Capítulo 27: Nueve cabezas, no piensan mejor que una.

377 37 0
                                    

Las Crónicas del Campamento Mestizo, fue escrito por Rick Riordan.


La Última Hija del Mar

Luke tomó el libro. —Capítulo 27: Nueve cabezas, no piensan mejor que una. —Todos miraron a Penny y a Clarisse, quienes solo se encogieron de hombros, y sonreían como niñas, que acababan de cometer una gran travesura.


Regresamos a nuestros barcos, y nos alejamos del Princesa Andrómeda, lo más pronto posiblebajandolas velas y usando los termos de vientos, abriéndolo solo un pocoGracias a que yo generé vapor (lo cual era tremendamente difícil), Clary pudo comunicarse con Quirón, comentándole el ataque al barco de Luke, y como estábamos de camino, a buscar el Vellocino de Oro.

Cuando nuestro entrenador nos escuchó decir, que el Vellocino podría curar el árbol de Thalía, y seguramente él podría regresar, le iluminó el rostro, y le rejuveneció varios días.


Todos los que habían asistido al Campamento Mestizos, aplaudieron felices de que su entrenador estuviera bien, y esperaban que volviera pronto.


—Prométanme, que tendrán cuidado —nos pidió Quirón. —El Mar de los Monstruos se llama así, por un motivo. Y no creo que les dieran barcos exactamente muy pequeños, así que no podrán tomar el camino de los Argonautas.


* * *

Una hora más tarde divisamos tierra: una larga extensión de playa en la que se alineaban hoteles de muchos pisos. Las aguas empezaron a llenarse de barcos de pesca y buques cisterna. Un guardacostas pasó por estribor y luego dio media vuelta, como para echar un segundo vistazo. Imagino que no veían cada día un bote salvavidas sin motor, tripulado por tres adolescentes y lanzado a más de cien nudos.

— ¡Es Virginia Beach! —dijo Clarisse, cuando nos acercamos a la orilla. A nuestra derecha, encontramos al Princesa Andrómeda, o al menos sus restos— ¡Por los dioses! ¿Cómo es posible que el Princesa Andrómeda haya llegado tan lejos en una sola noche, especialmente con el daño que le causamos? Deben de ser...

—Cinco mil treinta millas náuticas —dijimos Cecyl y yo.


Poseidón y sus otros hijos, sonrieron orgullosos de esto. Podían saber exactamente, las millas náuticas y posición de todo, cuanto se encontraba en el mar. Era su reino, después de todo.


Ella me miró asombrada. — ¿Cómo lo saben?

Me rasqué la cabeza, como intentando que mi cerebro funcionara. —Pues... no estoy segura.


—No creo que rascarte la cabeza, haga una gran diferencia, ¿verdad? —bromeó Artemisa, a lo que Penny le sacó la lengua de forma juguetona.


Zoë reflexionó un momento. —Penny, ¿Cuál es nuestra posición?

—Treinta y seis grados, cuarenta y cuatro minutos norte; setenta y seis grados, dos minutos oeste — respondí automáticamente. Luego sacudí la cabeza—. ¡Guau! ¿Cómo es que lo sé?

Mi hermana me colocó una mano en el brazo, dándome una mirada, que solo decía "hermana mayor", y me enseñó una sonrisa alentadora. — ¿Quién es nuestro padre?

Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora