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Ver cómo se llevaban a Jisung fue bastante traumante. Sabía que estaba en buenas manos, pero escuchar a los enfermeros decir que se encontraba en grave estado de inconsciencia fue lo que lo asustó demasiado.
No había podido irse en la ambulancia junto al menor por protocolo, pero a penas llegara a casa se cambiaría e iría directo para allá.
Se quedó hablando con Felix, prácticamente discutiendo. Le advirtió al rubio que ya no quería verlo más, que lo que había hecho fue suficiente para mandar a la mierda todo tipo de comunicación que hasta el momento tenían.

Minho decidió pasar por la casa de Jisung en busca de algún abrigo para el menor y algunas mantas por si hacían falta.
Le llevó su cargador y entre otras cosas que podrían ser necesarias, solo esperaba que fuera una noche.
Llegó a urgencias y estacionó el auto rápido, estaba muy angustiado y necesitaba ver pronto a Jisung.

Por fortuna no había mucha gente, por lo que se le hizo rápido el paso para poder ir a recepción y preguntar por el paciente Han Jisung. Lo derivaron a la sala 5, así que sin más fue a dicha habitación anhelando ver a su amigo despierto.
      Golpeó la puerta antes de entrar, por si habían más personas accidentadas junto a su menor, pero por suerte era una habitación sola. Jisung jugaba con una pelotita y la lanzaba a la pared, esta rebotaba y volvía a su mano. Al ver a Minho sonrió a duras penas, dejando la pelota caer al suelo.

—Minho, viniste.

—Claro que sí, no te dejaría solo nunca jamás. —Respondió y se sentó en la cama junto a Jisung. —¿Qué lesiones tienes?

Jisung suspiró pesado y descubrió sus piernas que estaban bajo las mantas, dejando ver su pierna izquierda enyesada de la rodilla hacia abajo. Su brazo derecho también estaba enyesado de la mano hasta el codo, y tenía un gran parche en el pecho encima de la clavícula, por lo que Minho fácilmente dedujo que tuvo una fractura allí también.

—El lado bueno de esto, es que aún así le fracturé su perfecta nariz. —Rió como vencedor, haciendo reír un poco al mayor.

—¿Cuándo te dan de alta? —Preguntó con curiosidad. Jisung hizo un puchero.

—Quisiera irme contigo hoy, pero tengo que quedarme hasta mañana.

Minho rió negando.

—Eres un exagerado, ya verás que todo saldrá bien. Ahora serás el cuatro piernas. —Hizo referencia a las dos muletas que el menor tendría que usar.

—Ja, Ja. Muy gracioso Minho.

—¿Por cuánto tiempo usarás los yesos? —Preguntó el mayor, cambiando el tema.

—El del brazo en una semana, pero el de la pierna... Algo así como un mes. —Contestó con una mueca de desagrado. Jisung era un chico bastante activo, y tener la pierna enyesada lo limitaba demasiado.

Se quedaron conversando un rato, hasta que llegó el médico encargado de Jisung.

—Buenas tardes chicos, vengo a informarles que ya está por anochecer y las visitas cierran, a no ser que la visita quiera pasar la noche con el paciente. —Informó mientras hojeaba unos documentos.

Jisung miró a Minho con súplica, con esos ojitos de cachorrito abandonado pidiendo que se quedara.

—Quédate conmigo... por favor. No podré dormir solo aquí.

Minho miró al doctor, quien asintió de acuerdo.

—Eres un mimado... Vale, está bien.

Jisung sonrió contento, corriéndose para darle un espacio en la cama a Minho. Por suerte la cama era grande y perfectamente podían caber dos personas.


La noche llegó y Jisung y Minho hablaban despacito, para no molestar a las habitaciones de sus lados.
El mayor tenía abrazado al menor por la cintura, y el rostro de Jisung descansaba en el hombro de Minho.

—Minho... ¿Es sencillo declararse a un chico? —Preguntó Jisung tímidamente. Ocultó su sonrojado rostro en las mantas.

El mayor suspiró, pensando en Changbin. ¿Realmente será él? Si es así, eso duele.

—Pues... es más sencillo de lo que piensas. A diferencia de una mujer, los hombres reaccionamos mucho más naturales y es más bonito, supongo.

Jisung escuchaba calladito, sintiendo aún timidez.

—¿Por? ¿Piensas hacerlo?

—No. Es solo que me da curiosidad. Ya sabes... Hetero curioso.

El de cabellos morados solo rodó los ojos. Ese cuentito de "Hetero curioso" es una simple estupidez, pero por ser Jisung lo aguantaba y lo dejaba pasar por alto.
Ese tal Changbin le daba altísimas sospechas, y por un lado se ponía triste, pero por el otro le alegraba saber que estaba en buenas manos o eso esperaba. Ese chico se veía buena persona.

—Bueno, cualquier consulta contacte a Lee Minho, experto en la comunidad LGBT.

Jisung rió negando y se acomodó, sintiendo como el sueño empezaba a ganarle.

—Me pesan los párpados... Así que por si acaso, buenas noches Hyung. —Murmuró y con pereza se acomodó en la cama, usando el hombro del mayor como almohada.

—Buenas noches, Hannie.

La noche estuvo difícil para Minho. Pensaba muchas cosas, sobre todo en los nacidos sentimientos de Jisung hacia un chico. Sentía un huracán en su corazón, dudas que lo hacían doler. A veces piensa en que le haría bien tomarse un tiempo con Jisung distanciándose de él, asi aclararía y despejaría su mente, pero no podría alejarse fácilmente porque el menor se lo impediría.
Al final llegó a la conclusión de volver a su vida promiscua, o bien "fuckboy" cómo le llamaba Jisung. Quizás eso le faltaba para sacarse a su mejor amigo de la cabeza.








HOLAAA capítulo corto porque el siguiente será más largo.

The boy is mine. [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora