Capítulo 34: Tangled

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El día pasó con mucha lentitud, el aburrimiento me consume y mi cuerpo empieza a doler por falta de movilidad, estar acostado todo el día no me agrada, pero supongo que Joe tiene un buen plan para retener mi estadía, solo queda esperar.

Jamie me envió la dirección del restaurante donde quería que cenáramos esta noche y siendo sincero tenía mucha pereza de conducir así que Tony se encargará de llevarme, además no conozco bien la cuidad y no quiero perderme, odio llegar tarde.

Tomé una ducha y me preparé para salir, me parece algo extraño que me haya citado a las seis de la tarde, es muy temprano para cenar pero supongo que tiene muchas cosas por contarme.

Tony: joven Joe ¿seguro de que está bien la dirección?

Joseph: deja de decirme joven, solo soy Joe y sí, esa fue la dirección que me dio mi amigo ¿por qué? –su cara me decía que algo no estaba bien-

Tony: es que ya salimos de la ciudad y no encuentro el lugar, creo que nos perdimos –por esa razón no quise venir solo, sabía que esto podría pasar-

Joseph: sigue conduciendo mientras llamo a Jamie, tal vez se equivocó en la dirección –por más que lo intenté la señal era de débil y no pude comunicarme con él-

Tony: veo que no le contestó y no quiero asustarlo, pero este lugar no se ve nada seguro

Antony tenía razón, podía percibir una vibra pesada en medio de la carretera, lo mejor era devolvernos hasta un punto donde tuviera señal. No me gusta para nada lo que veo.

Tony: jov... Joe –corrigió de inmediato- creo que llegamos

Joseph: ¿estás seguro?... –la verdad es que no era extraño que un restaurante quedara en medio de la nada y fuera del gusto de Jamie, pero yo tenía mis dudas-

Tony: sí señor, es aquí ¿quiere que lo acompañe al interior? –negué, no quería exponerlo a nada –cualquier cosa aquí estaré esperándolo –agradecí y baje de la camioneta-

Un letrero no tan grande que decía "Tangled" cobrará sentido para mí, Jamie tiene gustos algo extraños así que me tranquilicé e ingresé al lugar, a primera vista se veía agradable pero no veía por ningún lado mesas, la alfombra carmesí hacía juego con los muebles vintage, las escaleras eran angostas y me dio la impresión de que en el segundo piso estaría esperándome Jamie.

Un camarero se acercó y me dio la bienvenida, no tuve que presentarme, al parecer me reconoció y me dio una tablet, no entendí al principio, pero amablemente me explicó para qué era.

Camarero: señor Quinn es un placer tener su presencia en Tangled, esperamos que disfrute de la experiencia –sonreí tímidamente- le hago entrega de esta tablet que lo ayudará a llegar al destino

Joseph: ¿cómo que a mi destino? –no entiendo nada- vengo a cenar con un amigo ¿esto no es un restaurante?

Camarero: así es, pero la cena no la servimos aquí - ¿cómo? - es parte de la experiencia, por favor acompáñeme

Caminamos unos metros y salimos por una puerta trasera, el paisaje cambió por completo, era un hermoso jardín, pero seguía sin ver mesas y mucho menos a Jamie.

Camarero: aquí está el mapa, solo debe seguir las indicaciones y pronto llegara con su amigo –asentí algo nervioso- una vez llegue al punto de encuentro debe tocar en la pantalla donde dice "finalizar"

Joseph: ¿Jamie ya llegó?

Camarero: sí señor –eso me tranquilizó un poco- ahora acompáñeme por aquí –pasamos por un sendero de flores y de repente vi una pared gigante como de césped, no estoy seguro y eso me inquietó- recuerde señor Quinn, siga las indicaciones y llegará prontamente

Joseph: espera...¿qué es esto? no entiendo nada –mi valentía se había escondido y parecía un niño asustado-

Camarero: es un laberinto –dijo con una gran sonrisa- pero no se preocupe, no se perderá

Joseph: ¡¿un qué?! –Jamie juro que te mataré- n..no, no pienso entrar ahí

Camarero: ¿usted confía en su amigo? –asentí- entonces no tiene por qué temer

Tenía razón, Jamie sería incapaz de hacer algo que atentara contra mi vida así que sin pensarlo dos veces ingresé y empecé a avanzar. Poco a poco me adentré temeroso, no veía nada más que paredes verdes y por momentos me sentía perdido pese a que en la tablet todo indicaba que iba bien.

Alrededor de diez minutos decidí tomar un descanso y aproveché para mirar si mi teléfono tenía algo de señal, y vi un mensaje de Joe que decía "¿Qué parte de vestir casual no entendiste? ¿acaso vas para una alfombra roja?" di un giro de 360° pero no vi nada más que paredes inmensas de césped, siento como mi corazón bombea más rápido la sangre a mi cuerpo y un frío me recorre de cabeza a pies ¿me está viendo? ¿pero cómo? La sensación de que te vigilan es horrible, decir que no tengo miedo sería mentir.

Avancé con rapidez y en un intento de calmarme tropecé con una rama, mi mente estaba jugando conmigo, el aire me faltaba y una presión en mi pecho se hizo presente.

Necesito salir de aquí...

Me senté y respiré como pude, acaso... ¿Jamie y Joe están jugándome una broma? y si...¿este es el plan de Joe?, por algo habrá enviado ese mensaje, si de algo estoy seguro es que Joe me está observando pero ¿y Jamie?

Me levanté y continúe caminando, al parecer estaba cerca, pero me agobia sentirme pequeño y solo, la intriga me está matando, llamé un par de veces a Jamie pero no hubo respuesta y algo me decía que Joe no me iba a responder así que ni me molesté en contactarlo.

Creo que empiezo a tener un ataque de ansiedad, el desespero me está ganando y los pasajes parecen interminables, si esto es una broma es de muy mal gusto. Corrí lo más rápido que pude al sentir que mi mente empezaba a implantar ideas malintencionadas, sabía que nadie me estaba siguiendo, pero por alguna razón sentía que una presencia se acercaba a mí. Sin darme cuenta volví a tropezar nuevamente con una rama y solté de mis manos la Tablet.

¡Mierda!

La pantalla estaba fragmentada y me sentí completamente perdido, divagué sin encontrar alguna salida y Jamie seguía sin responder mis llamadas, los mensajes tampoco los veía y Joe al parecer había apagado su teléfono.

Estaba cansado, mis zapatos no son los más indicados para el terreno y podía sentir las llagas en mis pies, sudaba como si estuviera corriendo una maratón y tenía mucha sed. En esta espantosa experiencia he descubierto que soy claustrofóbico, o no lo sé bien.

He llegado a mi límite, no puedo más. El llanto se apoderó de mí y lo único que quiero es salir de este maldito lugar y estar en los brazos de mi madre, me siento como un niño perdido y no encuentro la salida.

No pude volver a levantarme y avancé gateando como si no supiera caminar, mis lágrimas nublaban mi visión, pero mi olfato me indicaba que estaba cerca sólo debía continuar. Sentía que mis pulmones estaban fallando, no podía respirar bien, no sé cuánto pude avanzar hasta que caí por completo, escuché una voz decir ¡Joseph! pero estoy seguro de que es un engaño de mi mente.

Despierta Joe...

Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora