Epílogo

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(Sherlock P.O.V)
Día uno
Emma sigue en el hospital. Nada ha mejorado respecto el día del ingreso. Su recuperación es dudosa.
Día ocho
El coma sigue siendo profundo. El primer electroencefalograma no ha demostrado nada.
Día dieciséis
He vuelto a ir a verla al hospital. Sigue sin dar respuestas de vida alguna, pero yo no voy a desistir así como así. Seguiré yendo a visitarla.
Día veinticuatro
Los médicos aseguran que puede oírme. Yo sé que puedo traerla de vuelta. Sólo hay que esperar.

Levanté la vista de lo que acababa de escribir en mi libreta. Todos los días, desde su ingreso, había ido anotando sus progresos.
Guardé la libreta y el lápiz en mi bolsillo, y me dirigí a casa. John, cómo no, no estaba. Sólo me quedaba la opción de retirarme a mi música y mis pensamientos. Tomé mi violín y comencé a tocar. Así transcurrió mi mañana y gran parte de la tarde.
Entonces, el teléfono sonó. Era un número conocido, era del hospital.
Me apresuré en contestar. La voz conocida del médico que solía tratar a Emma me asaltó con aquella noticia. Mi violín chocó contra el suelo y, por primera vez, yo no le presté atención. Sólo debía coger mi abrigo y conseguir un taxi que me llevara lo más rápido posible hasta el hospital.
En cuanto salí, conseguí alcanzar un taxi. Le di la dirección a taxista, que debió comprender mi prisa, por lo que corrió hasta el hospital tan rápido como pudo.
Cuando llegamos, pagué al taxista a toda prisa y entré al hospital en cuanto pude.
- Muy buenas Mr. Holmes- me saludó amablemente la recepcionista- ¿A quién viene a visitar?
- Oh, vamos Savannah, sabes perfectamente por quién vengo- respondí fríamente.
Ella torció el gesto.
- Me temo que ahora no podrá pasar a verla. Es un proceso delicado, el de desconexión... Los médicos necesitan concentrarse.
- ¿¡Cómo!? ¡Debo estar con ella!
- De veras lo siento, pero no puede pasar.
Yo bufé.
- No necesito tu ayuda para encontrar la habitación.
Me despedí con un gesto y fui directo a la habitación 430. En la puerta de esta me esperaba una enfermera con cara de preocupación. Sin preguntas, al verme se hizo a un lado, dejándome pasar.
Abrir a puerta y me encontré con la camilla de Emma, rodeada por el médico usual y varios a los que no conocía. Estaban inyectándole sueros y conectándola de una máquina a otra.
Me arrodillé frente a la camilla, y tomé su mano entre las mías durante el resto de la intervención.
Al rato, todos los médicos se retiraron, dándome a entender que todo había acabado.
Con lágrimas en los ojos, levanté la vista para ver a la mujer que amaba. La mujer que había dejado el mundo sin saber que la amaba.
Y que ahora volvía a respirar.

~ 10 años después ~
(Emma P.O.V)
- Mamá- dice la pequeña de cinco años- ¿Cómo supiste que estabas enamorada de papá?
- El amor es complicado, Violette- contesto, mientras le trenzo el pelo.
- ¿Me lo puedes intentar explicar, por favor?- pide.
- Ah, el amor- oigo que dice una voz grave a mi espalda- tan inesperado... Tan poco querido, y ahora no puedo vivir sin él.
Me giro, pero Violette se me adelanta.
- ¡Papá!- grita, lanzándose a los brazos de Sherlock. Él la coge, sonriente, y se sienta en el banco del porche a mi lado.
Los tres juntos contemplamos el jardín de nuestra casa. Nuestra tranquila y apartada casa.
- El amor es felicidad, princesa- dice Sherlock dirigiéndose a Violette- y ahora que os tengo, creo que nunca podré ser más feliz.
La pequeña pelinegra abraza a su padre.
Yo, instintivamente, me llevo una mano al vientre.
Él me dirijo una rápida mirada, y sé que lo sabe. Siempre lo sabe todo.
- Bueno- añade, colocando su mano encima de la mía y depositando un suave beso en mi frente- parece que sí podré ser más feliz.
FIN



Bueno, me siento tan Moffat ahora mismo >:D... En fin, l@s que de verdad pensaron que la iba a matar, no me maten a mí, que l@s amo con todo mi corazoncito.
Ya les daré agradecimientos suficientes en otro momento, disfruten de la resurrección :'D

Sherlock Holmes y las cien puertas (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora