Las Crónicas del Campamento Mestizo, fue escrito por Rick Riordan.
La Última Hija del Mar
Thalía tomó el libro. —El próximo, es el Capítulo 36: Resguardando a un amigo bovino.
Artemisa me dirigió una sonrisa y una mirada, miró alrededor como buscando a alguien. Me preguntaba, a quien estaría buscando. Al no ver a nadie, me enseñó una sonrisa de felicidad. — "Creo que nadie nos verá" —me susurró al oído, antes de agarrarme por el rostro y darme un beso sorpresa, en los labios. —Entonces, ¿Dónde está el Taurofidio?
Le enseñé una sonrisa, al recordar a Bessie. Podía recordar muy bien, como esa misma noche, llegaría Blackjack, el Pegaso negro, a pedirme que auxiliara a los Hipocampos, quienes intentarían liberar a Bessie.
— ¿Bessie? —preguntó una confundida Atenea, pero Penny no dijo ni una palabra.
Recuerdo
«Ahí tiene. Escuche, tenemos a otro amiguito del mar que necesita su ayuda.» ¡Pom! ¡Pom! Me acerqué sigilosamente a la puerta, destapé el bolígrafo, abrí de golpe y.... me encontré cara a cara con un Pegaso negro. «¡Cuidado, jefa!» Su voz resonó en mi mente mientras sus cascos retrocedían ante el brillo de mi espada. «¡No quiero convertirme en un pincho de carne!»
— ¿Cuántas veces he de decírtelo? No me llames jefa.
«Como quiera, jefa. Usted manda. Usted es la autoridad suprema.» Me restregué los ojos y procuré que el pegaso no me leyera el pensamiento. Ese es el problema de ser hijo de Poseidón: como él creó a los caballos con la espuma del mar, yo entiendo a casi todas las criaturas ecuestres, pero ellas también me entienden a mí. Y a veces, como en el caso de Blackjack, tienen tendencia a adoptarme. Blackjack había estado cautivo en el barco de Luke hasta el verano pasado, cuando organizamos un pequeño motín que le permitió escapar. Yo tuve poco que ver en el asunto, la verdad, pero él me atribuyó todo el mérito de su liberación.
—Blackjack —dije—, se supone que has de permanecer en el establo.
«Ya, los establos. ¿Usted ha visto a Quirón en los establos?»
Fin del Recuerdo
Todos comenzaron a reírse, a carcajada suelta, ante la comparación de Blackjack con Quirón, provocándole un sonrojo al entrenador de héroes.
Artemisa y yo, comenzamos a caminar por la playa, pisando la arena mojada. Vi su rostro de sorpresa de perfil, y luego de frente, cuando ella me miró con asombro y algo de incredulidad. —No creerías que dejaría que te mojaras, al menos de que ese sea tu deseo, ¿verdad, mi cazadora? —le pregunté. Ella me besó nuevamente, y suspiró, mientras nos adentrábamos más y más en el agua. Tomó aire y bajo el agua, yo chasqueé mis dedos, creando una burbuja de oxigeno alrededor de ella. Asentí, y ella tomó la primera bocanada de aire fresco.
— ¡Ah! —Chilló Afrodita emocionada, y quien peor se lo llevó, fue su esposo. —Ambas son tan tiernas. Ella es tan dulce y romántica contigo, Artemisa.
Artemisa suspiró un poco, y se cruzó de brazos, con un brillo preocupado en sus ojos. —Pues yo espero sinceramente, estar devolviéndole a Penélope su cariño y amor, en la misma proporción, Afrodita.
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Leyendo: La Última Hija del Mar (Fem-Percy Jackson x Harem)
FanfictionCuando la II Guerra Mundial finalizó, antes de que Zeus, Poseidón y Hades, pudieran jurar no volver a tener hijos; los dioses recibieron un libro sobre una heroína y tuvieron el mandato de leerlo. ¿Qué encontrarán? Fem-Percy Jackson x Harem.