Jasmine

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Ya he vuelto!! Y qué mejor forma de hacerlo que nuevo capítulo? Disfrutad!!
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(Emma P.O.V)
No podía fingir que no la había oído. No podía fingir que no veía en la cara de Sherlock que la conocía. Tampoco podía fingir que no notaba el color subir por sus mejillas.
Se separó de mí y encaró hacia la puerta.
- ¿Ja-Jasmine?- tartamudeó- ¿eres tú? ¿Qué haces aquí?
En la puerta, una mujer de pelo marrón y ojos oscuros y profundos nos miraba.
- Sí, Sherlock. Estoy aquí para acabar lo que nunca empezamos- contestó.
Se lanzó a los brazos de él y le abrazó. Entonces me tocó sonrojarme a mí, y no precisamente de vergüenza. En ese momento no llegué a comprender la razón, pero ya la odiaba.
Menos mal que Sherlock, incómodo, se separó de ella dando un saltito hacia atrás. Puede que él no lo notara, porque no es muy hábil en esos temas, pero la tal Jasmine buscaba su boca.
- Eh... Siento interrumpir este hermoso reencuentro, pero, ¿me explica alguien qué pasa?- me entrometí.
La morena me miró con desprecio. No podía tener un récord más alto. Tres minutos, una frase, y toda mi mala intención era para ella.
- Oh, querida- dijo, con voz dulzona- ¿Sherlock no te ha hablado de mí?
Y, girándose hacia él, repitió:
- ¿No le has hablado de mí?
- No.. No tuve ocasión...- respondió Sherlock, azorado.
- Pensé que te importaba- lloriqueó Jasmine, haciendo pucheros que pretendían ser adorables, pero le daban cara de besugo.
- ¡No! Eh ¡Sí! Yo... Ay- intentó calmarla él.
Viendo que no le quedaba más remedio, abrió la boca, cogió aire y empezó a contarme.
- Verás, Emma. Jasmine es Belga, de Bruselas. Un día me llegó una carta de ella que solicitaba mi ayuda. Acudí inmediatamente con John, incluso avisé a Scotland Yard, pues el caso prometía; pero al final resultó ser decepcionantemente sencillo.
Como solo tardé un día en resolverlo y el billete de avión es caro, Jasmine se ofreció muy amablemente a hospedarnos en su casa. Estuvimos una semana visitando Bélgica, con ella como guía, y fue una experiencia magnífica. Desde entonces hemos estado en contacto, y hablamos muy a menudo. Ese fue el comienzo de una bonita relación de... Se podría decir... No estoy seguro, pero ¿una especie de amistad?
Vi como ella torcía el gesto ante la expresión de "una especie de amistad". Ay, pero que mal nos íbamos a llevar...
- Aunque- añadió- no sabía nada de tu visita de hoy...
- ¡Te mandé varios mensajes!- le reprendió- ¡Y no contestase a ninguno! ¿Cuánto tiempo llevas sin revisar el móvil?
- Unos meses- dijo Sherlock en voz baja.
- ¿Por qué?- preguntamos las dos al unísono.
- No... No he tenido mucho tiempo...
- Ayer mismo te pasaste el día ocioso- apunté- tirado en el sofá y pinchándote cosas raras.
Un escalofrío me recorrió la espina dorsal al recordar esos líquidos de colores extraños que se inyectaba en vena. Tenía que encontrar donde los guardaba y tirarlos.
Le miré a los ojos, y la sombra de la culpabilidad se cernió sobre ellos.
- ¡Sherlock!- exclamé, con el mismo tono que usaría para regañar a Izzy por romper una muñeca- ¿¡Qué le has hecho a tu móvil!?
- Puede y solo puede- contestó- que le tirara ácido encima mientras experimentaba en la cocina...
Me obligué a mi misma a calmarme. "No es el momento", pensé.
- Si Sherlock no te ha invitado, ¿cómo es que vienes?- pregunté.
En ese momento se oyó otra nueva voz.
- Fui yo quien la invitó. Ella me llamó, alegando que Sherlock no le respondía, y yo la invité a vuestra casa. Espero que no os importe. Jaz, espero que estés cómoda en tu estancia en Londres- dijo.
Yo ya sabía quien era, pero la contestación de Jasmine me sacó de cualquier duda.
- Seguro que será adorable. Gracias por el favor... Greg.

Sherlock Holmes y las cien puertas (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora