Lost ¦ Carl Grimes |TERMINADA|

21.Recompensa

ADVERTENCIA⚠️
ÉSTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS SEXUALES EXOLICITAS, SI ERES SENSIBLE CON ESTOS TEMAS O TE INCÓMODA QUE LOS PERSONAJES SEAN SEXUALIZADOS, TE RECOMIENDO PASAR AL SIGUIENTE CAPÍTULO.

__________________________

Lavinia

- iré a cazar algo, quizás encuentre un poco de agua... - Daryl anunció al grupo quien seguía descansando en la orilla de la carretera.

- yo voy - hablé de inmediato llegando a su lado, sin embargo, el negó.

- estás herida...

- es solo una rozadura, Daryl...

- iré con él, si te hace sentir mejor - Carol llegó a mi lado y acarició mi hombro sano, simplemente asentí con una sonrisa ante la sugerencia de la mujer, sabía que no lograría hacerlo cambiar de opinión.

Después de unas cuantas palabras con el líder, ambos desaparecieron en el bosque.

Tiré mi cuerpo a unos metros de donde se encontraba el resto del grupo.

El intenso calor me hacía sentir mareada y mi garganta pedía a gritos algo de agua pero el sombrero sobre mi rostro evitaba que los rayos del sol pegaran directo en mi rostro.

La mirada de Carl sobre mi me hizo mirarlo de vuelta, hablaba con Beth a una distancia escasa mientras ambos reían, sin embargo, sus ojos vagaban del rostro de la rubia hacia mí, quise dejar de mirarlos, concentrarme en cualquier otra cosa pero mis ojos estaban pegados a él, no podía apartar mi mirada por más que lo quisiera.

Ella acarició la mejilla del chico y en cuestión de segundos, sus labios estaban pegados en un ligero e inocente beso, sin embargo, los ojos de Carl nunca dejaron los míos, de cualquier forma, sentí mi pecho contraerse y mi rostro calentarse, mis manos formaron un puño y no fue hasta que sentí un ligero dolor en mis palmas que noté la fuerza con la que estaba presionadolas.

¿Por qué me sentía así al verlo besarla? Acaso, ¿desearía ser yo quién estuviera en el lugar de la rubia?

De inmediato alejé esos pensamientos de mi cabeza.
Por supuesto que no era eso, Carl y yo nos odiabamos y así es como las cosas deben mantenerse, en especial ahora que he tenido algo con su padre.

- hey, pequeña sheriff... - como la ley de la atracción, Rick de pie frente a mi, me hizo dejar de mirar aquella escena y aunque estaba molesta, lo agradecía - ¿me puedo sentar?

No emití alguna palabra, simplemente asentí y segundos después lo sentí a mi lado.

- ¿qué hay con el sombrero? ¿Ya se llevan bien?

Negué de inmediato ante su pregunta.

- el mismo juego de siempre, Rick, está vez lo gané yo, quien sabe cuanto dure.

Observé de reojo como pasaba una mano por su rostro y me miraba, queriendo decir algo.

- siento lo que sucedió, tenías razón y por mi culpa casi hago que los caminantes te coman a ti y Judith...