Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TU

Capítulo 29: ¿Dónde estás?

Era como si la tierra se la hubiera comido, no había rastro de ella y eso era lo que más me dolía, estuve tan cerca de tenerla solo para mí, pero la perdí.

Por más que le supliqué a Jamie que me diera información sobre su estado de salud y su paradero fue imposible sacar una sola palabra de su boca, lo único que me dijo era que estaba bien y que necesitaba tiempo para estar sola, pero algo me decía que eso no era del todo cierto.

Jamie: sabes Joe... esta experiencia ha sido de las mejores para mi -no me había dado cuenta de su presencia- pero sin duda alguna eres la estrella que se robó todas las miradas y me alegra por ti

Joseph: aún me cuesta acostumbrarme a tener toda la atención, creo que no estaba listo para algo tan intenso, pero lo agradezco -y era verdad-

Jamie: disfrútalo, es tu momento -dice dejando una palmada en mi hombro- espero verte pronto

Joseph: me han dicho que hay una posibilidad de compartir algunos eventos y créeme que me alegraría verte, tienes más experiencia en esto y no me sentiría tan solo

Jamie: ya es hora de que te acostumbres a esto, no siempre vas a estar con personas conocidas, pero claramente nos volveremos a ver -su mirada era retadora- ¿Londres? ...¿tu casa o la mía? -fue inevitable no reírnos-

Joseph: ya veremos donde -dije en medio de las risas- pero... ¿en verdad no me dirás nada de ____? -su mirada fue más de compasión, sé que quiere decirme algo, pero no se atreve-

Jamie: solo te diré que hace varios días no sé nada de ella, no responde llamadas ni mensajes, pero quiero creer que es porque se está tomando un tiempo de descanso -siento que algo le pasó pero ni el mismo Jamie lo sabe- déjala tranquila Joseph, le hiciste daño ocultando algo importante así que no pretendas que te perdone de la noche a la mañana

Joseph: ya te he dicho que no tengo nada con esa mujer, lo que escuchó ____ es una blasfemia... además ¿cómo puedo arreglar las cosas si ni siquiera me dio la oportunidad?

Jamie: mira Joe, si la vida los volvió a unir después de un tiempo en que tengo entendido tu tampoco le diste la oportunidad de que ella te explicara lo que paso con Dacre -eso dolió pero tenía razón- significa que pueden tener más oportunidades de encontrarse, tal vez este no era su momento

Joseph: ¿y si no? -ante todo el negativismo- ¿y si nunca más la vuelvo a ver?

Jamie: definitivamente eres un idiota -lo sé- sabes donde trabaja, solo es cuestión de tiempo para que se vuelvan a encontrar en alguna producción, en un estreno o porque no en las grabaciones de la quinta temporada

Joseph: aún no sé si Eddie estará presente, te recuerdo que murió pero... no pierdo la esperanza

Mi última oportunidad de presionar a Jamie para obtener algo de información se esfumó, pero seguía sintiendo que algo más estaba pasando, era imposible que no supiera nada de ella.

Si nadie me quiere decir dónde estás yo mismo iré a buscarte

Últimamente una gorra y mis gafas son mi outfit favorito para pasar desapercibido, aunque es lindo que te reconozcan en la calle a veces resulta agotador y en este momento tengo una misión muy grande, recuperar a la persona que me vuelve loco solo con una mirada.

Tomé el vuelo más cercano que pude encontrar y mientras miraba por la ventana se me pasaron miles de palabras por la mente, solo quería poder organizarlas para obtener la explicación perfecta y así poder pedirle perdón.

Por unos minutos cerré los ojos para concentrarme pero fue en vano, mi mente empezó a proyectar recuerdos en los que fui feliz a su lado, recordé el olor de su cabello, la suavidad de su piel, sus dulces labios y sus ojos que me volvían loco, en definitiva era lo que me había enamorado de ella, tan llenos de bondad pero con una ligera tristeza.

Para sorpresa mía la situación empezaba a empeorar, al llegar a aquella casa lo primero que pensé fue cómo la miré por el retrovisor mientras en lágrimas me suplicaba que no me marchara, pero hice caso omiso, lo cual estoy arrepentido, tal vez hubiéramos dialogado un poco y no nos hubiéramos alejado, pero el orgullo a veces gana las batallas del amor. Tragué saliva y con valentía toqué la puerta, me abrió un niño de unos diez años dejándome algo confuso hasta que su madre salió y me informó que la persona que yo estaba buscando ya no vivía en esa casa, la que un día fue un nido de amor para mí, se había mudado hace mucho tiempo y no tenía conocimiento donde podría estar. Agradecí por la atención y con mi dignidad por el piso me marché.

¿a dónde fuiste?

Debo admitir que entré en desespero, no sabía qué hacer y lo único que se me ocurrió fue llamar a las personas que tal vez pudieran tener algún contacto con ella, sin embargo la lista era demasiado corta, Joe Keery no sabía nada desde hace unos siete meses y Maya tampoco tenía conocimiento de su paradero.

Maldición ¿dónde está Matt?

Matt era la única persona que podría saber de ____ pero no tenía su teléfono y tampoco sabía dónde vivía o trabajaba, nunca le pregunté y ahora más que nunca me arrepiento. Ese par eran un completo misterio, se complementaban muy bien ya que no tenían casi amigos, ni familia y tampoco compartían información personal, empiezo a creer que van a cumplir su promesa de casarse a los 50.

Después de tres días recorriendo los lugares donde alguna vez estuvimos juntos decidí regresar a Londres, era lo más sano para mí, debía poner en orden mi vida y pensar muy bien en lo que iba a hacer. Mi corazón gritaba para que no me diera por vencido y la buscara por cielo y tierra hasta encontrarla y tenerla de nuevo en mis brazos, pero a la vez una voz interna me decía que lo mejor era respetar su decisión y dejar de hacerle daño.

Nuestro reencuentro no duro nada, ni siquiera hablamos de lo que fue nuestras vidas en los últimos meses, pospusimos tanto esa conversación que ahora muero por saber sus razones para mudarse a otro lugar, quisiera que me contara quien la acompañó a hacerse ese diminuto tatuaje que tarde tanto en notar y que hablara sin parar mientras yo la admiro.

Demasiado tarde...