Día de la Resurrección
Hoy es el rescate.
Están encerrados en unas celdas dónde pelean como si fueran gallos, específicamente en el Mortal Cage.
Decidí ponerme un enterizo negro con cinturón de arnés para guardar armas «mi especialidad las navajas y las ametralladoras», botas negras, una coleta alta para que no moleste mi cabello a la hora de la acción, y el maquillaje nunca puede faltar, no lo utilizo en exageración pero siempre trato de verme bien.
Antes de venir mandé a comprar unas rosas negras para tirarlas aquí; le repartí un par a Boris, unas cuantas a los Rusos y otras tantas para mi.
Estamos justo afuera, escondidos en lo que entramos. Nos dividimos Boris por un lado con sus hombres, yo por otro, tratamos de interceptar todas las salidas para no tener ningún sorpresa, ni dejar que escape nadie.
Escucho por el comunicador «auricular», como Boris da la orden de entrada, doy una gran bocanada de aire y me preparo tomando con fuerza mis Sub Ametralladoras KWC Modelo UZI 4,5mm.
—Señorita Katherine, cuídese y dispare a todo lo que se mueva.
Le gusta decirme "Señorita", pese a la edad que tengo ya, siempre he aparentando más años.
Quito de mi cabeza cualquier pensamiento que no me centre en la misión.
Pff.
—Entendido Boris, cuida tu culo, quiero seguir agarrando cura contigo.
Y es cierto, nos hemos divertido algunas veces ya que dice pura estupidez igual que yo.
—Lo mismo digo.
«Que comience la cacería»
Corremos hasta llegar a una de las puertas y...
¡Entramos joder, entramos!
Recorremos el lugar buscando a Ilenko, mientras mi mirada también recorre cada espacio buscando a Christopher y Patrick.
—¡Se dieron cuenta que estamos aquí!. —Escucho a un agitado Boris.
Pongo atención agudizando mis oídos y se escuchan los balazos.
Armas resonando por doquier.
No tan lejos diviso una celda bastante custodiada por lo que supongo debe estar alguno de ellos ahí.
Dejo las ametralladoras colgando a mis lados gracias al cinturón y lanzo dos dagas alertando a todos.
Le ordeno a los Vory que vienen detrás mío que comience a disparar.
Me cubren para volver a tomar mis armas.
Disparo a todo lo que se mueva, literal, ya que un presentimiento yace profundamente en mi pecho.
«Menos mal no está Antoni aquí» que sino, se hubiera dado cuenta de que también estoy ahora con los Rusos, eso es algo que no me conviene en lo absoluto.
Tengo que cuidarme a la perfección u al menos intentarlo, por lo cuál dejo que avancen unos rusos antes que yo, no traigo chaleco ni nada que me cubra
«Y no es por boba, simplemente es porque el cinturón con las armas ya tienen un peso, del cual no toleraría junto con un chaleco antibalas».—Está aquí, lo encontramos. —Le informa a Boris uno de los rusos que va más adelante.
Me acerco para confirmar con mis propios ojos si no se está equivocando, y no, está aquí junto a Christopher y Patrick.
«Están los tres juntos» jodidos de la mierda, sucios y con aspecto horrible pero vivos qué es lo importante ahora mismo.
ESTÁS LEYENDO
Heaven and Hell
RandomNo soy una Morgan, llevo su apellido pero no su sangre, sin embargo, he sido la única qué desde que los conocí supo descifrarlos, que entendió su tempano de hielo y adoptó uno mismo. No es fácil ser una James; tener que soportar lo que conlleva... ...