En la ciudad de Nueva York, Camila Bordonaba es una mujer de prestigio en el mundo de la arquitectura. Al mando de la multinacional empresa Bs Arquitectos, Bordonaba vive una vida llena de lujos y exigencias. Una mujer adicta al trabajo, fría y obse...
Segunda parte del capítulo. Si la primera parte os encantó, esta es... Creo que os va a gustar más si cabe. Camila va a tope y sabemos que tiene aliados.
Ya publiqué en mi perfil de Instagram el reel sobre el vestido de Camila. Quien no lo haya visto, que vaya a verlo y así os lo podeis imaginar tal cual es. Me encontrareis por Instagram como karmen_rwayfanfics
Y sin más dilación, os dejo la segunda parte.
¡Y pronto, el capítulo navideño!
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C A P I T U L O T R E I N T A Y S I E T E
S e g u n d a P a r t e
Cada paso que doy, una mirada se posa en mí. Puedo decir que mi vestido hizo su cometido y que ahora soy el objetivo de todas las miradas. Benjamín también ayuda. A pesar de verlo todos los días en traje, esta noche se ve increíblemente sexy. Su esmoquin negro queda perfectamente en su silueta y su pelo algo más repeinado que lo habitual, lo hace mucho más serio y maduro.
Avanzamos entre los asistentes que cuchichean a nuestro alrededor sin soltarnos de las manos. Nos acercamos a Luisana que permanece falsamente calmada a la espera de nuestra llegada. A su lado, lo acompaña mi hermano; fiel a las premisas protocolarias del evento. La toma de la cintura, supongo que para calmarla o retenerla. ¡Qué pena!
- Buenas noches – saluda Benjamín cuando llegamos a Luisana y mi hermano.
- Buenas noches – dice mi hermano.
Luisana solo me observa. Mantiene sus labios en una fina línea. Intenta no perder la compostura. Es lógico. Se supone que es la anfitriona, debe dar una buena imagen y no solo hablo de la física. No puedo objetar nada sobre su vestido. Es bellísimo, negro con brillo, de corte sirena y con un gran escote en la espalda. Su pelo está cuidadamente peinado en ondas. Sencilla, pero elegante.
- ¿Qué demonios haces aquí? – se atreve a preguntar por fin.
Creía que nunca me lo preguntaría. Lo estaba deseando.
- Soy una de las mejores arquitectas del momento.
- No tienes invitación.
- Supuse que sería un error de recursos humanos. – dije mirándome la manicura. – La brillante Luisana nunca comete errores. No me imagino el hecho de que no quieras verme por aquí – ironizo. – He hecho todo lo posible para asistir y no defraudarte. Sé que soy tu garantía segura para el caché que necesitas en la noche de hoy. – sonrío triunfal.
Luisana aprieta sus puños hasta tal punto que puedo ver como sus uñas se incrustan en la propia carne, en cambio parece no importarle su propio dolor. Está muy ocupada pensando qué decir para salir victoriosa de este encuentro. Lamentablemente, para ella, no iba a ocurrir. He llegado pisando fuerte y el pódium solo tiene un ganador, y ese soy yo.
