Capítulo 14: Pensamientos

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Aún me cuesta creer todo lo que ha pasado en mi vida en los últimos meses, es una locura, conocí personas increíbles, hice nuevos amigos, adquirí más experiencia en mi profesión y por primera vez me había enamorado de una chica maravillosa.

Hablar con mis padres me ayudaba a despejar la mente de la presión que a veces sentía por grabar una escena, no importa cuántos años lleve en el medio, siempre me dan nervios porque no quiero hacer las cosas mal y mi padre solo me dice que es normal y que mientras siga sintiendo esa sensación en mi cada vez que empiece a rodar una toma significa que el amor por mi profesión sigue latente, no ha muerto ni ha caído en la monotonía, y tiene toda la razón.

Por el contrario, mi madre solo me pregunta cuándo regresaré a casa, me extraña tanto como yo a ella y si soy sincero ya quiero verla y darle un fuerte abrazo, esa mujer ha creído en mí más que cualquier otra persona en el mundo y solo quiero que se sienta orgullosa de mí.

Hoy más que nunca la tristeza me invade, no es un secreto que quería otro final para mi personaje, pero a veces las cosas no se dan como uno quiere sino como la vida quiere que se den.

Despedir a Eddie ha sido difícil, ojalá cuando lo conozcan lo amen tanto como yo, fue todo un reto y me preparé por meses para hacerlo bien, solo quiero que lo recuerden con gran cariño, que no lo olviden, era un buen chico. Como recuerdo decidí pedirle a la producción que me dejaran quedar con algo del personaje para atesorarlo y aunque pedí una de las camisas del HellFire Club no me lo permitieron ya que serían parte de una exposición programada meses después del estreno de la temporada, así que solo me pude quedar con sus anillos, exagerados para mi gusto, pero a Eddie le quedaban genial.

No he dejado de pensar ni un solo momento en que voy a hacer en los próximos días, quiero conocer un poco Estados Unidos y pasar tiempo con mis nuevos amigos antes de irme, pero lo que no me ha dejado dormir es ____, no sé cómo me voy a despedir de ella después de las estupideces que hice.

No sé qué tiene, pero me vuelve loco y eso me encanta, es tan dulce, pero a la vez tiene un carácter fuerte, y no quiero alejarme de ella, no estoy listo para decirle adiós.

Hoy tuve una nueva oportunidad de acercarme y sentir su respiración a centímetros de mí, pero no fui capaz de besarla, mi corazón gritaba que lo hiciera, pero mi cerebro bloqueo mi cuerpo y quede inmóvil ante sus preciosos ojos, siento que ella quería lo mismo que yo, pero no pude.

La primera vez estaba decidido a hacerlo, vi como su cuerpo se estremeció cuando me acerque y no dejé de ver sus labios ni por un segundo, pero Bonnie nos interrumpió, cosa que me molestaba, era como si nos estuviera siguiendo, cada vez que estábamos solos ella llegaba, así que hoy quise evitar visitas no deseadas en mi camerino y le puse seguro a la puerta, mi valentía me hacía sentir seguro de que esta vez lo iba a lograr.

Estoy seguro de que vi en sus ojos el deseo de tenerme a tan solo centímetros, pero no sé si fue porque estaba triste y necesitaba un abrazo o si en verdad me desea tanto como yo a ella.

La acorralé hasta la pared para no dejarla escapar, me detuve para observar y apreciar su belleza, poco a poco me acerqué y aunque mi intención era llegar a sus labios no pude hacerlo, los nervios me ganaron y solo pude abrazarla, lo cual no me arrepiento en absoluto. El olor de su shampoo era agradable, no había tenido la oportunidad de tocar su cabello y sentir lo suave y sedoso que era, fue un momento agradable, tenía en mis brazos a la mujer que desde el primer instante que la vi me hizo sentir que no debía regresar, que debía conocerla, fue una conexión única.

Cerré mis ojos y la abracé con fuerza, no era capaz de decirle cuánto la quería y lo mucho que había esperado este momento, que era todo lo que necesitaba, no quería soltarla pero tuve que hacerlo a petición de ella, al parecer me excedí un poco en fuerza, sin embargo, no la solté del todo, algo de me decía que quería escapar y no lo iba a permitir.

Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora