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Minho hablaba animadamente por chat con alguien. Llevaba días necesitando un gran y buen polvo y no ha podido ya que ha estado muy ocupado compartiendo con Jisung. Hace una semana aproximadamente, Han le había pedido disculpas por mantenerse tan ocupado y que por culpa de ello no podían salir, y se lo compensó invitándolo a distintos lugares, así que estuvieron casi a diario juntos.
      Bueno, la vida sexual de Minho es más activa que la promedio de cualquier hombre ya sea gay o hetero, y es que era algo infaltable en su vida para poder ser ese chico enérgico que era. De cierto modo tener sexo casual le daba una recarga de batería.

Mientras chateaba por el computador, los brazos de Jisung lo envolvieron por detrás en un cálido abrazo, mientras depositaba un pequeño beso en su cabeza.
Obviamente el menor no perdió la oportunidad de entrometerse vagamente en la conversa que estaba teniendo el mayor.

—Mmm Hyung, ¿Que haces?

—Ando necesitado de follar, eso es todo. —Soltó en un tono de voz relajado, sin darle importancia, mientras leía lo que el chico de la pantalla le había contestado.

Jisung frunció el ceño, leyendo también.
Volvió a dejar un beso en el mayor, esta vez en la unión de su cuello y hombro; pero éste ni cuenta se daba por estar tan metido en el chat y ocupado tecleando respuestas.
Han suspiró y mordió la piel justo en la mitad, ocasionando que Minho gimiera de dolor.

—Oh, mierda. —jadeó, sintiendo otra vez los dientes del nombrado tirar de su piel. Aquella acción le hizo desenfocar su vista. —¿Q-Qué haces?

El menor estaba en silencio, ahora succionando la piel de su cuello.
Minho estaba con sus manos apoyadas en la mesa, dejando de mirar la pantalla al tener sus ojos cerrados. Su cuello era uno de sus más grandes puntos débiles y pareciera que el contrario lo supiera a la perfección. Jisung estaba haciéndole un fuerte chupón dejando un moretón color rojo violáceo. Ésto, mientras lo tenía fuertemente agarrado de la cintura.

El mayor solo se estaba dejando hacer, ya ido mentalmente. Los labios de Jisung se movían tan bien sobre su piel, chupando y mordiendo el mismo sector.

¿Qué mierda ocurría?

—Jisung...

—Honnie, shh. —Minho obedeció, callandose. El más bajo terminó y se alejó.

El mayor se sentía sonrojado a más no poder. ¿Qué se supone que acaba de pasar? ¡Jisung es un jodido loco! ¿Pero por qué se dejó hacer sin ponerle aunque sea un Alto? Esto lo tenía completamente descolocado.
Fue a mirarse al espejo que estaba cerca del sofá y sus ojos se abrieron en demasía; su cuello tenía un moretón bastante morado el cuál probablemente no se borraría en una semana.

Han mordió su labio inferior, mirando orgulloso la marca que había dejado en su mejor amigo y lo abrazó fuerte.

—Acabó de marcar territorio, Min. —Comentó de forma burlona y divertida, como si hubiera hecho una más de sus tontas bromas. Rarísimo.

—Jódete, Han—rió el mayor, llevando su mano a su frente, derrotado.

Aquello le había sorprendido un poco viniendo de Han, más no dijo nada ya que suponía que sólo era una broma muy extremista, Jisung era bueno haciendo esa especie de bromas. Qué más da.

Minho volvió a su escritorio y continuó con lo suyo, pero no estuvo mucho más tiempo metido con eso; el suceso reciente lo hizo dejar de desear lo que sea que estaba deseando hace un momento atrás con el joven con el cual hablaba. Apagó el computador y tomó asiento en la cama, junto a Jisung.
El menor lo miraba con carita de tener una enorme duda, así que el mayor no dudó en preguntarle.

The boy is mine. [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora