Capítulo 19
El feriante comenzó dando el turno a Alicia colocándose ante Nerea y Alex para que no lo intentasen.
La pequeña, alzó el dardo, colocando las tres partes de plástico que le daría al proyectil la estabilidad correcta ante sus ojos una dirección.
La diana estaba numerada del uno al veinte. El centro, marcado con un circulo rojo, señalaba un cincuenta en blanco.Alicia fijó su mirada cerrando el ojo izquierdo con el dardo alzado a la altura del ojo derecho. Con un desplazamiento suave, el dardo voló sin mucha fuerza ante la atenta mirada de los allí reunidos.
Se clavó en el 20 cerca del anillo central.
Las personas expectantes detrás de la pequeña, aplaudieron ante el anuncio por lo altavoces del feriante.
Era el turno de Nerea. Imitó a Alicia lanzándolo con la misma suavidad que su amiga.
El dardo se enganchó en la anilla con el número 15.Nuevos aplausos llegaron desde la espalda de los jugadores. Está vez, Alicia si se percató de la expectación que habían generado en los curiosos que pasaban por las barracas.
Alex no esperó ni una décima de segundo, ni tan siquiera se paró a fijar la vista en la diana.
Lanzó con fuerza el dardo clavando la punta de metal hasta el fondo en el centro.—50. — Dijo el feriante por los altavoces.
El feriante dio por concluida la primera tirada sumando los puntos.
— La jovencita de la izquierda: 20. La del centro 15. Y el joven de la derecha 50. Que comience la segunda tirada. — Atronó por los altavoces sonriendo a las pequeñas.Alex, satisfecho con su primera tirada, miraba de reojo con odio a Alicia. Nerea no era su objetivo. Aún no. Pero los golpes que le dio aquella niña partiéndole el labio el día que su padre explotó delante de él, estaban marcados a fuego en su orgullo. No iba a quedar la situación así.
Y menos de aquella cerda que fue sumisa a sus fechorías dos años seguidos. Alex se iba a dar valor. Pero esta vez lo iba a pagar caro. Iba a sufrir los golpes que le dio en la cara con creces.
Alicia elevó nuevamente el dardo siguiendo el ritual del primer tiro. Lo lanzó suavemente, como en la primera tirada, clavándolo en el centro de la diana.
— 50. — Sonó la voz del feriante por los altavoces.
Alex miró la diana de Alicia con gesto de asco escupiendo al suelo.Era el turno de Nerea. Alzó el dardo nuevamente como lo hacía su amiga, dejando que la madera se deslizase suavemente entre sus dedos.
— 20. — Volvió a sonar la voz del feriante por los altavoces de la atracción ante los nuevos aplausos del público y los sonidos de las bocinas de las otras atracciones de fondo.
Alex hizo lo propio que la primera vez. Alzó el dardo con decisión, sin pensarlo mucho.— ¡Fantasma!. ¡Abusador!. ¡Vas a acabar igual que tu padre!— Varias voces detrás de las chicas se alzaron rompiendo el silencio expectante de los allí reunidos.
— 0. — La voz del feriante no dejaba lugar a dudas ante el incrédulo joven.
El dardo de Alex se clavó en un osito de peluche un poco más arriba que la diana con un sonoro "¡oooohhh!".
El chico se giró para saber quien se iba a ganar dos buenos puñetazos en el estómago esa noche, a parte de los que tenía reservados para Alicia.
Se sorprendió al ver un grupo de unas quince jovencitas justo detrás de las dos pequeñas. Eran las amigas de Alicia y Nerea. Por fin decidieron hacer frente al abusador.Alicia pensó si esa reacción fue gracias a sus palabras unos minutos antes en el banco junto al Kiosko de Virginia o por decisión propia.
Fuese cual fuese el motivo de aquella decisión, las amigas de la dos pequeñas decidieron por su cuenta romper los barrotes de su prisión, encarándose de frente con el abusador arropando a las dos amigas.

ESTÁS LEYENDO
La caja
Misteri / ThrillerUn hombre extraño aparece en la vida de la pequeña Alicia. En una mano porta una pequeña caja de música con una manivela y un único botón. ¿Será capaz de sobrevivir a la presión que está por descubrir su cerebro de niña?. Precuela de la próxima obra...