Capítulo 35: Los Di Angelo y Hazel, se ponen a prueba.

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Las Crónicas del Campamento Mestizo, fue escrito por Rick Riordan.


La Última Hija del Mar


Atenea tomó el libro, era su turno de leer. —Capítulo 35: Los Di Anghelo y Hazel, se ponen a prueba.

El campamento dispone de un control climático de tipo mágico que es el último grito. Ninguna borrasca atraviesa sus límites a menos que el director en persona —el señor D —lo permita. Así pues, yo creía que haría sol y buena temperatura. Pero no: habían dejado que cayera una ligera nevada. La pista de carreras y los campos de fresas estaban llenos de hielo. Habían decorado las cabañas con lucecitas parpadeantes similares a las navideñas, salvo que parecían bolas de fuego de verdad. También brillaban luces en el bosque. Y lo más extraño de todo: se veía el resplandor de una hoguera en la ventana del desván de la Casa Grande, donde moraba el Oráculo apresado en un cuerpo momificado. Me pregunté si el espíritu de Delfos estaría asando malvaviscos o algo por el estilo.


Todos rieron. —Cuando lo hago yo, entonces sí —dijo una voz que sorprendió a todos. Era una chica de cabello rojo, ojos azules y llevaba una chaqueta fucsia.

— ¡Rachel/R.E.D! —dijeron los héroes del futuro, lanzándose para abrazar a la pelirroja.

La pelirroja se sacó a sus amigos de encima, y sonriendo a los dioses, se presentó. —Soy Rachel Elizabeth Dare, mortal de visión clara y actual portadora del espíritu del oráculo de Delfos, luego de que lord Hades consiguiera eliminar la maldición del Oráculo, luego de veintiocho años de larga y exhaustiva investigación. —Solo los que sabían la verdad, le sonrieron al dios de los muertos.


—Wow —dijo Nico al bajarse del autobús, y admirar el Campamento, sin notar las miradas de sus hermanas, quienes si bien estaban felices de haber llegado al Campamento (en un viaje mucho más calmado, que la última vez, gracias a que Thalía en esta ocasión, no condujo), tenían una clara mirada de que ya conocían todo esto. — ¿Eso es un muro de escalada?

—Así es —respondí. Estaba feliz, de ver a Nico con esa inocencia.

¿Cómo es que chorrea lava? —pregunto curioso.

—Para ponerlo un poquito más difícil... Los hijos de Hefesto, lo conectaron a un mar de magma bajo el suelo, hace ya... muchos años. Está en funcionamiento, en todo momento. —Le conté a Nico, quien me miraba interesado. —No te preocupes, no morirás cuando te caiga la lava encima o cuando se cierren los muros. Solo que se te quemará la ropa. Les recomiendo, tener ropa de repuesto.


Hefesto sacó de entre sus ropas, un plano de cuando se armó el Muro de Escalada, sonriendo con orgullo. —Mi hijo, Johan Lincoln, junto a sus hermanas, las gemelas: Caroline y Vanessa Smith, lo construyeron, cuando el Campamento se trasladó a la Costa de Estados Unidos.


—Le avisaré a Quirón, que hemos llegado —dijo Artemisa, sonriéndome. —Chicas, vayan a la Cabaña 8. Nico, Bianca, Hazel —los gemelos y su hermana, la miraron. Lo mejor, será que vengan conmigo. Para que conozcan a Quirón, el jefe de actividades del Campamento. —Los tres asintieron, y comenzamos a caminar. Artemisa se colocó a mi lado, mientras me sonreía. — "Todos nosotros, los Olímpicos, quiero decir: recuperamos nuestros recuerdos, Papá ordenó que la Cabaña del tío, fuera construida y ahora mismo, hay algunos hijos de Atenea, en el Inframundo, van a levantar la cabaña, desde el subsuelo, no sé el cómo y luego, él va a reconocerlos" —me susurró. Yo asentí feliz. — "El tío Poseidón, quiere que estés alerta, pues un Pegaso irá a avisarte, para que vayas con él, y le ayudes a llevar al Ofiotauro, hasta la Atlántida"

Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora