8. Cambios

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CAPITULO 8 "Cambios"

-Te dije que te buscaría cuando encontrará algo, aún no encontrado nada- me dijo Kate ahogando un bostezo cuando después de que tocara varias veces su puerta en plena madrugada, ella por fin abrió y se hizo aún lado para dejarme pasar.

-No he venido a eso- contesté pasando por la puerta que se cerró tras de mí.

-¿Porque vienes a esta hora? ¿no podías esperarte por lo menos a que saliera el sol?

-eres la única persona que me comprende, que conoce la verdad, he estado en este tiempo durante semanas y sino me desquito con alguien siento que explotaré.

Había pasado semanas, y seguía aquí y cada vez estaba más convencida de que las cosas no cambiarían, al menos no en un futuro cercano.

-¿Así que buscas unos oídos comprensivos? Bien, prepararé té y hablaremos.- me sorprendía que a pesar de interrumpir su sueño y llegar sin aviso no parecía estar enojada conmigo.

Tras unos minutos Kate volvió con dos tazas de té en la mano, me pasó una y después se sentó en el sillón de en frente y me miró.

-¿Y de que quieres hablar exactamente?- preguntó mientras intentaba prender un cigarro que había tomado de la mesa de lado.

-Siento que estas semanas he estado cambiando bastante, ¿Has investigado algo sobre eso?

Era curioso, pero dentro de todos los problemas que me encontraba, eso era lo que más me preocupaba.

-Bueno, más de lo mismo de lo que ya te dije. ¿Qué clase de cambios?- me preguntó curiosa.

Me puse de pie, sintiéndome muy tensa.

-De todo, para comenzar con el estúpido insomnio que jamás había padecido antes en mi vida y lo odio solo he podido dormir unas cuantas horas estos últimos días, y agradecería que apagaras ese cigarro que me estoy muriendo por uno ¿y sabes que es lo más gracioso? Que nunca he fumado en mi vida.- murmuré indignada por lo que me estaba sucediendo.

-¿quieres uno?- dijo estirando la caja.

-No.- contesté enojada, no negaré que una parte de mi le costó negarse pero no podía empezar a ceder en esas cosas- Apágalo.

Kate me lanzó una mirada resentida por haberle gritarle, pero siguió mi orden y apagó el cigarro de mala gana.

-Perdón, el insomnio y estas horribles ganas de fumar me ponen de muy mal humor.

Nunca había experimentado lo horrible que era no poder dormir durante días, dar vueltas en la cama sin poder pegar el ojo, quedarse viendo el techo sin una pizca de sueño, a sabiendas que al día siguiente tendría que tenía que ir a trabajar, durante esas horas despiertas solo podía pensar en mi familia y en mi amigos y me entristecía bastante porque los extrañaba y me deprimía, y luego al día siguiente estar tan agotada por la falta de sueño, no tener ganas de hacer nada lo que era estar cansada todo el día por la falta de sueño.

-Solo recuerda que soy la única persona que puede ayudarte, no te conviene hacerme enojar.

-Lo sé, lo sé, es que además resulta que una parte de trabajo es arreglar prendas y diseñar cosas, Alice no me deja de presionar, y al parecer es una habilidad que todavía que no adquiero de la verdadera Cece pero es algo que me serviría de mucho para que no me echen del trabajo, me van a despedir ¿Alguna idea?- pregunté desesperada.

-¿Seguro que no lo puedes hacer o no lo has intentado? Intenta hacerlo.

-¿Y si arruinó la ropa? Me ira mil veces peor.

Play With Fire (Brian Jones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora