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—¡Park Jimin sal de ahí!

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—¡Park Jimin sal de ahí!

Un pelinegro intentaba que el mencionado abandonara su cama, era sábado y el pelinaranja seguía en su habitación sin notar la hora.

—No quiero... vé tú solo Jungkook...

—La cita era a las 12, faltan veinte minutos para eso—señaló su reloj—Son dos chicas, una para cada uno... Vamos

—Se que podrás con ambas—lo animó y volvió acostarse

Jungkook suspiró y decidió abandonar la habitación, esta no era la primera vez que el más bajo de hacía eso.

Por otro lado Jimin sonreía a gusto en su cama, gracias al pelinegro siempre conseguían muchas citas, había tenido varias novias, pero nunca nada serio. Jimin prefería quedarse en casa muchas veces en vez de salir.

El pelinaranja miró una foto que tenía en su mesita de noche y se quedó pensando. En la imagen él y Jungkook estaban sonriendo cuando cierto día fueron al cine.

La forma en que se conocieron fue inusual, pero aún así no se separaron. Desde los 16 años se volvieron muy unidos y se complementaban bastante bien.

En la actualidad ambos tenían 18 y estaban a pocos días de comenzar su primer año en la Universidad. Decidieron estudiar la misma carrera porque se desenvolvían muy bien en esa área.

Jimin volvió a sonreír por lo emocionado que estaba y decidió dormir nuevamente, no le importaba la hora, era sábado después de todo.


間違い


Jungkook sonreía satisfecho porque su salida resultó ser todo un éxito. Él siempre se caracterizaba por ser un chico seguro, entretenido y bastante atractivo.

Nunca trató mal a una mujer, pero podría decir que tuvo incontables novias, a pesar de su corta edad.

Le encantaba salir, especialmente los fines de semana, de esa manera conocía siempre gente nueva.

En este momento se dirigía a la casa de su mejor amigo, quedaron en ver una película para relajarse un poco. Su género favorito eran las de terror y le encantaba verlas junto a Jimin, porque este siempre terminaba asustándose.

Cuando estuvo a escasos centímetros de la puerta vió como esta se abría. Un pelirrojo salió felizmente y al verlo lo saludó.

—Bueno Jimin, no olvides volver a llamarme cuando necesites ayuda—finalizó por decir

—¿Ayuda? —preguntó el pelinegro

—Si...intenté prepararme algo de comer... pero—desvío la mirada—No salió nada bien—aclaró—Por eso llame a Hoseok para que viniera—sonrió de medio lado

El más bajo le dió la espalda para poder volver a la cocina e inmediatamente Jungkook notó algo inusual en su cuello.

—¿Qué te hiciste ahí? —señaló

—¿Dónde?— Preguntó al no poder ver de espaldas

El pelinegro se acercó más y pellizcó levemente la marca rojiza de que estaba al final de su cuello.

Jimin hizo un gesto adolorido y se apartó unos centímetros, fue directo al refrigerador para buscar un poco de jugo.

—No lo se...quizá fue un mosquito—dijo sin importancia

—Jimin... Se que no fue por eso—comentó—¿Quién es la afortunada? —preguntó

El pelineranja lo vió a los ojos sin saber que decir, sabía que el pelinegro podía malinterpretar las cosas.

—En realidad...no importa

Cuando Jimin llamó a Hoseok este no tardó mucho en llegar, el pelirrojo era un buen amigo suyo, lo conocía hace un año aproximadamente. Hoseok era homosexual y eso lo sabía muy bien, no era un problema, tampoco cuando actuaba de manera muy cariñosa, porque así era él. De paso hace unos meses le confesó que sentía mariposas en el estómago cuando estaba cerca de otro de sus amigos, Taehyung.

Sin embargo Jimin no quería decirle a Jungkook que Hoseok era el responsable. El pelinegro no era homofóbico, hoy en día casi nadie lo era, debido a diferentes circunstancias. Pero prefería que no supiera.

—¿Tienes hambre? —preguntó cambiando de tema

—En realidad no, comí hace rato—respondió

—¿En tu cita doble? —preguntó burlándose

—Si—sonrió—No todos los días sales con dos chicas al mismo tiempo

—¿No les molestó? —preguntó

—Al parecer no—respondió—Hablando de eso... —recordó—Me invitaron a una fiesta el próximo viernes ¿Quieres ir?

El más bajo lo pensó por unos segundos, probablemente no le haría mal salir a divertirse un rato.

—Claro—respondió finalmente

Jungkook sonrió porque logró convencerlo fácilmente y ambos chicos se dirigieron a la sala de estar, para poder empezar a ver una película.


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