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Luna II

El astro más hermoso de la galaxia, brillante como ninguno, precioso color gris luce, el más elegante como pocos. Guía lentamente mi recorrido, prolonga mi vida como ninguno y lo más importante, eres mi Luna.

No se si mis sentimientos actuales son reales o producto de una desesperación social, pero solo se que siento amor. No sé que tipo de amor, pero el sentimiento es fuerte y continuo, repentino y cansino, y me pesa como pocos he tenido alguna vez. Pocas veces me he enamorado fuertemente de alguien, pero se lo que se siente, y no es algo diferente a mis emociones actuales. Pero hay algo diferente, algo que no me convence, para ser más concretos: un olor. Olor a peligro, olor a precaución, olor a olvido. Ese olor tan desagradable no me deja tranquilo y revuelve mi consciencia intranquila y metódica. Incapaz de ignorar, me veo en la necesidad de averiguar el origen de ese olor, el cual me resta cordura de mi sano color verde. No puedo dejarme vencer por esto.

Mi corazón se acelera cada vez que la miro, mi respiración se entrecorta cuando la noto cerca, mis palabras salen con dificultad cuando hablamos, mi cara se torna a color rojo cuando me mira a los ojos. Mi debilidad es evidente, pero cuando viene el olor a mi, todas esas cosas se convierten en preocupación.

Como me gustaría mirarla sin recordar el pasado, como me gustaría confiar sin recordad el pasado, como me gustaría besarla sin recordad el pasado, como me gustaría abrazarla sin recordar el pasado. Como me gustaría ignorar mi pasado y ser más asertivo, pero es dificil eliminar una cicatriz. Estaré maldito de por vida, y nunca disfrutaré igual que antes del amor.

Nunca he tenido un amor verdadero, una relación duradera ni una aventura romántica. Me podría considerar muy inexperto en todo esto, pero si que he vivido algunas cosas que me han hecho despertar y darme cuenta de qué posición tomar ante el amor. Así no recibiré más daño, así no recibiré más dolor, así no pecaré de confianza. Nunca más volveré a cometer el mismo error.

Todos los días tengo buenos augurios gracias a ti. Te debo parte de mi cordura, y parte de mi felicidad. Solo hablándote puedo experimentar un sentimiento de tranquilidad tan sereno. Solo mirándote puedo ver la gran belleza de tus ojos. Solo compartiendo tiempo contigo me siento realizado, solo ayudándote siento que he ayudado a un ángel. Y solo seguramente estaré ya que como es una carta, falta la correspondencia.

La Luna me guiará a un lugar correcto y concreto, pero ¿será bueno para mí? ¿Será un capricho divino? Solo el tiempo y tú lo sabéis.