Esos mis ojos | JOSEPH QUINN Y TU

Capítulo 10: Resaca dolorosa

Mi cabeza dolía hasta más no poder y mi estómago me pedía a gritos un suero, hace mucho no me excedía con el alcohol y aunque lo intenté una y otra vez no recuerdo nada, tengo una laguna mental.

Joe: Buenos días dormilón, casi no despiertas

Joseph: ¿Qué carajos haces aquí? –no sabía que Joe se había quedado conmigo-

Joe: ni te ilusiones que no pasó nada –idiota-

Joseph: ja ja ja que gracioso

Joe: ¿yo gracioso? Creo que estas equivocado

Joseph: no recuerdo nada, por favor dime que no hice algo estúpido –su risa me dio a entender todo-

Joe: yo no lo llamaría estúpido, por el contrario, tu valentía es cosa bárbara

Joseph: solo dime que hice y ya

Joe: ¿seguro? –ay no, solo asentí- déjame pienso por dónde empiezo esta gran historia

Joseph: definitivamente hice algo estúpido y no me vas a contar tan fácil

Joe: ¡que listo eres! –juro que lo mataré si no me cuenta rápido-

Joseph: maldición hermano ¿qué quieres de mí?

Joe: ahora que lo preguntas si quiero algo

Joseph: ¿y bien?...

Joe: quiero que seas sincero conmigo y por favor –junta sus manos- por favor Joseph, no me ocultes nada, ni un solo detalle

En este punto ya puedo notar que Joe estaba hablando en serio, no sé qué hice, pero de seguro no es nada bueno porque su actitud cambió radicalmente, ya no estaba bromeando.

Joseph: claro, prometo hablarte con la verdad, pero de una vez por todas dime que pasó anoche

Joe: Antes de contarte sobre el ridículo que hiciste, quiero empezar por lo importante –en verdad no lo entiendo- quiero que me digas que sientes por ____, y por favor quiero la verdad.

Joseph: no lo entiendo, ¿qué tiene que ver ____ en eso?

Joe: hermano, ayer enloqueciste -oh por Dios- gritaste a los cuatro vientos que estabas enamorado de ____ y después me pediste perdón por tenderme una trampa para sacarme información sobre ella, así que es mejor que empieces a hablar.

Qué vergüenza, definitivamente no vuelvo a beber una sola gota de alcohol...

Joseph: veo que no tengo escapatoria y como mi plan falló no me queda de otra que decirte la verdad

Joe: eso espero

Joseph: primero quiero disculparme, no lo hice con malas intenciones solo quería que me contaras un poco de ella, es increíble pero me está volviendo loco y su frío corazón no deja que yo ingrese y tuve que acudir a ti, claro -respiro profundamente- no fue la mejor manera pero es que me daba mucha pena preguntarte

Joe: idiota, te hubieras evitado hacer el ridículo frente a Maya y Nat

Joseph: lo sé, pero en verdad quiero saber quién es ____, y sé que no soy su mejor opción, pero te juro hermano que en mi corazón existe un sentimiento puro por ella, no tengo intenciones de hacerle daño o de jugar, cosas por ese estilo

Joe: así que hablas en serio, -asentí- bueno, entonces debes jurarme por tu vida que lo que te diré no va a salir de esta habitación ¿ok? -por supuesto-

Joseph: dime todo lo que sepas de ella

Mis manos empezaron a sudar y mi corazón se aceleró de nervios y a la vez de emoción por saber que después de mi desastroso plan por fin conocería la verdad y tal vez podría entender porque ella era así conmigo.