Wind Voice -Fanfic BNHA x oc

Capítulo 55

Sentía los latidos de mi corazón resonar en mis oídos, podía jurar que hasta era capaz de sentir la sangre correr en mis venas a gran velocidad. Estaba nerviosa, muerta del miedo, de la duda, la ansiedad.

—No voy a lastimarte.

Declaré con total seguridad en mi voz. Me negaba a golpearlo, me negaba a cometer un error debido a los nervios.

—¿Entonces vas a seguir tratando de escapar inútilmente? Ya te dije que eso no va a funcionar conmigo. No seas una cobarde y pelea, no soy tan débil como para caer fácilmente ante una mocosa como tú —él trataba de provocarme, de convencerme de que todo estaría bien, de que no había razón alguna para preocuparse. Pero no iba a funcionar, esta vez sería testaruda.

Aumenté la potencia en mis pies e intenté huir, usando mi velocidad a mi favor. Una parte de mi, quería ser positiva y creer que con el peso que él llevaba sobre sí mismo, le sería más difícil alcanzarme, quería creer que esa era mi ventaja, que así podría ganar, pero otra parte de mi sabía que ese hombre era demasiado ingenioso como para dejarme escapar fácilmente.
Sentí un movimiento detrás de mi y al instante me elevé. Era la tapa de un tacho de basura, lo había arrojado como un platillo volador, pero ¿y el lanzador?

—¿Dónde está?

No tenía tiempo para buscarlo, los minutos pasaban y tenía que llegar a la meta.
De pronto, ví una ráfaga amarilla por el rabillo del ojo, y luego, un ataque de jet en la espalda me mandó a volar. 
Casi caigo al suelo, si no fuera porque atiné a usar mi quirk para mantenerme flotando. Mi espalda me estaba matando, ya había recibido más de un impacto en ella.
Levanté la mirada y miré a mi abuelo, a aquel hombre que conocía desde niña, tenía una mirada de reproche, enojo.

—¡No me subestimes maldita mocosa! ¡Ya te lo dije mil veces! ¡No necesito tu compasión! —aceleró su vuelo hasta quedar frente a mi— ¡Pelea! —coloqué mis brazos en X antes de recibir un puñetazo en mi cara.

Seguía defendiéndome, y el reloj seguía moviéndose.

—¡Contesta!

Mi rostro se contrajo, con indecisión en todo mi cuerpo. Me mordí los labios e intenté pensar en alguna estrategia, alguna manera.
Él se acercó y asestó un golpe en mi estómago que me quito todo el aire de mis pulmones y me hizo perder cualquier pensamiento en mi cabeza. Terminé impactando contra la pared de un edificio mientras que trataba de recobrar el aire que había perdido tras el golpe.

El héroe veterano volvía por mi, dispuesto hacerme luchar a las malas de ser necesario. Traté de ignorar el dolor en mi cuerpo y, mientras que me mordía los labios aceleré en mi huida dirigiéndome hasta a un callejón sin salida con la esperanza de ganar tiempo con ello.

—¡No vas a escapar!

Sabía que no podría escapar, ya me había rendido con eso, pero tenía que buscar una manera de ganar sin lastimarlo, y para ello necesitaba al menos un minuto para pensar con calma.
Doblé en la esquina que le llevaría al callejón, y al llegar, coloqué hacia adelante ambas palmas de mis manos y cerré los ojos con fuerza.

—¡35!

Grité para así concentrarme mejor. Corría el riesgo de no romper la pared por completo, por eso, esto era un salto de fé.
La potencia fue despedida y mi cuerpo avanzó hacia adelante sin problemas. Al abrir los ojos, había dejado una nube de polvo y concreto detrás de mi. Era mi oportunidad.

Volé lo más rápido posible, evitando usar Jet para no dejar rastros y me escondí dentro del balcón de una casa.

Me apoyé contra la pared, y miré mis brazos, estaban llenos de raspones y rojos debido al impacto del puñetazo anterior. No podía ver mi abdomen pero podría jurar que tiene un moretón. Mis lentes estaban agrietados debido a todas las caídas que había tenido en el transcurso de la pelea, y era más que seguro que mi cabello estaba hecho un desastre, todo en mi estaba era un desastre.
Traté de recordar las peleas anteriores, buscando una forma de poder vencer al oponente que me había tocado. Kirishima había perdido pero, en el caso de Tsuyu y Tokoyami tuvieron una mejor suerte, ellos no le ganaron a Ectoplasm, de hecho, estaban perdiendo, pero lo lograron con... Las esposas.
Saqué dicho elemento que estaban en mi bolso trasero y las miré, tenía que usarlas si quería ganar, pero debía ser astuta, solo tendría una oportunidad, si él las ve, seguro que me las va a quitar o va a evitar que se las ponga, tengo que encontrar la manera de hacer que baje la guardia lo suficiente como para poder apresarlo.
Una idea cruzó mi mente. Si, esa era la única opción, arriesgada, pero valdría la pena si ganaba.
Guardé de nuevo las esposas y me puse de pie, tomé aire y lo solté en un largo suspiro.