⋰⋱ Firmado, la Mujer de Acero ⋰⋱ {Benjamila}

Extra capítulo 51

Otra vez solos. Karma no me la juegues...

 - Es muy bonita – digo refiriéndome a la bebé. 

Y es que después de lo sucedido esta mañana, ¿qué puedo decir al respecto? Camila se transforma y el orgullo se apodera de ella. Se dirige a su mesa y, una vez sentada, comienza a teclear en el ordenador pasando de mí por completo. No quiero estar así con ella, pero tampoco tengo que ser yo el que me rebaje. En otras circunstancias lo haría, pero estoy cansado de dar mi brazo a torcer. Entonces opto por la primera opción que tengo que es la de jefe.(Un leve inciso: admito estar nervioso. Nunca he utilizado mi pose de jefe. Es la primera vez que lo hago y me estreno con la Mujer de Acero: deseadme suerte) 

- Esta mañana has comentado algo sobre un nuevo proyecto. 

Camila aparta por unos segundos la mirada de su portátil, lo hace de tan mala gana que me retuerce por dentro, aunque me mantengo tranquilo."Recuerda Benjamín, eres el jefe. El puto amo de esta empresa, ¡a por ella sin remordimientos!" 

- Deberíamos ponerlo en común. Me interesaría conocer sus características. 

- ¿Cómo? 

- Que deberíamos hablar sobre ello. Si es un proyecto de gran envergadura deberíamos trabajar en su organización. 

Ella me devuelve la mirada. Se toma unos minutos, está digiriendo mis palabras (o eso creo) y cierra el portátil de golpe. 

- ¿Se ha muerto tu padre? – entrelaza sus dedos por encima del portátil. 

 - ¿Qué?

 - ¿Qué si se ha muerto tu padre, Rojas?¿Ha pasado algo y yo no me he enterado? 

- Esto... 

- Si no es así, no tengo que darte explicaciones al respecto. – sentencia. 

¡Qué mala uva tiene, joder! 

- Aún no eres el jefe, así que desquítate esa actitud vergonzosa. Das grima. 

 Pues que buen estreno. ¡De puta madre!Voy a rebatirle porque no me va a dejar con el culo al aire. Además, soy el JEFE (tarde o temprano lo seré), no puedo permitir este tipo de comportamiento por su parte, aunque a ella le escueza.En cambio, el Karma es traicionero y hace su trabajo (¿cómo no?) En vez de dejarme que ponga en su sitio a Bordonaba bajándole los tres niveles de egocentrismo que maneja, el Karma hace que nos interrumpaVázquez. Está muy agitado, seriamente agitado y no es propio de él. Cierra de golpe la puerta y se queda apoyado en ella mientras que respira aceleradamente. Parece que acaba de escapar del payaso tan gracioso de la película "It" o, en otro caso, de hacer una maratón. 

 - ¿Qué pasa? – decímos al unísono. 

 Camila y yo nos levantamos para acercarnos a él. Palmeo su espalda intentando que se tranquilice, mientras que Camila solo observa analizando la situación.

 - Jefes, tenemos un problemón – se lleva la mano al pecho. 

– Fuera los espera el tipo de extranjería, quiere hablar urgentemente con ambos. 

- ¿Qué? – pregunto alarmado. 

 - ¿Otra vez ese tipo de los dientes sucios? – Camila muestra cara de horror. Precisamente por sus dientes no se tendría que horrorizar, ¡a saber qué quiere ese ahora!-

Si jefa y lamento decirles que no tiene cara de buenos amigos. He querido retenerlo para ganar tiempo, pero amenaza con atrincherarse si no se reúne con ambos. 

- ¿Atrincherarse? ¡Qué poco estilo! 

Miro de reojo a Camila, parece que no entiende la GRAVEDAD de la que nos habla su asistente. 

- Dile que pase – accede Camila muy conciliadora 

- Pero, ¿estás loca? No nos hemos preparado nada, ni tan siquiera hemos revisado si nos han mandado notificación de todo esto - me muestro alterado, pero ella se ve demasiado tranquila y eso me hace sospechar. 

 - Tú no tendrás nada que ver con esto ¿no? 

Camila se encoge de hombros y hace un leve asentimiento para que Vázquez le comunique al tipo de extranjería de que podemos recibirlo. Podemos, ¡JÁ! Ella puede, yo estoy cagándome por las patas abajo.El tufo se huele a kilómetros. Camila da una arcada y puedo decir que no exagera. La imagen que se nos presenta del tipo de extranjería es absolutamente asquerosa. 

 - Vaya, vaya, vaya... - aparece el tipo de extranjería - Cuánto tiempo sin vernos ¿no? Tenemos mucho de qué hablar.