Corazón de hielo (Terminado)

Parte N° 45

Me despedí de mis abuelos con un fuerte abrazo, y un poco de lagrímas, cuando ya terminamos una larga despedida mi abuela se dirigió a Peter diciéndole,- Por favor cuídala mucho!-, tomó su mano entre sus dos manos.- Elizabeth los espera abajo en un auto grande, piensó que ya lo conocen, es hora de que se vayan.

Peter se despidió de ambos, y cuando íbamos a bajar las escaleras, tome del brazo a Peter, de gancho. Por un momento, el mundo me daba vueltas. Así que Peter entendió y fuimos despacio.

Cuando llegamos a la entrada del hospital vi el auto de aquella vez. Entonces el chófer me ayudo con la puerta, y Peter a entrar en el auto. Y frente a mi, sentadas estaban Alex, y Michael, y había un gran espacio hasta llegar a la ventana donde estaba Elizabeth mirándome con una sonrisa hipócrita.

Peter, se subió y cuando vio mi cara, mirando con desespero a las tres, el paso su brazo por mis hombros, abrazándome, y me susurro al oído;
- Yo estoy aquí, - besó mi cabeza.

Elizabeth me dijo.- Pero por que esa cara?-, rió con complicidad.- Creí que ya estabas mejor.

Cuando el chófer subió grito mi tía Elizabeth,- Arranca! Vamos al lugar que te dije-, sonaba algo furica.

Yo abracé a Peter con mucha fuerza.

Elizabeth dijo con hipocresía,- Niñas por que no saludan?-, les dijo a sus hijas.

Alex me dijo,- Como estás? Debíl? Que pasa si te sobre exaltas? Te desmayas?

Michael dijo.- Alex, respeta-, reían ambas.- Aun no entiendo tu que haces aquí, nos extrañaste mucho?-, miraron a Peter.
Me sorprendí, sentía ganas de golpearla al ver como le miraba a Peter y le coqueteaba.

Peter dijo.- No puedo vivir sin Wen-, lo miré a los ojos, con felicidad, ya no estaba molesto conmigo.

Elizabeth me dijo groseramente.- Niña, bájate, y ve por tus cosas. Rápido!

Peter dijo.- Yo la ayudó.

Subí a mi habitación, la cual ya no lo sería. Me senté en la cama, Peter saco una maleta y fue metiendo en ella, cosa por cosa. Y en eso me entró una llamada a mi celular.

wendy:- Hola.

-Hola, Wen?

Wendy:- Si, quien habla?

-Soy yo maya-, gemí.

Wendy:- Por que tu llamada?

Maya:- Iré a visitarte.

Wendy:- No estoy en casa, no volveré a este lugar.- Dije molesta.

Maya:- Todo esta bien? No me has contado algo?

Wendy:- Tal vez si te fijarás más en lo que siento, y me preguntarás lo sabrías pero ya es tarde, adiós.

Colgué el teléfono, y me mareé, me dolía la cabeza. Peter lo notó.

Peter se acercó diciendome. - Princesa, no es bueno que te sobre ejercites de esa forma.

- Lo se es solo-, dije suspirando acompañado de una pausa, cerrando mis ojos, con mis manos en la cara, se me nublo la vista.

Peter me dijo,- Wen?-, cuando pude ver un poco lo vi a el sentado a mi lado, con una pastilla en su mano.- Tómate esto, espera te traeré agua.

Cuando volvió ya estaba algo mejor, pero el dolor de cabeza, era como un martirio.

Tomé la pastilla, y Peter, me acostó en la cama.

Peter me dijo,- Descansa, mientras terminó con esto.

- De donde sacaste esa pastilla?-,le pregunté, el volvió a la maleta.

Peter respondio.- Son las pastillas que la doctora, te recetó. - Agarró un vestido y lo metió en la maleta.- Y quien era?

Respondí.- Maya-, suspiré.

Peter dijo,- No quiero que sigas hablando con ella, ella te hace mal.

- No te habías dado cuenta?-, dije con sarcasmo y reí.

Peter respondió.- Si, pero hoy vi que lo hace de una manera única.

Reí,- Peter y tu maleta?-, le pregunté.

Peter me respondio.- Mis padres me la llevaron al hospital, ellos la tienen en el auto.

- Ya veo...-, suspire, el cerró la maleta al terminar, se la colgó en el hombro derecho, y se acercó a mi, cargándome, en sus brazos, con mi cabeza recostada en su pecho.- Que haces?-, pregunté.

Peter respondio. - Te cuido.

Llegamos al auto, y el me dejo allí sentada, mientras de nuevo Alex, Michael, y Elizabeth me miraban con sus sonrisas hipócritas.

Peter, dejo las llaves debajo del tapete, y hecho llave en la casa. Luego subió al auto, y volvió a abrazarme.

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Cuando iba a bajar, Peter se ofreció a cargarme, y aunque le dije que no lo hiciera, lo hizo. Me subió hasta la habitación de huéspedes en la que ya antes nos habíamos quedado, y la cama esta vez era una cama de dos personas, pero esta vez el todo era rosa, el color que más odiaba.

Peter, me dejo en la cama.

Peter me dijo.- Desde ya, dormimos juntos.

- Desde antes-, sonreí y el asintió, entonces reí. El dejo nuestras cosas en una esquina del cuarto, sentándose al otro extremo de la cama. Pude darme cuenta que esta vez había un televisor, algo grande en frente de la cama, colgado muy arriba.

Peter me preguntó.- Y no te quieres poner tu pijama?

- Que hora es?-, pregunté mirándolo tiernamente.

Peter saco su celular y respondió,- 7:45 p.m-, dijo mientras tomaba mi cintura, corriéndome hasta el.

- Bueno me gustaria quitarme este  vestido, ya esta sucio, y es algo incomodo, me gusta... Pero dos días seguidos no están lindo-, dije arrugando mi nariz.

El se acercó a mi, y poniendo su rostro frente al mío me dijo;- Pero eso si, se te ve hermoso-, me besó. Yo no pude evita y le correspondí, pues era lo que estaba esperando desde que vi a Nico, de parte de Peter.

El se detuvo, me miró de arriba abajo y dijo;-no quieres quitarte esos zapatos?

Asentí.

Y cuando me los quitó me volvió a besar, y el ritmo de nuestros labios fue aun más rápido entonces yo termine acostada, y el se detuvo.

- Lo siento-, dijo Peter, me miró a los ojos, y se alejo de mi.

- De que hablas?-, el se puso en pie. Yo me senté.

-No quiero perder el control, por ahora no es bueno que pase, por más que yo lo quiera, y que quiera que toda tu, seas toda mía-, respondió el.

- No tenía pensado que pasará eso-, le dije con tranquilidad el se veía algo nervioso.

- Lo se por favor dame un momento-, respondió el y entro al baño, me senté de nuevo en la cama.

Peter se demoró demasiado en el baño, entonces prendí el televisor, estaban dando una película de acción, y mientras la veía fui muy despacio hasta mi maleta, y saque mi pijama favorita, era azul cielo, con dibujos de nubes en toda ella, y era un pequeño pantalón con una camisa muy simple.

Me la puse y me metí en las cobijas. Y entonces sonó la puerta tres veces.

- Siga!-, grite.

Pense que era Peter, pero estaba confundida, era Elizabeth.- Como estas?-, pregunto.

- Muy bien, tuve una pequeña decaída pero muy bien-, dije algo decaída.

Elizabeth respondio. - Que bueno cielo-, era algo amable, me sorprendí.- Mañana te esperamos a las 9.30 de la mañana en la cancha de tennis con tu chico-, me guiño el ojo. Yo sonreí.

Asentí y le añadí,- de acuerdo.

Elizabeth se puso de pie.- okey, descansa.

Estaba siendo muy amable. Y me asusté un poco.