Búsqueda en soledad

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(Emma P.O.V)
Mi mente estaba hecho un auténtico caos. Las únicas cosas que tenía claras eran dos:
Que mi hermana pequeña estaba presa en algún lugar de Chinatown.
Y que no iba a necesitar la ayuda de nadie para rescatarla, ni siquiera de Sherlock.
De repente, recibí un mensaje a mi móvil.
Era del mismo número privado de antes, y me enviaba una imagen de un destartalado edificio. No me fue muy difícil atar cabos.
Rápidamente, imprimí dos copias de la fotografía, metí una en mi bolso y la otra la dejé apenas sujeta por un alfiler al lado del mapa.
Salí corriendo de mi piso, sin avisar, sin decir a nadie a dónde me dirigía. Afortunadamente, un taxi estaba parado a pocos metros de la entrada del edificio. Entré en él.
- A Chinatown- pedí- y deprisa, por favor.
- Guapa, ¿no podrías ser un poco más específica?- preguntó el taxista- Chinatown es grande.
Apurada, saqué la arrugada foto de mi bolso y, con mano temblorosa, se la tendí.
El taxista esbozó una sonrisa torcida que haría morir de celos al más experto villano y dijo:
- Es tu día de suerte. Agárrate bien.
Pisó a fondo el acelerador.
A duras penas, me abroché el cinturón, y en tiempo récord, habíamos llegado a aquella solitaria y siniestra edificación.
- Hazme el favor de salir del taxi- dijo el taxista, al frenar.
- Pero...- dudé. No le había pagado la carrera.
- Baja- insistió.
Nada más había puesto los pies fuera del vehículo, este arrancó con rapidez, dejándome sola.
Sin más dilación, busqué la entrada del destartalado almacén. Estuve varios minutos buscando puertas abiertas, o fácilmente derribables, y al no encontrar ninguna, opté por trepar hacia una ventana que estaba entreabierta. Al llegar e intentar empujarla, se rompió de lo vieja que era. Eso me ayudó, pues me daba más espacio para pasar al interior del edificio, pero al mismo tiempo me dificultaba el camino, porque muchos cristales afilados habían quedado acechando el hueco por el que me disponía a pasar.
Al final, acabé entrando, aunque no sin algunos rasguños sangrantes en las manos y en la cara. Sin embargo, no los sentía para nada. En lo único que mi mente estaba centrada en ese momento era en encontrar a mi hermana a toda costa. La iba a tener difícil, ya que la superficie que debía cubrir era gigantesca. Tras vagar un tiempo considerable, intentando barrer bien todo, por el piso al que había entrado, encontré un cartel antiguo, que mostraba que en algún momento el edificio fueron unos grandes almacenes... Que poseían siete pisos.
Si cada piso era del tamaño de este, o incluso más, podía darme por vencida. No encontraría a mi hermana, ni teniendo una semana más.
De repente, me llegó un mensaje de Mizuki. Extraño, ¿de verdad tenía servicio ahí metida?.
Entonces se me encendió la bombilla y tuve una gran idea. Los años en la CIA me tendían que haber servido de algo, ¿verdad? Allí una de las primeras cosas que nos enseñaron fue a rastrear un número de teléfono, privado o no. Teóricamente se necesitaba un ordenador para hacerlo, pero supuse que me las podía arreglar con lo que tenía.
En efecto, en poco tiempo, me había conectado al otro teléfono, y tenía su localización. Lo extraño era que indicaba que estaba debajo de mí. Comprobé otra vez el cartel, que corroboraba que estaba en el primer piso. Sin embargo, continué siguiendo la señal y llegué a una estrecha escalera de servicio. Emocionada, comencé a bajar cuidadosamente por ella. Llegué a un piso inferior donde la señal se intensificó, señalando a una esquina. Lo más probable era que o mi hermana o uno de sus captores se encontraran allí.
Aun así, estaba tan pendiente del móvil que no me fijé en la silueta que se movía entre las sombras hacia mí, al menos no hasta que me atestó un golpe en la cabeza que me dejó inconsciente.
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Tengo tres cosas que decir.
1. (La más importante) ¡Siento muchísimo no haber subido en tanto tiempo! Sé que ahora me odiaréis... ¡Por favor, perdonádmelo! En vacaciones, debo estar con mi familia y prestarles la atención que no puedo durante el curso... Mis padres son médicos, trabajan hasta tarde, no les veo mucho día a día, solo los fines de semana, y mi padre a veces tampoco está :(
¡Bueno, el caso es que ya hay capítulo nuevo! ¡Bieeeeen! :D
2. (La más triste) A la novela le faltan ya muy pocos capítulos para acabar... No sé exactamente cuántos, pero no me esperaría muchos más de unos cinco... Lo siento D':
3. (La más random) ¡Os dejo un cuestionario sobre la historia! Cuatro preguntas para que me las respondáis en los comentarios.
- ¿Quién os cae peor, Lestrade o Jasmine?
- ¿Cuál fue vuestro momento de SherlockxEmma favorito?
- ¿Cuándo os reísteis? (Si es que os reísteis, la obra no es muy de humor...)
Y, por último...
- ¿Vuestro capítulo favorito?
Nos vemos, mentes brillantes ^-^

Sherlock Holmes y las cien puertas (Sherlock BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora