Capítulo 1: Crixus

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Durante toda mi vida he querido hacer una sola cosa, cumplir mis sueños, porque siento que es el único motivo por el cual llegamos a este mundo, lo cual implica que para cumplirlos tendrás que pasar por buenos y no tan buenos momentos.

Mi vida es similar a la de muchas personas, no es muy interesante que digamos porque mi rutina es de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, no hay tiempo de nada más, de diversión o de compartir con amigos, eso no existía para mí, una chica que a su corta edad empezó a subsistir por sí sola y se olvidó por completo de ser feliz.

____: Hola Matt buenos días ¿Cómo estás?

Matt: Hola ____, un poco estresado, pero no es tu culpa

____: ¿de qué me perdí mientras no estaba? -digo con cara de preocupación-

Matt: sabes que el trabajo a veces es una mierda -suspira- no te puedes quejar, solo tienes que sonreír y decir ¡Disculpe las molestias no volverá a pasar!

____: Sigo sin entender qué pasó, -él nunca se quejaba, era un empleado muy tranquilo y amable con los clientes- es la primera vez que te veo en ese estado ¿estás bien?

Matt: ¡NO! -dijo gritándome – odio atender borrachos y ya no puedo más, no puedo seguir fingiendo que no pasa nada y que soy feliz en mi trabajo mientras me insultan y tratan como una basura solo porque ellos tienen dinero para comprar costosos tragos.

____: Te entiendo, pero no tienes por qué hablarme así, no eres el único que desea irse lejos o que en su vida haya un golpe de suerte que haga cambiar toda la mierda que comemos aquí -mis ojos por un momento se encharcaron- yo también estoy aburrida, pero esto es lo único que tenemos -dije tratando de darle algo de ánimo- por ahora.

Matt: Lo siento tanto ____, no quería desquitarme contigo, eres una de las personas más lindas que conozco y no era mi intención gritarte ¿me disculpas?

____: No, -digo seriamente y por unos segundos hubo un silencio incómodo, él en verdad estaba apenado- no sería capaz de ponerme brava contigo, eres mi único amigo y entiendo que todos tenemos días en lo que queremos explotar

Matt: maldición ____ casi muero ¿acaso quieres matarme? -se ríe y me abraza-

____: si te soy sincera Matt a veces quisiera darte un golpe para que reacciones y no te dejes tratar mal de algunos clientes, pero eso sería fatal ¿te imaginas tu sin trabajo y yo manteniéndote? -me rio por solo imaginar aquello-

Matt: oyeee no sería mala idea -dándome una pequeña palmada en mi hombro-

____: ¡Cállate! Aprovechado y mejor ponte a trabajar que hay mucho por hacer -dándome la vuelta y dejando solo a Matt porque le encantaba hablar y yo no quería otro regaño de mi jefe por estar chismeando en horario laboral.

Trabajar en un bar no era tan malo, solo que algunas veces los clientes se excedían con el alcohol y empezaban a molestar un poco. Matt y yo teníamos una bonita relación laboral y creo que en este punto ya puedo decir que es mi único y mejor amigo, no tenía a nadie más que no fuera él, claro, sin contar a mamá que era un apoyo fundamental para mí cuando sentía que mi mundo se venía abajo.

Crixus era unos de los bares más lujosos de Los Ángeles, trabajar allí era casi que un privilegio y yo lo consideraba una gran oportunidad para conocer personas importantes, pues allí asistían directores de cine y televisión, actores, productores, cantantes, managers, deportistas y hasta ex presidentes de algunos países. Su atención era 24/7 que se dividía en turnos rotativos, y normalmente yo trabajaba en el más importante o como yo le decía, "el turno de la suerte". Me gustaba decirle así porque durante la noche y la madrugada llegaban las personas con las que me interesaba sostener una conversación mientras tomaba el pedido, sería una idiota si no aprovechaba hacer buen uso de mi simpatía para lograr que alguien me pudiera ayudar con un mejor trabajo.

No me quejo, este bar me ha ayudado a vivir de la manera más digna posible, pero quería tener un cambio en mi vida, no deseaba ser mesera por siempre y no juzgo a las personas que han vivido de esta manera, es solo que mis sueños se estaban quedando atrás y temía no poder cumplirlos.

Yo era profesional en Cine y Televisión, pero mi especialidad era el departamento de arte, soñaba con trabajar en una producción donde la directora de arte fuera yo y poder ver mis ideas de una escenografía hechas realidad. Sin embargo, a veces las cosas no salen como queremos, a duras penas me había podido graduar y el único empleo que conseguí fue en Crixus. Pero pronto todo cambiaría...

Un día tuve que trabajar en el turno de la mañana, era el más tranquilo, con menos ruido, menos licor y poca gente, cuando vi una cara conocida acercándose a mí.

Robert: ¡____! -dijo con gran emoción mientras movía su mano saludándome-

____: Hola Robert que alegría verte de nuevo -no sé por qué, pero me sentía algo nerviosa- hace mucho no me visitabas ¿acaso te olvidaste de mí?

Robert: Jamás me olvidaría de ti, pero siempre que vengo TU-subió el tono de voz haciendo énfasis- nunca estas y así es complejo verte, pero por lo que veo estas muy bien.

¿estaba siendo coqueto conmigo?

____: lo siento, pero normalmente trabajo en la noche y TU-también hice énfasis- nunca vienes en ese horario

Robert: bueno.. bueno, ya entendí-blanqueo los ojos y yo solo me pude reír- perdón por el abandono en el que te tengo, pero me quiero reivindicar ¿puedo?

____: adelante, te escucho -me dio intriga porque él nunca hablaba así-

Robert: quiero ofrecerte trabajo ____, de hecho, vine a preguntar por ti y ha sido grato poder encontrarte -lo miré con confusión- sabes que te apreció mucho porque eres muy discreta y sabes guardar secretos, además sé que no la estás pasando bien así que quiero ayudarte, pero no puedo de la manera que me gustaría, tan solo te puedo dar un pequeño empujón para que te des a conocer en el maravilloso, pero a la vez tormentoso mundo de las producciones cinematográficas

____: espera -lo interrumpí abruptamente- me estás tratando de decir que...

Robert: Sí -no me dejó terminar de hablar cuando el continúo respondiendo a la pregunta que sabía que le iba a hacer- te conseguí trabajo en una producción y aunque sé que te encantaría dirigir el departamento de arte, no es posible por tu falta de experiencia, sin embargo -subió su tono de voz y me miró con dulzura- puedes ser la asistente de la directora ¿Qué te parece?

____: yo no.. no..-a mi boca se le olvidó hablar, estaba en shock- no podría decir que no, es la mejor noticia que me han dado en los últimos meses -grité de emoción y me lancé a abrazarlo sin pensar que nos estaban viendo, pero no me importó en absoluto el qué dirán, ya teníamos algo de confianza y por eso lo abracé de esa manera.

Robert: okey, esto es rápido -mi miró con mucha seriedad ¿será que le molestó mi abrazo? Dios que vergüenza- pon mucha atención ____, esta tarde te enviaré al correo toda la información que necesitas saber para que te presentes mañana mismo

____: De acuerdo estaré pendiente -mi sonrisa no se desvanecía de mi rostro que estaba completamente rojo- y voy a hacer todo lo que tú me digas

Robert: perfecto, en la tarde de igual manera te voy a llamar para explicarte mejor -miró su reloj- pero debo irme que se me hace tarde para una reunión, cuídate y nos vemos pronto.

____: cuídate tú también -le dije mientras se marchaba, todo fue tan rápido que no le pude ni agradecer-

Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora