Capítulo treinta

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- ¿Puedes cambiar esa cara de amargado?

Estoy en el reservado del pub donde habíamos quedado todos los chicos y las chicas de Bs Arquitectos. Es un pub que está a unas manzanas del edificio de la empresa. Los empleados ya nos conocen al acudir habitualmente al local, por lo que siempre nos tiene guardado un reservado para estar más cómodos.

- Benja – exclama Coco desesperado.

Dejo de darle vueltas al vaso de alcohol que sostengo en la mano. Alzo la mirada y lo miro con desgana.

- Te juro que como no cambies esa cara, llamo ahora mismo a Micaela para que te ponga en tu sitio. – me amenaza

Alzo una ceja. No puede ser que me esté amenazando precisamente él. ¡Y más con Micaela, que se llevan como perro y gato!

- ¿Y serías capaz de cruzar más de dos palabras con Mica? – le pregunto con sorna. – No me hagas reír, Coco

Él se remueve incómodo.

- Y sí... ¿por qué no? – titubea. Se cruza de brazos cuando sigo mirándolo de forma incrédula. – Ya verás.

Me ofrece su vaso y desaparece. Lo sigo con la mirada y veo que va directo a la pista de baile. Busca a Micaela que se encuentra en mitad de la misma bailando con un chico que había conocido esa misma noche.

Me intriga saber si mi amigo sería capaz de joderle el ligue de la noche a mi amiga. La relación de ambos es algo turbia. Tuvieron un lío de una noche desenfrenada y a partir de ahí no se soportan. Yo mantengo la idea de que a ambos le gustó lo que les pasó aquella noche, pero son igualmente orgullosos para admitirlo.

Me recuerdan tanto a mí. Bueno, lo mío es que no tiene comparación alguna. Tengo que enamorarme del demonio de Tasmania, de la Mujer de Hielo, Cruella de Vil, Maléfica, la Wanda poseída... Es peor que Thanos y mira que Thanos mató a Ironman porque solo él tuvo la culpa de que la humanidad pierda a uno de los mejores vengadores. Él y Marvel/Disney que no renovaron a Robert Downey Jr. Sí, había que decirlo y se dijo. Yo a ese hombre le pagaría con mi vida si es necesario.

En fin, a lo que iba... Tengo que soportar un calvario con Bordonaba. Es un calvario cuando tienes que actuar frente a la persona que quieres. Si no fuese por su humor de mierda, me hubiese quedado con ella esta misma noche.

Me dolió dejarla tirada con la cena que había preparado, pero no puedo ceder en todo lo que ella quiera. Está acostumbrada a salirse con la suya y solo es aceptable todo lo que ella considere correcto o apropiado. Los demás no tenemos ni voz ni voto. Y lo siento, pero eso debe cambiar y yo le haría ver cómo son las cosas.

Ahora bien, desde que he llegado al pub, de mi mente no se borra la imagen de Camila sosteniendo las dos copas de vino y eso me martiriza a cada segundo que pasa.

¡Joder, soy un blandengue!

Veo acercarse a Coco, sorprendentemente junto a Micaela. ¡Al final le ha echado cojones! ¡Bien Coquito! Aunque por la cara de Micaela, no parece muy contenta.

- Aquí está – me señala Coco.

- ¿Qué mierda te pasa capullo? Me habéis arruinado el ligue de la noche – dice de mala gana

Micaela y su sutileza. La quiero a morir.

- Coco exagera. – contesto - ¿Qué tal el ligue?

- Mal, porque sois un par de idiotas que no pueden pasar una noche tranquila si no les salvo el puñetero culo.

- Ey, a mí no me tienes que salvar el culo – advierte Coco.

Micaela lo fulmina con la mirada.

- Benja, borra esa cara de musgo mustio – me señala Micaela de mala gana. – Si no me encargaré de que Bordonaba no aparezca en tu vida más.

⋰⋱ Firmado, la Mujer de Acero ⋰⋱    {Benjamila}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora