Capítulo 22

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—Pues no te escuchas taan bien sobri.

—Comunicame con Rachel.

—Ni un por favor tío favorito en el universo y en el mundo mundial ¿me merezco? te volviste una descorazonada igual que tu padre.

Sonrío sin mucha gracia.

«Pase lo que pase siempre lo extrañaría.»

—Por favor Patrick.

—Te falta, tío favorito en el universo y en el mundo mundial.

—Shh.

Escucho como grita "¡esa es mi sobrina favorita chingado, la extrañé!".

Maldito loco como lo quiero. —Murmuro.

—¿Katherine?

—Hola mamá.

—Mi corazón, no me dejaron ir por ti. —Noto su voz entrecortada.

—Está bien, necesito qué compres tres ramos de flores, rosas negras y vayas a...

Le doy las coordenadas que reconoce al instante.

—Pero es peligroso ir.

Sé que es de suma importancia llegar con la cura cuanto antes, sin embargo necesito hacer ésto.

—Tengo todo bajo control, solo será un rato.

—De acuerdo mi niña, ahí nos vemos.

—Estás loca si crees que irás para allá Katherine.

—Iremos todos Simón, así que ya escuchaste la ubicación Death.

Éste último va manejando así que se dirige camino a mi destino.

—¿Para qué?

—Queti.

—Ah no, basta con esos tratos señorita.

—Me voy a dormir tío, así que haz lo mismo.

Me recargo en Dominik y cierro los ojos.

«Sigo sintiendo cansancio.»

—Te vez mal. —Me susurra Parker.

—Así me siento.

—Descansa.

Lo hago hasta que llegamos al lugar.

Con ayuda de Dominik bajo de la camioneta y veo a mi madre ya aquí con los ramos, corre a abrazarme no sin antes darle las flores a Death.

La abrazo con la poca fuerza que he recuperado y se suelta a llorar.

—Mi niña tan hermosa, pensé que no volvería a verte.

Escucho pasos detrás de mi, al voltear veo a Christopher acercarse con cara de mierda «como normalmente», junto a su guardaespaldas.

Me separo de mi madre.

—Papá.. —Artículo una vez llega hasta mi.

Lo abrazo y me permito sentirme débil porque sé que me sostendrá.
Me abraza con demasiada fuerza, sin embargo no digo nada porque yo también lo extrañé; nos separamos un poco sin dejar de soltarme.

—Pasáme mi bolsa Simón, por favor. —Le pido ya que se encontraba mirando la escena casi llorando.

—¿Y Sam?

—En la mansión, todos están ahí por la contienda, por Owen, por ti. —Me responde Rachel.

—Llevalas a Sam cuanto antes, que las suministre en Damon y lo mantenga en observación.

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