✖29

10.1K 725 41
                                    

 Un pequeño Jimin de seis años corría de vuelta a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un pequeño Jimin de seis años corría de vuelta a casa. Su hogar se encontraba a dos cuadras de su escuela, se sabía perfectamente el camino y las personas a su alrededor lo conocían. Por lo tanto no era fácil que terminara extraviado.

Inmerso en sus pensamientos se detuvo para recoger una bonita piedra que yacía en su camino. Esta era lisa y contenía una mezcla de color violeta junto al blanco, los cuales dejaron maravillado al niño que la tenía en sus manos.

No obstante su lindo momento fue interrumpido por un niño que se paró frente suyo. El pelinaranja automáticamente levantó la mirada encontrándose con un castaño que también sostenía una piedra, pero esta no se veía tan bonita como la suya.

—Hola... —pronunció el pelinaranja al obsevar que el contrario seguía mirándolo

—Hola

—¿Eres nuevo? —preguntó el más bajo al saber que no lo había visto por el vecindario

—No... Solo vinimos por unos días —respondió

—¿Cuantos años tienes? —preguntó curioso —Yo tengo seis—dijo alzando ambas manos indicando el número

—Ocho—respondió volviendo a mirar la piedra

—Es mía—inmediatamente dijo Jimin sujetandola con más fuerza

—Lo se—respondió mirándolo de nuevo—¿Quieres intercambiar?

—La tuya no es bonita—respondió negando

Antes de poder responder una señora llamó la atención del niño mayor y este automáticamente volteó mirando en otra dirección.

—¡Jackson vuelve aquí!

Jimin observó como el castaño suspiraba y dejaba la piedra a un lado.

—¿Es tu mamá? —preguntó

—No, es mi niñera—respondió en voz baja

El pelinaranja escuchó como la mujer se iba acercando, mientras decía lo desobediente que era el castaño por salir a la plaza. Jimin miró la escena confundido porque su madre no solía prohibirle esas cosas.

Por esta razón detuvo al castaño del brazo y tomando su mano le entregó la piedra que sostenía.

Jackson volteó y por primera vez mostró su linda sonrisa agradeciéndole honestamente.

Jimin se despidió agitando la mano y volvió a retomar su camino a casa. Lamentablemente no alcanzó a decirle su nombre, pero al menos por el grito él supo que es castaño se llaman a Jackson. El pelinaranja esperaba poder verse en otra ocasión, así podrían ser amigos.

Cuando las vacaciones llegaron Jimin frecuentó el parque y la plaza más seguido. Hacía algunos amigos y jugaba con los niños durante horas, sus días eran divertidos y no se preocupaba por nada más.

ERROR ✖ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora