Este capítulo, más el epílogo, y hemos acabado la novela... Ha sido un placer que me leyeran :')
PD.: Si es muy blando para vosotros... Sorry not sorry, pero a mí me encanta.
(Sherlock P.O.V)
El alivio que recorrió mi cuerpo al ver a Emma a salvo se acompasaba con la furia al saber que, sin duda, DD la había golpeado.
La abracé brevemente pero con fuerza, intentando infundirle ánimos. Estaba seguro de que conseguiríamos salir de allí sin problema. Y entonces, todo sería simplemente perfecto...
Perdido en mi mente, no me di cuenta de que Emma se separaba bruscamente de mí. Solo cuando la pequeña Isabelle gritó, me di cuenta de que DD, con la cabeza ensangrentada, era quien la había apartado de mí. Sostenía una pistola contra la sien de ella, mientras la agarraba del cuello.
Acto reflejo, yo saqué mi propio revólver.
- No me importa morir.- me advirtió él- Pero si disparas... Yo también.
Seguí apuntando a su cabeza.
Él empezó a retroceder lentamente, aún llevando a Emma consigo, hasta subir a una pequeña plataforma que se encontraba en el centro de la sala. En cuanto pusieron los pies en ella, se elevó. También me di cuenta de que en la plataforma había un panel de controles.
En cuanto estuvieron lo suficientemente alejados del suelo, soltó a Emma, pero sin dejar de apuntar a su cabeza.
- Soy Drake Doncaster- proclamó- Y esta vez yo gano en la historia, Holmes.
Drake Doncaster... El nombre encendió una bombilla en mi mente.
- ¡Te recuerdo!- exclamé- Tú... Tú viniste a Baker Street... Y me pediste que te dejara acompañarme en mis casos...
- ¡Y tú...!- gritó el de vuelta- ¡Tú, despreciable despojo de humano, te reíste en mi cara! ¡Me humillaste! He esperado, mucho más de lo que creerías... He esperado a que conocieras a alguien que despertara esos sentimientos que según tú son inexistentes... Y ahora, voy a vengarme. ¡Voy a hacerte sufrir, Holmes!
Mi shock habló por sí solo.
- ¿Y bien, Holmes?- dijo Drake- ¿Cómo se siente?
- ¿Qué dices? ¡No intentes confundirme!- le grité, desconcertado.
- Que cómo se siente saber que ha salvado a una hermana, pero no a la hermana correcta.
- ¿¡Cómo sabes que no puedo salvarla a ella también!?- exclamé con furia.
- Oh; estúpido, Holmes, estúpido. Mira- dijo señalando al botón que tenía detrás en el panel de botones- ¿ves este botón? Si lo pulso, la estructura entera se desmoronará. Con todo lo que tiene dentro.
Me costó un segundo asimilar todo lo que estaba diciendo.
- Tú...- pude llegar a susurrar.
- ¡En efecto!- afirmó con una sonrisa- ¿has venido aquí para nada? Deje de hacerse el héroe, ambos sabemos que es algo que no es, y huya con la niña. Si no, podemos morir aquí los cuatro.
- ¿Por qué no la dejas ir?- pregunté, histérico- ¿para qué la quieres?
- Ya lo sabes. Debes sufrir.
- Tiene que haber otra manera...- murmuré.
- Sherlock- intervino Emma, con calma- sal de aquí con mi hermana. Sálvala ahora.
- ¡No puedo dejarte aquí!- grité de vuelta.
- ¡No es lo que yo quiero! ¡No es lo que nadie quiere, y yo estoy más que asustada, pero es la única manera...! Una pérdida es más que suficiente, vete- siguió diciendo, autoritariamente.
Isabelle lloraba desconsoladamente agarrada a mi brazo.
- Emma, por favor...- suplicó.
- ¡No!- gritó ella, también inundada en lágrimas- ¡Iros ahora!
- No estoy dispuesto a dejarte atrás- proseguí.
- Pero...
- ¡No lo hagas más difícil y corre!
- Yo no puedo permitir que te pase nada malo, Emma. Viviré para siempre con los remordimientos, no podré soportarlos... Los sentimientos son algo nuevo, no puedo hacerte esto.
- ¡William Sherlock Scott Holmes! Las dos personas a las que más quiero en el planeta están frente a mí y sus vidas prenden de hilos. Afortunadamente, yo puedo manejar esos hilos. Vete. Vete y no mires atrás. Consigue que mi hermana sea feliz, rehaz tu vida, se tú también feliz.
Abrumado, tomé a la niña por el brazo y la obligué, tanto como a mí mismo, a salir corriendo del edificio.
El equipo de Scotland Yard, Mycroft, John y los padres de Emma nos esperaban fuera. Tan pronto como Isabelle se lanzó a los brazos de sus padres, el edificio comenzó a tambalearse.
- ¡No!- grité, intentando correr hacia allí.
- Sherlock, no es seguro- me dijo John.
- ¡No me importa!- le grité.
Entonces sentí las firmes manos de mi hermano cerrándose en torno a mis muñecas.
- ¡Suéltame!- le ordené, mientras contemplaba el edificio derrumbarse.
Cuando en edificio estaba reducido a escombros ya ya era más seguro acercarse, noté a presión que había en mis brazos disminuir y, rápidamente, me deshice de ella.
Corrí hacia las ruinas, apartando ladrillos y trozos de hormigón de mi camino. No tuve que buscar mucho, porque allí estaba.
El cuerpo de Emma, con gesto plácido y relajado, como si solo estuviese dormida. Incluso tenía esa sonrisa de medio lado que solía poner cuando descansaba.
Me arrodillé a su lado, completamente conmocionado. La cogí en brazos, y la acuñé como a un niño pequeño mientras le decía:
- Emma, ¿por qué te vas? Vuelve conmigo. Sé que, aunque intente aparentar, no soy una persona perfecta, y son muchas las cosas que desearía no haber hecho nunca. Pero he seguido aprendiendo, y nunca quise hacerte daño, ojalá pudiera retroceder en el tiempo para evitar todas esas lágrimas que probablemente te causé. Soy consciente de que hago de la vida de los que me rodean un martirio, pero eres de esas pocas personas que aceptan a Sherlock Holmes. No al Sherlock Holmes que es un héroe, un ángel, el inteligente superficial, el que salva vidas... No, a Sherlock Holmes el que grita si se aburre, se droga, dispara a la pared y mete ojos de persona en la nevera.
Pensé que nadie nunca despertaría los sentimientos que siempre he evitado, los que me hacen débil, porque al final... Siempre se acaba aquí. Pero tú, casi sin quererlo, lo has hecho. Has derribado las murallas y conquistado el castillo maldito, has hecho que viera el mundo con otros ojos, has hecho que me importara.
Por eso estoy en deuda contigo, por eso y por todo, porque me comprendes y no rechazas al verdadero loco que soy, porque desde el día que me dejaste en evidencia en la escena del crimen supe que estabas allí para mí, que el destino me estaba jugando una broma macabra... Oh, si antes lo hubiera sabido... Que diferente sería todo.
Y ahora quiero confesarte, antes de que te vayas, que he encontrado una razón para todo lo que hago, para empezar de nuevo, y para enseñar esa cara de mí que hasta yo desconocía. Y la razón eres tú.
Noté como se me humedecían y lágrimas amenazaban con salir de ellas.
Comencé, por primera vez en muchos años, a sollozar incontroladamente mientras la gente empezaba a congregarse a mi alrededor. Sentí lágrimas resbalando por mi cara. Lágrimas de odio. Lágrimas de tristeza y horror. Lágrimas de impotencia. Lágrimas de amor.
- Emma, por favor...- repetí en un susurro- Yo te quiero...
Aunque sabía que ella ya nunca me oiría.Bajen las metralletas PLZ :(
ESTÁS LEYENDO
Sherlock Holmes y las cien puertas (Sherlock BBC)
FanfictionInglaterra, Londres, 211B de Baker Street. Sherlock Holmes y su compañero John Watson se enfrentan a un nuevo caso. Una serie de asesinatos en determinados lugares y determinadas fechas, ¿tendrán algo que ver? Y,¿qué ocurrirá con la llegada de Emma...