Lost ¦ Carl Grimes |TERMINADA|

26. Niño

Vinnie

Bajamos las escaleras hacia el primer piso de la fábrica, encontrándonos con las miradas de todo el grupo.

Los primeros en reaccionar a nuestra presencia, fueron Rick y Daryl.

Mi corazón acelerado por los nervios, no sabía si era capaz de enfrentar a Daryl en ese momento.

Ambos hombres se acercaron a nosotros, Carl acarició mi espalda levemente y le sonreí en agradecimiento, justo entonces, ambos estuvieron frente a nosotros.

- sé que hicimos mal pero Vinnie no tiene la culpa, fue mi idea. - Carl fue el primero en hablar, lo miré consternada, ¿por qué se echaba la culpa por mi?

- lo que hicieron estuvo mal y ya hablaré contigo, Carl pero primero, tenemos que hablar con Vinnie - dijo Rick, su voz severa, está de sobra decir que quería que la tierra me tragara, sentía la mirada de Daryl y Rick sobre mi pero no pude mirarlos de vuelta.

Carl se acercó a mi oído y susurro un ligero "puedes hacerlo" antes de desaparecer de mi vista.

- Glenn habló con nosotros...

- bueno, ahí está la charla pendiente que les debía - murmuré incómoda.

Miré a ambos, Daryl tenía los ojos vidriosos.

- los dejaré solos - el mayor de los Grimes habló, mirándome fijamente, sabía que tenía algo que decirme pero sólo desapareció de mi vista también, le di una rápida mirada a Daryl y comencé a subir las escaleras a la habitación,con él detrás de mi.
Una vez ahí, senté mi cuerpo, como de costumbre, sobre la mesa, cerró la puerta detrás de él e imitó mi acción a mi lado.

- Vinnie...

- no estoy mintiendo, lo prometo - susurré, sentía un nudo en la garganta, dificultando mi respiración.

- nunca pensaría que estás mintiendo y yo, lo siento tanto, Vinnie - habló y me envolvió en un fuerte abrazo, de inmediato sentí las lágrimas inundar mis ojos. - siento tanto lo que tuviste que pasar, siento no haber estado ahí, siento que Merle haya... - su voz se cortó y no pudo terminar la frase, agradecía aquello por completo, el escucharlo en voz alta solo haría que entendiera que en verdad sucedió.

- aún cuesta aceptarlo, Daryl, después de todo, es mi padre. - mi voz tembló y las lágrimas mojaron mis mejillas - cuándo huí, tuve la oportunidad de matarlo y a todos los que me hicieron esto pero no pude, ¿sabes?

- hey, pequeña, me alegra que no lo hicieras, no porque no lo merezca, sino porque no debes cargar con ese peso tú.

- ¿qué quieres decir?

- te prometo que nadie te va a lastimar nuevamente, mucho menos él, estaré contigo de ahora en adelante, como debí haberlo hecho antes.- tomó mi rostro con sus manos y limpió mis lágrimas.

- pensé que no me creerías - susurré segundos después.

- siempre te voy a creer, no importa que suceda.

- desearía que tu fueras mi padre - confesé, el dolor en mi pecho aumentó al decir aquellas palabras.

- eres la hija que nunca tuve, Lavinia. - aquellas palabras desaparecieron todos los nervios que sentía y fueron reemplazados por tranquilidad, paz, cierta felicidad, como si ahora nada pudiera sucederme.

Después de aquella plática con Daryl, el siguiente en abordarme, por supuesto, fue Rick.

- no seas tan duro con ella, hermano - Daryl habló antes de darme un ligero beso en la cabeza y dejarnos solos.