Lost ¦ Carl Grimes |TERMINADA|

7. Gané

Lavinia

-¿que quieres?- pregunté mirándolo, me zafé de su agarré de inmediato pues lo último que quería era sentirlo cerca de mí nuevamente.

-yo, yo no quería- tartamudeó.

-pero lo hiciste y no importa, me voy a quedar porque no tengo a donde más ir, pero tu y yo, va a ser como si no existieramos. Confiar en ti fue un error. Tu no existes para mi..

-pero Lavinia ...yo..

-nada Grimes, ¿sabes? Yo también me siento como tu, como una mierda, pero no por eso salgo y me desquito con todo el mundo. Hazme un favor y déjame en paz.

Nuevamente me giré para alejarme pero como parece ser costumbre en él, volvió a tomar mi brazo jalando mi cuerpo al suyo y me hizo mirarlo.

-He sido un imbécil contigo desde el principio y golpearte fue mi límite, lo sé, pero estoy aquí, pidiéndote perdón, ¿que más quieres que haga?

Parecía sincero.

Pero yo estaba molesta.

-Tal vez haya una cosa...

-dime...

Entonces sonreí.

-sobre tus rodillas y ruega...Ruegame que te perdone.

Inmediatamente vi la sorpresa en su rostro.

Sin embargo, su siguiente acción me sorprendió más a mí pues se hincó y me miró, arrepentido.

-por favor, Lavinia, te ruego que me perdones,fui un completo imbecil y...

-basta - lo interrumpí, vi una pequeña esperanza en sus ojos - no, creo que tal vez no era eso lo que quería, creo que era...-con una sonrisa en mi rostro, tomé el sombrero sobre su cabeza y me lo coloqué. -...esto.

A pesar de la oscuridad pude observar su rostro rojizo, lleno de ira.

Me agaché a su altura y susurré en su oído.

-gané.

_______

Llevábamos horas bajo el sol, caminando sin rumbo, habíamos salido del vecindario, como lo habían prometido.

Caminabamos por una vía.

Parecía infinita.

No habían salido tantos caminantes por lo que ellos se encargaban.

El sol me hacía sentir mareada, moría de sed y si también de hambre, casi cuatro días sin comer, era hora de que me sintiera así.

En cualquier momento podría desmayarme.

-Rick-lo llamé, iba atrás de los tres ya que no podía caminar más de prisa. El se giró y me miró.

-¿que pasa? - parecía confundido.

Suspiré.

- ¿pueden tomar a Judith? No me siento bien.- Michonne asintió y la tomó en sus brazos, se lo agradecí infinitamente, no pesaba mucho pero era demasiado para mi ahora.

-¿Estás bien?- preguntó nuevamente el mayor de los Grimes.

-nada de que preocuparse.

- tal vez debas comer- murmuró el sheriff menor.

- sigamos caminando. - dije ignorándolo por completo.

-no, tal vez sea verdad eso-Michonne intervino.

-no quiero que nos agarre la noche aquí, es peligroso, comeré luego- dije y comencé a caminar frente a ellos.

- Lavinia - me llamó Rick.