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Minho salió de los baños a pasos largos, queriendo estar alejado de esos dos para poder aclarar su mente.
Sabía que esa foto no era reciente, porque había estado pasando mucho tiempo con Jisung últimamente y no hubo un momento en el que estuviera cada uno en su hogar por mucho tiempo.
No quería que Felix arruinara las cosas con algo tan tonto y fuera de contexto, pero realmente ver eso le dolió. Lo peor fue haberse topado justo con Chaewon, que conversaba con una de sus amigas. La chica lo miró y pudo notar su expresión de devastación.

—¿Todo bien, Minho? —Preguntó amablemente.

—¿Podemos hablar algo corto? —Le preguntó, y la chica asintió extrañada.

Caminaron hasta donde habían tragos; como había tanta gente sería difícil que Jisung lo encontrara.
Chaewon lo miraba, esperando a que hablara. Minho no sabía qué decir en verdad, solo se sentía extraño y necesitaba quitarse ese sentimiento. Quizás la chica le diera una respuesta que lo ayude, o quizás sea una especie de aliada con su hermano y le diga algo hiriente. No tenía idea, pero conversar con ella podría ser útil.

—¿Cómo fue Jisung contigo cuando tuvieron algo? —Fue directo al grano. La chica alzó las cejas, como analizando menuda pregunta que le había hecho.

Chaewon se quedó pensativa, y lo miró con duda.

—¿A qué se debe esa pregunta?

Minho suspiró y pidió una copa de vino para intentar sacarse el mal sabor de todo esto.
Era injusto que todo se hubiera arruinado por la culpa del rubio, todo iba muy bien y de pronto pasó esto. Esos comentarios tan hirientes de parte de Felix le abrieron muchas dudas; no podía saber si Jisung verdaderamente estaba sintiendo por él algo equivalente a lo que sentiría por una mujer o ya no tenía ni la más mínima idea de qué podría sentir el menor por él. No estaba acostumbrado a ser inseguro, siempre tuvo una gran seguridad sobre si mismo, pero ahora en esos momentos no estaba muy seguro sobre lo que Jisung sentía. Le asustaba la idea de entregarse y no recibir lo mismo.
Siempre estuvo planteándose bien la situación, Jisung se entregó así sin más y a pesar de haberle alegrado muchísimo la vida, no estaba seguro de que fueran sentimientos tan profundos como los que él sentía por su amigo.

Chaewon notó lo desanimado que se veía Minho, asi que decidió contestarle.

—Sé qué pasa algo entre ustedes. —Habló. Minho la miró, un poco sorprendido, pero no tanto. Era probable que se notara por lo melosos que eran. —Puedo notarlo... No me molesta, después de todo Jisung nunca me formalizó nada. —Agregó, mirando su vaso entre sus manos. —Si te sientes inseguro, deberías conversar con él y que él te explique que sintió.

Minho asintió lento, y su mirada dio con un Jisung agitado que lo estaba buscando entre toda la gente en la fiesta.

—Min... Ahí estás, ¿Podemos hablar? —Minho lo miró con duda, pero Chaewon le acarició el hombro como muestra de apoyo y que era lo que debería hacer.

Quizás la hermana de Felix no era mala como el propio Felix.

Agradeció en voz baja y aceptó ser guiado por Jisung a un lugar alejado de la gente.
Fueron al estacionamiento en donde Minho tenía aparcado el auto. El pelinegro tomó su mano y el castaño apoyó su cadera en el capó del vehículo.

—Minho, de verdad que esa foto fue cuando entré tú y yo no había nada aún. —Explicó, y el nombrado lo escuchaba en silencio. —Si quieres que te sea honesto... Fue exactamente después de haberte visto con marcas en el cuello cuando fuiste a visitarme el día que estaba enfermo en mi casa. —Agregó, avergonzado y sintiendo la profunda mirada del más alto taladrar su ser.

The boy is mine. [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora