Las Crónicas del Campamento Mestizo, fue escrito por Rick Riordan.
Annabeth tomó el libro. Seguía enfadada con Jackson, por no haberla llevado a ella, a una misión tan importante. Pero al mismo tiempo, lo agradecía. Con el tiempo, había visto cuán peligrosa fue Jackson, y solo una hija de Ares, contaría con el estómago suficiente, para soportar eso. —El siguiente capítulo se titula: Ante el Consejo.
Gracias a que Ares armó semejante escena, todos los mortales creyeron que "la valiente Penny Jackson", fue víctima de secuestro.
Gracias a la Niebla, repentinamente, habían llamadas al 911, con actualizaciones de testigos, sobre el caso de Penny Jackson, diciendo que acababan de recordar a un misterioso y aterrador hombre de cabello corto (un corte de cabello, tipo militar), vistiendo con una chaqueta de cuero negra, una camiseta roja y un pantalón negro, y con un arma en su mano derecha. "¿Por qué no recordé eso antes?"
—Mortales estúpidos —se quejó Ares.
—Sin los mortales, no solo no tendrías hijos —dijo una calmada Hestia, más al pendiente de su fogata, que de la lectura. —Sino, que no tendrías tus preciosas guerras, que te fortalezcan.
Gracias a las personas, conseguimos reunir dinero, para tres boletos y volar a Nueva York (aunque no les dijimos, que íbamos hacía el Empire State.
Yo, estaba prácticamente sudando adrenalina pura, queriendo teletransportarme al Empire State, o directamente (y aún mejor), al salón del trono del Olimpo mismo, para devolver el cacharro chispeante del tío Zeus.
— ¡Oye, no lo llames "Cacharro Chispeante"! —se quejó Zeus, agarrando su símbolo de poder, mientras que, a Hera, parecía que le daría una migraña.
Esperaba, que a Zeus no le importara mucho, que estuviéramos en el aire, y que ni pensara en atacarnos. —Si nos lanza un rayo, su Rayo Maestro la paga —pensaba yo, de forma muy malvada.
— ¡Esa es mi niña! —decían Poseidón, Anfitrite y Hera, quienes sonreían orgullosos de la chica, quien se sonrojaba.
Finalmente, estábamos allí mismo. Ante el Empire State, sobre el cual colgaba, a cientos, sino a miles de metros, la enorme y negra base de una montaña. Ahora, venía la parte más difícil de todas: pedirles a Clary y a Grover, que volvieran al Campamento.
— ¡¿QUÉ?! —Gritaron todos, con incredulidad.
— ¿Porqué? —fue la pregunta de mi bella amazona, quien comenzó a derramar lágrimas. — ¿Acaso no somos suficiente para ti?
La abracé con fuerza, y aspiré el aroma de su cabello. —No pienses eso jamás, mi niña. —Acaricié su mejilla. —Si Zeus decide no escucharme y me ataca, sin lugar a dudas, me matará. Y me odiaría, si sales malherida, por mi culpa. Por favor, vuelve con Grover al Campamento, e infórmenle a Quirón, quien robó el Rayo en primer lugar. —Ella asintió, y se alejó junto a Grover. Me giré e ingresé en el edificio, acercándome a la recepción. —Necesito ir, al piso seiscientos.
—No te hará caso —dijo mamá Anfitrite, frunciendo el ceño y haciendo una mueca con los labios. —Ese despreciable hombre, nunca hace caso.
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Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)
FanfictionCuando la II Guerra Mundial finalizó, antes de que Zeus, Poseidón y Hades, pudieran jurar no volver a tener hijos; los dioses recibieron un libro sobre una heroína y tuvieron el mandato de leerlo. ¿Qué encontrarán? Fem-Percy Jackson x Harem.