ERROR ✖ Kookmin

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El sol se mostraba reacio a aparecer el día de hoy. Las nubes se mostraban cada vez más y el ambiente frío se hacía presente alrededor.

Jimin caminaba a la par de Jungkook mientras conversaban sobre cosas triviales. No sabían exactamente qué conversión entablar a partir de ahora, si bien aún no eran novios, si estaban saliendo y prácticamente dejaron de ser los mejores amigos de siempre.

Aún no iban agarrados de la mano porque jamás lo habían hecho. Y tenían que admitir que les asustaba ir demasiado rápido (Olvidando completamente que tendrían un bebé en unos meses)

Sus pies se detuvieron al observar la entrada de la Universidad, a pesar de asistir a la misma carrera, en esta ocasión debían separarse porque Jungkook aún tenía unas cosas que resolver con su exnovia. Y quería hacerlo cuanto antes para poder estar libremente junto a Jimin si que nadie se llegara a entrometer.

Jimin estuvo a punto de despedirse, pero se quedó sin habla cuando Jungkook le dió un rápido beso y luego rápidamente se alejó de su lado, despidiéndose con una mano e indicándole que lo llamaría después.

Definitivamente el pelinaranja aún no podía acostumbrarse a aquellas muestras de afectos.

Sin embargo una pequeña sonrisa se instaló en su rostro y sin perder más tiempo se encaminó hasta su clase, sin notar a la persona que lo estaba observando.

間違い

Jungkook suspiró cansado al tener una muy larga y para nada amigable, conversación con la chica que alguna vez fue su novia.

¿En qué estaba pensando? Ella estaba loca, además de no tomarse para nada bien su rompimiento. No obstante el pelinegro fue firme con su palabra y como última advertencia le dijo que dejara a Jimin en paz. Si bien no había estado presente cuando publicaron las fotos de ellos en la Universidad sus amigos le dijeron que ella era la líder en aquel plan malévolo. No sabía si lo llegaría a cumplir, pero el se encargaría de mantener un ojo sobre ella por su intentaba algo contra su chico.

Jungkook sonrió de medio lado al saber que podía llamar de esa manera al pelinaranja. Aunque su relación de mejores amigos pasó a otro nivel, él en su interior sentía que era lo correcto. Jamás se llegó a interesar en un chico, pero con Jimin descubrió que no todo era imposible.

Ahora podría considerarse bisexual, a pesar de que en lo personal ningún hombre llamaba su atención, sus ojos en los últimos días solo iban dirigidos hacia el pelinaranja. Y pensaba que así sería por mucho tiempo.

Sacó su celular para verificar la hora y notó que había perdido más de sesenta minutos hablando con esa rufián. Negó un par de veces y pensó en saltarse la clase que tenía a primera hora, después de todo tampoco lo dejarían entrar.

Caminó por el patio para pasar el tiempo y visualizó a algunos estudiantes que parecían repasar una y otra vez los apuntes que traían consigo. El pelinegro no se caracterizaba por estudiar con tanto esmero, pero ahora lo tendría que hacer si quería ganar la beca de fin de semestre. Al no contar con la economía suficiente eso le ayudaría bastante en el futuro.