Heaven and Hell

Capítulo 3

Días después

Desde las cuatro de la mañana estamos levantados desayunando con los demás para luego entrenar.

Temprano entrenamiento físico, por la tarde trabajamos con armas blancas y a violentar puertas, cajas fuertes, etcétera.

La semana transcurre, todo rindiendo frutos.

El tatuaje por supuesto sigue ardiendo en mi piel, fue doloroso.

Hicimos una prueba en la que Owen ha estado bien, ayudó «tiene buenos reflejos» cómo dije ya, es sumamente inteligente. Así como también ayudó eligiendo el nombre del ejército.

«Ejército Rojo»

Revolucionario.

Opresor.

Justo.

Omnipotente.

«Palabras del Vor»

Antoni se manifestó mandando un mensaje "Cuando el Rey habla los plebeyos se arrodillan y cayan.", conociéndolo eso solo es el comienzo de su aparición.

Mascherano hijo de puta, ése maldito se manifestará cada vez más con tal de jodernos la vida. Lo que mejor le puede salir.

Me meto en una de las oficinas de la fortaleza para poder pensar sobre muchas cosas, hoy es un día del año dónde no me siento con muchos ánimos.

Hasta aquí escucho los reclamos de Milenka hacía Christopher por no estarla llevando con nosotros, y qué quiere una jodida vaca para jugar con la princesa, «Amelie».

Emma se fue junto a su hija hace unos días; va y viene, así es ella una mujer exitosa ocupada «Queen».

Me encuentro pensando en ello, cuando de repente recibo una llamada de un número de Italia.

«Puede ser Rachel» pienso de inmediato.

No lo creo pero igual contesto.

—Principessa.

Es Antoni.

Joder.

—Me enteré de que rescataste a Christopher Morgan, su amigo e Ilenko Romanov, mataste a mucha gente, eso no se le hace a la familia mucho menos a tu padre, qué acaso ¿quieres que vuelva a encerrarte, e inyectarte? ¿tanto ansias volver tener relaciones con mis hombres?

Trago grueso al escuchar eso.

Maldito hijo de puta.

—Mascherano en tu vida vuelvas a amenazarme con eso, yo no tenía relaciones con tus malditos hombres, ellos me violaban, porque tú los mandabas a violarme. —Respondo tratando de sonar lo más tranquila posible aunque por dentro me esté destrozando con los recuerdos.

Siento como mi respiración se vuelve agitada por el enojo, junto a la frustración pero con él es mejor no demostrar ningún sentimiento, no dar a entender con ninguna palabra lo que sientes, ni siquiera que escuche como va tu respiración.

—Cree una droga en tú honor principessa, puesto que te encantan las rosas negras y Francia pero me pagas poniéndote en mi contra.

Puta madre con lo de la droga, el maldito está demente, son diferencia en conjunción de químicos para crearla junto a rosas negras, ya que es cierto, me encantan. 

«Rose Noire» Una droga especialmente creada para mi, no tan fuerte como el HACOC o el HASSE pero letal para los débiles.