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 El departamento que Jungkook compartía con Chanyeol no era tan malo, en realidad era bastante cómodo y tenía el espacio suficiente como para que entraran los tres

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El departamento que Jungkook compartía con Chanyeol no era tan malo, en realidad era bastante cómodo y tenía el espacio suficiente como para que entraran los tres.

Afortunadamente su primo—lejano—no se hizo problema con que se quedase allí algunos días...semanas o quizá meses. Fue bastante comprensivo, especialmente porque su pancita ya era un poco más notoria. Se le hizo imposible decirle que no.

En este momento Jimin se removía en la cama, esta vez no era culpa del bebé su falta de sueño, tampoco los miles de pensamientos que tenía sobre el futuro. Lo que no le estaba permitiendo cerrar los ojos era Jungkook.

El frío de la noche se intensificaba con el pasar de los días, haciendo que una buena cama sea bastante necesaria para no tener incomodidades en el momento de descanso. Sin embargo el pelinegro hace aproximadamente una semana—desde que se trasladó ahí—Llevaba durmiendo en el sofá.

Este último no era realmente incómodo, pero tampoco resultaba lo suficientemente grande para un cuerpo como el de Jungkook, ni siquiera sería cómodo para un cuerpo como el suyo.

La primera noche no le tomó importancia a ese aspecto. Él estaba feliz en dormir en una cama y por nada del mundo pensaba volver a compartir cama junto a Jungkook.

La segunda noche se sintió ligeramente inquieto cuando notó que hacía más frío que de costumbre. Cuatro mantas yacían sobre su cuerpo, pero aquello no parecía ser suficiente.

La tercera noche empezó a notar que Jungkook se movía constantemente para buscar más mantas, la sala era mucho más fría que las habitaciones, por lo tanto era evidente que al pelinegro le haría frío especialmente por las noches. No obstante la mayoría de las mantas las tenía él, debido a que contaba con un bebé en su interior. Y tanto para Jungkook como para Chanyeol les resultó mejor que él se cuidara más que ellos.

La cuarta noche solo logró dormir después de una hora y media. Tiempo que lo usó para pensar en los sucesos que notó en Jungkook por la mañana de ese mismo día. Para empezar el pelinegro no paraba de llevar su mano a su cuello, lo masajeaba y constantemente lo movía intentando disipar su malestar. También pudo observar como su espalda se encontraba más rígida que de costumbre, sumándole el hecho de que se había enfermado.

La quinta noche su cuerpo empezó a tener la necesidad de caminar hacia la sala y decirle a Jungkook que se metiera a la cama. Podía estar enojado con él, además que tampoco estaba pensando en perdonarlo, sin embargo no creía que fuera justo. Jungkook a pesar de todo fue su mejor amigo. Sabía cuando el pelinegro no se encontraba bien, el trabajo, la Universidad y los deberes que tenía lo mantenían ocupado, lo suficiente como para hablarle solo lo necesario. Las ojeras bajo los ojos de Jungkook eran demasiado evidentes a estas alturas, quizá no pasó mucho tiempo, pero fue el necesario para que Jimin sintiera que no estaba siendo un buen "roomie"

La sexta noche—la que esta transcurriendo en este momento—era la noche que Jimin dejaría de lado ciertos altercados e iría a la sala para decirle a Jungkook que entrara a su habitación, aunque prácticamente también le pertenecía al pelinegro.

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