Capítulo 33: Keery

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Debía pensar en que hacer, pero mi mente estaba vacía, no se me ocurría nada y tampoco quería pedir ayuda, seguía molesto con Joe pero en este punto él era mi única salvación puesto que Dacre no me la iba a dejar tan fácil y tampoco tenía el número de Matt para pedir una mano, así que mi única opción es Keery.

Decidí dejar mi orgullo a un lado y llamarlo para acordar una cita y de una vez por todas obtener más información de ____.

Joe: ¿hasta cuándo vas a seguir disgustado conmigo? –preguntó un poco molesto-

Joseph: no lo sé, supongo que la confianza no es lo tuyo –dije fríamente-

Joe: ya te expliqué mis motivos –dijo llevando sus manos a la cabeza- cuando haces una promesa no la rompes

Joseph: ¿y que hay sobre eso de que los amigos no mienten? –soltó una risa que realmente me molestó- ¿en verdad te causa risa?

Joe: hermano cálmate -su cara era de preocupación- es cierto que los amigos no mienten y me disculpo si te ofendí o te hice sentir mal, solo que es una frase que me recuerda a Millie

Joseph: está bien creo que me exalté

Joe: entiende que le prometí no decir absolutamente nada, pero reconozco que no pensé en cómo te sentirías, me quedé con una sola versión y no te escuché, de nuevo lo lamento –a pesar de todo puedo ver el arrepentimiento en sus ojos-

Joseph: solo no me vuelvas a ocultar nada por favor –asintió- ahora más que nunca necesito de tu ayuda

Joe: solo dime que tienes en mente –dijo con entusiasmo-

Joseph: ese es el problema, no tengo nada en mente –me sentía frustrado por no saber qué hacer- por eso necesito que pienses en cómo me puedo acercar a ella

Joe: ¿confías de nuevo en mí? –dijo entrecerrando los ojos e inclinándose hacia mí, cosa que me preocupaba –

Joseph: ¿qué demonios estás pensando? –era como si su mente estuviera teniendo una lluvia de ideas, la sonrisa en su rostro me dio a entender que ya tenía un plan-

Joe: responde... ¿confías o no? –asentí a regañadientes- ¡perfecto! No te ocupes estos días y espera mi llamada –se levantó de golpe y empezó a alejarse-

Joseph: ¿a dónde vas? regresa –trate de alcanzarlo, pero fue más rápido-

Joe: vístete casual y arregla tu cara –gritó mientras salía del restaurante-

Regresé a mi habitación sin entender que había pasado, no sabía que esperar de Joe, la última vez que me ayudó se escondió en el baúl de un auto y presiento que esta vez estaba pensando en alguna locura.

Llamé a mi familia para informarles que mi estadía por Estados Unidos se iba a extender por uno días o quizás semanas sin mencionarles que tenía el rostro lleno de moretones y esa era otra razón para no viajar por el momento. Nuevamente las gafas y mi gorra volvían a ser mis aliados para ocultar mi identidad.

Seguía algo preocupado por los planes de Joe, hasta el momento no me ha dicho nada y los días pasaban lentamente. No me gustaba estar tanto tiempo encerrado en una habitación de hotel, pero viendo el lado positivo mi cara se veía mucho mejor.

Joe: activa cámara quiero verte –en verdad no quería hacerlo-

Joseph: eso sonó muy...

Joe: ya quisieras –activé mi cámara con algo de fastidio- ¡Wow! Ahora si te pareces a Joseph, hace unos días te veías de la mierda

Joseph: ja ja que chistoso, mejor dime que tienes en mente –me impacienta tanta incertidumbre

Joe: relájate, solo recuerda vestir los más casual posible y cuando menos lo esperes la tendrás frente a tu horrible cara

Joseph: mejor dime que vas a hacer para estar preparado

Joe: ¡Ni de broma!, no te diré nada –negué con la cabeza, pero ya es tarde para arrepentirme- se pierde la emoción

Joseph: ¡Maldición Keery! Me desesperas

Joe: no sabes cuánto lo disfruto –juro que lo mataré- y como veo que estas mejor puedo poner en acción la fase dos de mi plan –sonreía con malicia-

Joseph: que carajos estas...-no me dejó terminar cuando ya había finalizado la video llamada- .. ¡idiota!

El encierro me está matando y Joe no me dice nada así que salí a despejar mi mente y tomar algo de aire fresco, se sentía bien caminar después de estar varios días encerrado en la habitación. No quise ni pensar en que locuras estaría haciendo Joe porque por alguna razón aún confiaba en él y me resigné a esperar su llamada con las indicaciones de su plan. Por el momento estoy disfrutando mi soledad, es bueno alejarse un poco de los medios.

Llamé a Jamie, hace mucho no hablábamos y siento que es un buen momento para hablar con un viejo amigo, pero no respondió a mis llamadas, tal vez está ocupado. Seguí caminando tranquilamente hasta que la vibración de mi teléfono me sacó de mis pensamientos, era un mensaje de él.

"Hermano tiempo sin saber de ti, estoy algo ocupado, pero mañana tengo el día libre y como sé que estas en la ciudad ¿qué te parece si nos vemos? Te invito a cenar"

Me daría mucho gusto volverlo a ver, Jamie se convirtió en uno de mis más grandes amigos y cada vez que tenemos la oportunidad de estar en un evento aprovechamos para salir y pasarla bien, pero hay algo en ese mensaje que me parece extraño, llevábamos varios días sin hablar y yo no le había dicho nada sobre mi estadía en la ciudad, sin embargo, terminé restándole importancia y acepté su invitación.

¿Qué podría pasar?

Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora