Capitulo cincuenta y uno

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- Micaela, es el décimo cuarto mensaje que te dejo en el buzón de voz. Por favor, atiende a mis llamadas. No puedes estar enfadada eternamente. Te echo de menos loca. Por favor, llámame. Estaré esperando.

Cuelgo la llamada y tiro el móvil de mala gana. 

He perdido la cuenta de las veces que he llamado a Micaela durante estas dos semanas desde que se marchó con mi equipo a Buenos Aires. Sé que la obligué a marcharse con su archienemigo, que en este caso es mi mejor amigo Coco; pero tampoco es tan mala idea. Coco es fácil de llevar, un buen chaval, y con lo mandona que suele ser Micaela seguro que se encuentra cómoda con todo el equipo. Con Coco puede hacer lo que le de la gana, por mucho que éste se queje. ¡Si está prendado de ella, aunque lo niegue! Si Micaela es inteligente, lo habrá usado a su beneficio por lo que no entiendo que aún esté enfadada conmigo y no atienda a mis llamadas. 

No he mentido cuando le he dicho que la echo de menos. Claro que lo hago. Organizar mi agenda no es fácil y ella tiene un don especial para programar todas las reuniones sin que se solapen. Durante estas semanas, he tenido que cancelar el 40% de mis reuniones por programarlas incorrectamente. Y os preguntareis, ¿cómo lo hacías cuando eras asistente de Camila? Eso era un estudio arduo de varias horas y, además, me jugaba mi propia integridad. Pero, aparte del tema laboral, es mi amiga. La única persona que me comprende y me dice cuatro verdades aunque sepa que puede molestarme. Necesito de su alegría y vitalidad para tomarme esta nueva etapa de otra manera. Micaela es mi vitamina, mi chica vitamina.

Esta última semana ha sido peor que la anterior. Y no hablo del trabajo (que también), hablo de Camila. Si hace dos semanas me quejaba de ella porque me evitaba o ni tan siquiera me daba la opción a escuchar mis explicaciones, ahora estoy totalmente perdido porque estamos en un punto que no entiendo. Se supone que empezamos de cero, pero ¿qué cojones significa eso? Entendí que se trataba de un "borrón y cuenta nueva", pero nada más lejos de la realidad. Creo entender que se trata de "borramos estos últimos meses de compromiso y volvemos a nuestras andadas de ahora te odio y después te quiero". Y eso me vuelve loco. Muy loco. 

Para echarle más leña al árbol caído, de vez en cuando suelta algo así como "el camino no es fácil, gánate mi perdón" y es cuando me quedo a cuadros porque ¿qué manera es esa de empezar de cero si tienes como lastre los errores del pasado? Así no se puede y como ya le dije en ese ascensor del estúpido hotel forestal, no voy a ir detrás de ella como perrito faldero. Le di mi explicación, sabe toda su historia y nuestra historia y estoy predispuesto a solucionar todo esto, pero eso no significa que tenga que rebajarme. Eso es lo que la tiene endemoniada y, por ese motivo, a veces me quiere follar en la primera esquina que encuentra y otras quiere matarme a sangre fría.

- Toc, toc... ¿Se puede?

Boy Rojas. ¿Y qué hago con este hombre? Desde que ha sentado su culo en las oficinas de Bs Arquitectos no para de meter las narices en todos los departamentos de la empresa. Que si, que es el jefe. La lección la tengo clara, lo que no tengo tan claro es aquella intención que tenía conmigo en cuanto a delegar parte de sus responsabilidades en mí por aquello de que voy a ser el heredero y debo conocer los entresijos del que será mi futuro negocio. Pues eso quedó, como ya he dicho, en una mísera intención porque cayó en saco roto. El tío hace y deshace a su antojo mientras que yo no veo nuevas responsabilidades. Que sí, que hace unos instantes me estaba quejando porque me hacía la picha un lío con las reuniones de mi propio departamento, pero entonces, ¡no digas nada! Estate callado y, sobre todo, no metas tus narices en mis asuntos, que es justamente lo que va a hacer ahora al aparecer por mi despacho. 

- Pasa, papá.

Insto a que entre en mi despacho, pero no hace falta porque él se ha dado permiso y se sienta justamente frente a mí. Doy un último vistazo a mi móvil con la esperanza de recibir un mensaje, aunque sea un "te odio", por parte de Micaela; pero desafortunadamente no es así.

⋰⋱ Firmado, la Mujer de Acero ⋰⋱    {Benjamila}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora