Lie for love / Draco Malfoy

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ATENEA DARIUS.

Después de que terminaramos de desayunar Malfoy y yo fuimos juntos a las clases como habíamos acordado o mejor dicho como acordó el.

Yo nunca acordé nada con el, ahora mismo íbamos a nuestra última clase que era la de adivinación.

Estaba apunto de sentarme al lado de Malfoy pero la profesora me llamo la atención.

— Lo siento mi niña pero no es tu lugar allí.

Reí, — ¿Qué?

— Todos los años has estado hasta la parte de atrás sola, no adelante y acompañada.

Yo miré sería a la profesora, Malfoy me miró y aclaro su garganta.

— No era necesario que dijera todo eso profesora, ella se sentará dónde quiera y eso es aquí conmigo.

Malfoy me jalo hacia el para sentarme, la profesora abrió la boca sorprendida mientras los demás nos miraban también, yo me gire a ver a Malfoy el cual seguía mirando a la profesora.

— Bien. — Soltó la profesora llendose a su lugar.

Pasaron unos momentos de la clase y no había cruzado con Malfoy sobre lo ocurrido y es que realmente no sabía que decirle, el hacia como el que prestaba atención pero no lo hacía.

Me volteaba a ver a cada momento, yo también le miraba, el jugaba con su pluma o con su varita moviendola entre sus finos dedos.

Ninguno de los dos estaba poniendo atención a clase claramente, yo miraba al escritorio volteó a verle y el desvío la mirada de regreso al frente, parecía que quería preguntar algo, a decir verdad yo también quería preguntarle algo.

— ¿Por qué me defendiste?

— Solo sentí lastima por ti.

— ¿Hablas en serio?

— Solo te ayude por qué ví que eras tan patética que no has tenido amigos que hasta la profesora lo sabe.

— ¿Si?

— Si, solo por eso te di una ayuda.

Lo mire de arriba a abajo con una sonrisa cínica y después hice mala cara.

— Eres odioso Malfoy. — Me pare, tome mis cosas y me salí del salón.

Escuché pasos detrás de mi pero no me importo hasta que sus manos se envolvieron en un brazo mío, me hizo girarme bruscamente hacia el.

— Está bien, quizás no debí decir lo que dije si vamos a tener una relación o si todos sospecharan muy pronto, tenemos que llevarnos mejor.

Me solté de su agarre para quedar frente a frente con el, le saque el dedo de enmedio.

— ¡Vete a la mierda tu y tu maldita ayuda! No la quiero.

— ¿Quien te crees que eres para hablarme así a mi?

— ¡Soy la maldita Atenea Darius!

— Exacto.

— Exacto, soy Atenea Darius una chica mil veces mejor que tú, acostandote con cualquier tipo sin embargo yo no nesecito acostarme con nadie, puedo hacerlo sola. — Levanto una ceja molesto. — Y sobre tu ayuda, puedes quedartela, no la nesecito yo sola puedo ayudarme ya veré la forma pero lo haré, una mujer jamás nesecitara de un hombre pero un hombre siempre ocupará a una mujer. — Sonreí.

El chasqueo su lengua.

— ¡Ay por favor!

— ¡Vete al carajo!