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Julio

Ya estando en agosto, me pongo a recordar en mes anterior, que para mi ha sido uno de los meses más decisivos del año. La gran variedad de experiencias que he vivido en Julio me han hecho reflexionar sobre diversos aspectos de la vida. La primera mitad del mes fue muy buena, tuve grandes experiencias, lo pasé muy bien y realmente pensaba que este año si había merecido la pena, ya que los anteriores meses no lo había pasado demasiado bien, este año han pasado diversas cosas que han provocado pensar que este es mi peor año de juventud. Pero el inicio de este mes, al menos, hasta el día 15, hizo que pensara diferente. Pero no todo podía ser perfecto. A partir de la mitad de mes, ya no estaba solo, sino que me empezó a acompañar una pequeña entidad en mi espalda. Una sombra negra y pesada que debía llevar todos los días sobre mi. Por culpa de este ente, mis días se fueron desmoronando, cuestioné mi cordura y perdí toda la alegría que había almacenado los últimos días. Por suerte, poco a poco he ido quitándome ese ente de encima, aunque no ha sido una tarea fácil. Actualmente sigo pensando en este suceso, que aunque no ha durado demasiado, me preocupa que haya ocurrido. He aprendido mucho de esta experiencia y creo que mis conocimientos nuevos me ayudarán a que algo así no vuelva a pasar, así que como se dice, no hay mal que por bien no venga, ¿no?