Capítulo 34
El sonido de las patrullas de policía, como de una ambulancia al otro lado del puerto pasando frente a ellas, hizo que las niñas se mirasen. Las dotaciones pasaban aullando con las luces girando en la parte superior del techo a una velocidad endiablada.
— Creo que ya está Nere. — Dijo Alicia incorporándose del banco de madera con el culo entumecido.
— ¿Ya está?. — La pregunta de Nerea no sonaba lo suficiente contundente.Las dos niñas se despidieron del padre junto a su hijo balanceándose entre risas sobre el columpio del parque.
— Creo que si. Pero por si acaso vamos por la parte de arriba. — Dijo Alicia señalando al camino que bordeaba todo el pueblo hasta la zona del cine junto a las barracas.
Nerea siguió a su amiga por el comienzo de la ascensión dónde unos días antes el padre de Alex se empotró contra aquel jabalí.
El sonido de los pájaros en los pinos a su derecha encima de la carretera, llegaba alegre hasta las dos pequeñas como si de un canto al fin de la esclavitud de aquel villano se tratase.
Al llegar a la parte superior, las vistas de la totalidad del pueblo se abrían ante ellas pudiendo observar las luces de las patrullas de policía en la parte superior del pueblo.
Ante ellas, cada vez más curiosos se acercaban a comprobar que es lo que ocurría en la zona de las barracas.— ¿Crees que es Alex?. — Preguntó Nerea sorprendida ante tal despliegue policial.
— Es posible. — Contestó Alicia deseando que así fuese.Al comienzo del descenso se encontraron con un hombre que caminaba en sentido contrario a lo que ocurría en el pueblo. Era la oportunidad de las niñas para saber que es lo que ocurría allí abajo.
— ¡Buenos días!. — Dijo Alicia intentado conocer al señor que se presentaba ante ellas en dirección opuesta.
— Buenos días. — Contestó el hombre. — ¿Vosotras también queréis acercaros al espectáculo?. — Preguntó bajo una sonrisa que Alicia conocía pero no sabía de qué. — Pues hoy el espectáculo final seréis vosotras dos.Las palabras de aquel hombre llegaron a las niñas sin comprender a que se refería. El primer golpe en la nuca de Alicia la dejó sin conocimiento. El segundo golpe sobre Nerea, no llegó a escucharlo. Todo se nublo sobre ella.
*************
La inspectora se interesó por los feriantes con un único propósito. No lo iba a dejar pasar más tiempo. Tal vez ellos supiesen algo sobre lo sucedido a las dos niñas. Aunque la inspectora lo tuviese claro, tenía que llevarles hasta esa prueba contundente que les faltaba para detener al asesino de las pequeñas.
David sorprendido por la actitud de su compañera se dedicó a seguirla como si ella fuese su superior.
No trataba de impedir ni entorpecer que la inspectora realizase sus pesquisas en la caza de aquel monstruo.
El inspector era consciente que Aida sabía más de lo que le había revelado.
Pero no iba a forzarla. Simplemente sería su apoyó para dar fin a aquellos extraños sucesos que pasarían a la historia negra de la villa costera.Aida trató el tema con los primeros feriantes que ayudaron a cubrir con sus lonas el cuerpo desmembrado del joven.
Las preguntas eran frecuentes en un caso de esas características. No llevaban mas de unos minutos desplegarlas todas ante la mirada y las notas que recogía David cada vez que un dato le parecía interesante.
Pasó uno por uno por todos. Desde los dueños de los autos de choque, hasta la noria. David no entendía a que venía todo aquel despliegue de su compañera en tomar declaración a cada uno de los miembros de los feriantes.
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La caja
Mystery / ThrillerUn hombre extraño aparece en la vida de la pequeña Alicia. En una mano porta una pequeña caja de música con una manivela y un único botón. ¿Será capaz de sobrevivir a la presión que está por descubrir su cerebro de niña?. Precuela de la próxima obra...