Experimentaciones
Minho lentamente fue despertando, tras sentir suaves besos en su cuello y una tranquila respiración que le hacía cosquilleo en su oído. Abrió sus ojos y sonrió, abrazando la cintura de Jisung, y escuchó a cambio una pequeña risita.
—Despertaste, mi bello durmiente.
Minho tomó el rostro de Jisung y besó sus labios, lento y tranquilo. Al separarse mordió sutilmente el labio inferior del menor.
—Creo que jamás voy a acostumbrarme a unos besos tan ricos. —Murmuró Jisung contra la boca del mayor.
—Tampoco creo poder acostumbrarme a lo que soñé por tanto tiempo.
Han lo miró enternecido, y besó sus labios por última vez antes de levantarse de la cama. Estiró sus brazos hacia arriba y bostezó.
Minho se levantó con él.
Fueron a la cocina y ambos se pusieron a hacer waffles. Minho picaba las frutas y Jisung hacía la mezcla. Comieron acompañando con un café simple, en el balcón del departamento.Cuando empezaron a comer, Han no dejaba de mirar al mayor, quien estaba centrado en su comida. Sabía que debían conversar, y él era el que más debía dar explicaciones sobre sus sentimientos y bueno, aclarar todas las dudas que le surjan al mayor. Lo que menos quería era ocasionarle algún tipo de inseguridad a Minho, y aunque este último no fuera inseguro, quería evitar lo evitable.
Miró de reojo al contrario, quien ya sabía qué iba a decir.—Y bueno... Sé que quieres hablar. Puedes preguntarme lo que sea, quiero decirte todo. —Habló Jisung, acabando con un pequeño silencio que hubo luego de que ambos tomaran asiento en la mesa.
Minho alzó la mirada, asintiendo. Se limpió con una servilleta y se quedó mirando a Jisung por unos segundos.
—No me mal interpretes con ninguna pregunta, solo quiero saber. —Ahora Jisung asintió, por lo que Minho prosiguió. —¿Cómo descubriste tus sentimientos hacia mí?
El pelinegro apoyó su cabeza en su mano, mirando fijamente al pelimorado.
—Bueno... Siempre hemos sido tú y yo, nunca quisimos ninguno de los dos tener alguna relación muy en serio o algo así, por lo que me sentía muy acostumbrado a eso. —Respondió, y bebió un poco de su café. —Pero cuando conociste a Felix y empezaste a salir con él, sentía ese miedo que jamás sentí, de que mi persona especial tuviera un romance en serio.
Minho sonrió sutilmente, sintiendo sus mejillas arder un poco.
—Al principio pensé que eran celos de amistad, ya sabes, lo típico, eso de no querer que tu amigo te cambie por su noviesito, pero después me puse a pensar profundamente y llegué a la conclusión de que yo quería estar en ese lugar.
El mayor sentía como ahora todo le cuadraba. Esos celos eran demasiado dramáticos según él, o infantiles, que en sí lo eran, pero no eran celos de amigo mimado, sino de un chico enamorado. Nunca se lo había planteado, pero tenía mucho sentido.
—Me gusta que me celes, puedes hacerlo libremente.
—Es que voy a hacerlo con o sin tu permiso, me da igual. —Respondió Sung, con una sonrisa divertida.
Minho rodó los ojos. A veces Jisung era bastante insolente, pero podía aguantarlo. Le gustaba.
—Si claro, pero pronto comenzarán a haber consecuencias. —Respondió ahora Minho, imitando ese tono burlón del menor.
Jisung lo pensó un poco sin haberle entendido, hasta que notó el chiste de doble sentido y se sonrojó violentamente.
—¡Eres un tonto! —Chilló. —¿Qué clases de consecuencias?
Minho solo sonreía, dejando esa pregunta en el aire y a su imaginación.
Levantaron los platos y las tazas al terminar de desayunar, llevándolas a la cocina. Jisung lavó los trastes, teniendo a Minho abrazándolo por detrás de forma melosa.
Cuando terminó de limpiar, se volteó y se dejó besar por el más alto, disfrutando demasiado que su boca tuviera sabor a café.
Con cuidado, Minho subió a Jisung a la isla, y siguieron besándose. Ambos tenían una inmensa necesidad de explorar a fondo la boca del otro, y la única forma de hacerlo era besándose hasta agotarse. Lastima que el agotamiento no estaba en el vocabulario de ambos.Jisung a medida que Minho repartía suaves succiones en su cuello, acercaba su entrepierna al mayor, sintiendo un intenso calor que cobraba vida rápidamente. El mayor no quería hacer nada que le incomodara al menor, pero no se daba cuenta que este último solo quería más y más sin frenos aparentemente.
—Minho... Tienes todo el derecho a marcarme como quieras. —Le dijo, con sus ojos cerrados.
El mayor creía haber escuchado mal, pero había escuchado perfectamente aquella petición.
Aún le costaba creer que todo eso era real y no uno más de sus tantos sueños con el menor. De todos modos siendo muy obediente, fue dejando succiones más intensas, escuchando los bajos suspiros del contrario muy cerca de su oído, erizando su piel.La mano de Han se posó en el pecho de Minho, y lentamente fue bajando, tocando sus músculos por encima de la camisa, esto tomó por sorpresa al mayor pero se dejó hacer. El menor llegó hasta el borde de la prenda, e introdujo su mano bajo esta, tocando su marcado abdomen.
—Si algo te incomoda o no te sientes listo, podemos parar. —Sugirió el pelimorado, dejando suaves besos en las clavículas del pelinegro.
—Veamos mis límites de hoy. —Respondió con diversión, mientras su mano acariciaba aún la suave piel del más alto.
Subió un poco más hasta llegar a uno de los duros pezones del mayor, y le dio suaves apretones con su índice y pulgar, sacándole quejidos muy fácilmente. Con su mano completa apretó el pectoral del chico, y sonrió coqueto; siempre había querido hacer eso. Minho tenía unos pectorales marcados, no exagerados, pero lo suficientemente grandes para apretarlos.
El pelimorado bajó su intensa mirada a lo que el pelinegro hacía. Sentía su cuerpo acalorado y no se molestó en retirarse su camisa, dejando su torso expuesto.—Todo esto podría ser tuyo si lo deseas... —Murmuró en el oído del más bajo, sacándole una sonrisa.
—Ya es mío.
Minho sonrió inevitablemente ante esa respuesta, y las manos de Jisung se ganaron en el borde de su pantalón deportivo.
—Cuidado con eso... No calientes comida que no vas a comerte. —Advirtió, ya haciéndose una idea de lo que Jisung podría estar por hacerle.
El menor acercó su rostro al del mayor, hasta estar a milímetros de distancia y con atrevimiento introdujo su mano bajo el pantalón.
—No sabes la cantidad de veces que quise manosear tu cuerpo, Hyung. —Habló inocentemente, utilizando el honorífico solo para destacar que era menor que Minho de manera morbosa. Nunca lo llamaba por aquella palabra, pero ahora le calentó haberlo hecho.
—¿Ah sí?
Jisung asintió.
—Es bueno confesar las cosas. —Respondió Minho, suspirando pesadamente ante la invasora mano de Jisung.
Dió un suave apretón en el bulto del más alto, para luego retirar su mano.
Con una pequeña sonrisa se bajó de la isla, acomodando la ropa de Minho.—Es todo por hoy. —Habló, y Minho bufó.
—Eres un cabroncito malo.
El pelinegro sonrió.
Para iniciar bien la semana. Buenas noches <3
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The boy is mine. [Minsung]
FanfictionJisung creía ser completamente hetero, hasta que un chico nuevo en la clase quiere ser el novio de Minho, su mejor amigo. Al principio piensa que son celos de amistad, pero con el paso de los días se da cuenta que había algo más que simple amistad. ...