencia. —Strange se arrodilló y le mostró una sonrisa perversa—. Soy tu Alpha después de todo. No servirá de nada que trates de hacerte el héroe.

—¡No eres mi Alpha! —Grito desesperado el castaño.

El neurocirujano cambio su sonrisa a un rostro furioso.

— ¿Crees que después de terminar con esto serás un Omega normal? —El Alpha lo tomó de los hombros y lo zarandeo con fuerza—¿Qué yo seré un Alpha normal?

Tony evitó la mirada del mayor. Su cuerpo no le respondía como quería, tenía miedo, sentía asco de sí, quería que esto acabará.

Quería que fuera una pesadilla.

—Sueltame...

—¡No puedes enlazarte de nuevo sin tener consecuencias! —Strange parecía fuera de sí—.No voy a arriesgarme. No dejare que me vuelvas un Alpha defectuoso por tu tonto deseo de ser libre. Eres mi Omega, te guste o no.

—¡Nunca pedí tu marca!

—Pero aquí estamos. —Stephen rio histérico—. Arruinaste mi vida, por culpa tuya no puedo ser el Alpha que todos esperan. ¿Sabes acaso todo lo que he sacrificado? ¿cuánto he mentido?

—¡Joder, eso no es mi culpa!

—¡La es! —El Alpha apretó los hombros causando daño en Tony—. Si mi vida perfecta se va por la borda, tú serás mi seguro. Alégrate, Anthony, si mis planes fracasan por fin podrás ser conocido ante la sociedad como el Omega del doctor Strange.

Stephen no perdería el esfuerzo de años. Si Christine se enteraba y lo dejaba, lo cual pasaria tarde o temprano, entonces sacaría a la luz su lazo con Anthony, formularia una mentira perfecta para encubrir todo esos años de abandono y serían, la pareja del siglo.

Strange vinculado con el hijo "perdido" de Howard. Toda una bomba.

—No voy hacer el hazme reír de la sociedad. —Stephen mostró sus colmillos—. No por un Omega como tú y sus tontos sueños ilusos.

Un pequeño cuerpo empujó al Alpha desestabilizandolo un poco.

—¡Dejalo! —Peter lloraba aterrado.

Strange empujó al cachorro dejando atónito al Omega.

—¿Un niño? —Strange miró irritado al Omega. Su mente conecto todo de inmediato— ¿Acaso no te dije que te deshicieras de él?

Tony, aun con la mente confundida, se fue encima de Strange. Logró golpearlo un par de veces, pero el neurocirujano lo tumbo de nuevo en el suelo, dejándolo indefenso.

—¡Maldito! —Anthony no podía esconder su frustración— ¡Te odio, maldito infeliz! ¡ALPHA INÚTIL!

Stephen alzó el puño dispuesto a noquear al joven.

El cuerpo de Strange fue jalado desde la muñeca en alto, un puñetazo lo tiro lejos de Tony y lo dejó aturdido.

Escupió la sangre que se acumuló en su boca.

Al alzar la mirada, se encontró con un hombre rubio, de ojos furiosos y dientes fuera amenazandolo.

La casa se comenzó a llenar del aroma territorial de Steve.