La Mansión del Infinito

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Al mediodía, de pie y cruzado de brazos en una colina verde a las afueras de Dufftown, con el fondo de otras elevaciones de terreno cubiertas de fresca hierba, Snape cavilaba.

Hacía seis meses que Voldemort estaba muerto. Potter le había dado la estocada final en el castillo.

Aquella noche, en el camino de acceso a Hogwarts, cuando todo había pasado y los mortífagos huido o muerto, Hermione y él observaron, entre la humareda saturada de escombros, al grupo de alumnos y profesores que los enfrentaban. La castaña no quiso comprometer a quienes estaban de parte de ellos.

Snape alzó una mano con la palma arriba, a la altura de su cintura. Hermione la tomó, y entrelazándose los dedos, a su vez los enfrentaron. Él añadió:

—Esto no es el final.

Y así había sido. Los titulares de El Profeta, en edición especial y en los mayores tirajes de su historia, dieron cuenta de la comparecencia de Snape y Hermione ante el Wizengamot.

Ellos mismos se presentaron. Los diferentes juicios comenzaban haciendo revuelo -el juicio Malfoy, el juicio de los Squibb, el juicio de los magos colaboradores de Voldemort, el juicio de los funcionarios del Ministerio-, y también se abrió el juicio Snape-Granger a causa de las diferentes acusaciones en su contra.

El público del rotativo se arrebataba los ejemplares para comprarlos y leer la transcripción de la comparecencia del profesor de DCAO y la alumna de Gryffindor, en el enorme recinto de grandes columnas y ante los graves jueces, esta vez con presencia de numeroso público en la sala. Scrigemour quería hacer una limpieza en la moral pública. Algunos jueces fueron restituidos en sus puestos o llamados a ellos dada la gravedad del tema.

Día 20 de juicio

Griselda Marchbanks: ... y usted dice haber utilizado un recurso para contribuir a la localización de los objetos malditos creados por el Señor Tenebroso.

Hermione Granger: Sí.

GM: ¿Puede decirnos cuál fue?

HG: El conjuro Ojo de Horus, del Ceremonial Mágico Egipcio.

(Murmullos en la sala)

GM: Es un elemento muy importante de la Magia Ceremonial que no se encuentra incluido en el plan de estudios del Colegio Hogwarts. Debo añadir que el manejo de ese ceremonial es muy reservado. ¿Entró en conocimiento de él, sola?

HG: Sí, en la biblioteca de Hogwarts, en 1994, cuando buscaba información para apoyar mi trabajo con Harry Potter y Ron Weasley.

GM: ¿Lo aprendió usted sola?

HG: No.

GM: Díganos si alguien se lo enseñó.

HG: El profesor Severus Snape.

GM: Sin embargo, usted conocía lo que se rumoraba o sabía en contra del profesor Snape.

HG: Consideré que existía una verdad diferente en el fondo a la que podía llegarse con deducción.

GM: Díganos el propósito de llevar a cabo ese conjuro.

HG: Solicité al profesor Snape que me enseñara el conjuro ceremonial para invocar a una Dominación conocida como Horus, con el propósito de que Ello encontrara los horrocruxes restantes y los llevara, para su destrucción, ante Harry Potter. El profesor Snape me enseñó el conjuro sabiendo mi propósito.

(Más murmullos)

(Comentario de Rita Skeeter: Ante esta declaración pude constatar divertida, la total estupefacción del Sr. Harry Potter, testigo principal de la Fiscalía, a quien los colores le subieron a la cara y casi se fue de espaldas, porque él ya había declarado y sin la presencia de la Srita. Granger, ni del Prof. Snape, que la mayoría de los horrocruxes que faltaba por destruir aparecieron ante él en el lapso de dos días. Potter había expresado su convicción de que eso se debía a una última disposición del finado Albus Dumbledore. En su comparecencia, el Sr. Weasley previamente había manifestado su certeza de que dichas apariciones se debieron al trabajo de su compañera de Casa y el profesor de DCAO. ¡Lo cual le ganó un áspero ataque verbal de un iracundo Sr. Potter en plena sala, reprimido por el mismo Fiscal!)

Fetish SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora